martes, 28 de febrero de 2017

Ramón Llanes Domínguez








ANDALUCÍA

Para los ejercientes andaluces fuera de la comunidad y fuera del aire.
Para los antiguos andaluces que escribieron todos los adjetivos a su tierra.
Para los graciosos andaluces que callan el dolor con una sonrisa.
Para los obreros andaluces que la hacen cada día.
Para los poetas andaluces que la elevan con sus versos.
Para los bohemios andaluces que la viven y la pasean.
Para los amantes andaluces que la convierten en romántica.
Para los débiles andaluces que aún la padecen.
Para los inquilinos andaluces que tanto la aprecian.
Para todos los andaluces que la disfrutan haciendo el amor bajo sus estrellas.
Para quienes se emocionan siempre con Andalucía.
Para ti que la oyes, la vives, le sonríes y la amas.



 

Mar Dominguez









RÉQUIEM POR Mí



Esta princesa destronada y desahuciada
esta puta mendiga de amor
esta cenicienta mal follada,
esta zorra que se quedó sin alma
de tanto maquillarse las ganas
y bajarse las bragas.


Esta perra huérfana muerde tu mano.
Se mea en tus úlceras.

Maldice el tiempo.
El empeñado en creerte.

Esta puta, esta dama,
esta que ves aquí:
hoy dobla campanas por ti.

Clava la rodilla en el infierno por rezarte
con la mirada ensangrentada de luto.

Con las manos vacías,
herida mortal de versos.

Sin suspiros, sin azotes
sin perderse en tus ojos ni retorcerse en tu ira.
Sin apadrinar tu inconsciencia.

Esta fulana con el tacón roto.
Esta madre, esta pena.

Ni se derrama en tu boca,
ni suplica por tus migajas
ni llora treguas
ni gana guerras.


Teresa Ramos




XI

Despunta el día con el ajetreo de las tazas
y viajeros que pueblan los cafés de la estación.

Adolescentes maquilladas ponen colores
entre rostros que deambulan
con semblante de zombis.

La cincuentona contempla ajena y dichosa
con pasos perfumados, camina hacia su tarde:
ruta y barranco de las horas que le restan.

La muchacha hermosa permanece quieta
como esperando que la rescaten, con gesto
y boca de Gioconda africana de estación.

En su envés el abrigo rasgado por la espalda.
Y cerca el cuerpo espectral del hombre
que camina en saco de huesos movidos
por el hambre y la rapiña en la basura.

Contaminada de escasez emigro de la estación,
del gris rata de desechos. De la indiferente mirada
que desoye el hambre que vive en los andenes,
ave nocturna perenne de ciudad.

Salgo de la estación Norte, empieza el viaje
y las nubes se presentan caprichosas, soleadas, coloridas,
como si el hombre o el hambre no importase o existiese,
como si nadie ni nada fuesen a terminar de ninguna manera,
como si la muerte no fuera a suceder para los cuerpos,
como si solo existieran las sempiternas nubes,
clareadas de gris, en algodón de azúcar para mis ojos.





lunes, 27 de febrero de 2017

Mungo Jerry - In the summertime

Juan Risueño Lorente




DEL SOL


Sucede
que temblamos.
En nuestros labios
muere el mundo
y nace futuro.
El dolor, y vivir,
son así.

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Eloy Sánchez Rosillo









La luz

     No se puede prever. Sucede siempre
cuando menos lo esperas. Puede pasar que vayas
por la calle, deprisa, porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que
te encuentres en tu casa por la noche, leyendo
un libro que no acaba de convencerte; puede
acontecer también que sea verano
y que te hayas sentado en la terraza
de una cafetería, o que sea invierno y llueva
y te duelan los huesos; que estés triste o cansado,
que tengas treinta años o que tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes
cuándo ni cómo ocurrirá.
                                                     Transcurre
tu vida igual que ayer, común y cotidiana.
"Un día más", te dices. Y de pronto,
se desata una luz poderosísima
en tu interior, y dejas de ser el hombre que eras
hace sólo un momento. El mundo, ahora,
es para ti distinto. Se dilata
mágicamente el tiempo, como en aquellos días
tan largos de la infancia, y respiras al margen
de su oscuro fluir y de su daño.
Praderas del presente, por las que vagas libre
de cuidados y culpas. Una acuidad insólita
te habita el ser: todo está claro, todo
ocupa su lugar, todo coincide, y tú,
sin lucha, lo comprendes.

                                                      Tal vez dura
un instante el milagro; después las cosas vuelven
a ser como eran antes de que esa luz te diera
tanta verdad, tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,
lleno de gratitud. Y cantas, cantas.
 

Luis Cernuda

  



Donde habite el olvido


Donde habite el olvido,

En los vastos jardines sin aurora;

Donde yo sólo sea

Memoria de una piedra sepultada entre ortigas

Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje

Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,

Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,

No esconda como acero

En mi pecho su ala,

Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,

Sometiendo a otra vida su vida,

Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,

Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;

Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,

Disuelto en niebla, ausencia,

Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos; Donde habite el olvido.

Paola Ferrari






No sé de todas tus batallas
no sé del miedo que te agrieta en la noche
ni de la soledad mas atrevida
solo sé de tu silencio estepario y de tu risa
solo sé de la boca que te nombra y se enmudece
del sol que quiero beber contigo
del furor en mis manos
de una piel y un corazon
que apenas viven sin el calor de tu voz


Las sombras del olvido.´



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viernes, 24 de febrero de 2017

Ana García Briones









La esperanza
en la especie humana
se desmaya ,
en las miradas profundas
de los que sufren,
en el lenguaje de los muertos,
en el llanto desesperado
de un niño,
en el corazón de los heridos.

En la guerra.

 Partos de luz











Foto: Dorothea Lange 

Raquel Lanseros





LA CADENA


Me pregunto por qué desde la tierra
la masa de las aguas parece un solo bloque.
Un único sustento incontrastado
una roca que es toda la roqueda
un avenir de lejos uniforme
un alarido llano de membranas
sin desgaste ni lámina ni grieta.

Me pregunto por qué, cuando me acerco,
las aguas se dividen, se complacen
en enseñar sus rostros diferentes
en cada espuma cresta de rocío
en las calzadas líquidas que rugen.

Bajo este mismo efecto,
en la distancia la muerte es toda una
un símbolo cohesivo
un monolito.
Sin embargo de cerca, qué deprisa
se aprende a distinguir sus dimensiones
sus fúnebres volúmenes
su rutina
su querencia en lo ajeno y lo propio
hasta ver nuestra imagen en sus aguas.





jueves, 23 de febrero de 2017

Luisa López Gómez




¿Qué hacer con el verdugo?
Mientras exista el animal,
no concluirá la rabia.

No se detendrán los golpes
ni los valles de lágrimas
sobre ataúdes de color indigno.

¿Cuándo cicatrizarán las heridas
por la sangre derramada?

Soluciones, necesitamos soluciones
para este infierno que nos rodea a diario.

Anular los kilos de miedo sembrados por las esquinas
con hedor a muerte.

Abolir la impotencia de la plebe ante Mujeres sin voz
(ante cualquier ser humano) desamparado de justicia.

Encerrar a la alimaña en la mazmorra del suicidio,
antes de que apriete el gatillo de su locura.

© Luisa LG




Ramón Llanes Domínguez





AMIGO MUNDO


Amigo mundo
te cambio tu fusil por estos versos,
te cambio tu almanaque de terror
por la ternura de cualquiera de mis besos,
te cambio tu metralla y tu valor
por una tarde de lluvia en la ventana de mi pueblo,
te cambio el malestar de tu misión
por la paz que se cuida en mi respeto.
Amigo mundo,
te cambio tus bombas de combate, tu camión,
tu uniforme, tu trinchera, tu bastón,
por la concordia cálida de mis credos,
te cambio todo el hambre de tu sinrazón
por un rato de música, por un silencio,
por una melodía en do menor
que cantamos todos aquí al estar contentos,
te cambio tu himno por mi canción
o tu escopeta de matar por mi cuaderno
donde escribo de mi y de los nuestros,
te cambio tu odio y tu aspecto de invasor
por la mejor historia de los hombres buenos,
te cambio tu discordia por mi pasión
y tus guerras te cambio por mi afecto,
te cambio las desigualdades, te cambio tu decisión
de proteger menos a los más honestos,
de descuidar tanto al corazón,
de fomentar la miseria, de desterrar lo cierto,
de consentir a capricho que el error
sea la bandera más insultante de este tiempo.
Amigo mundo,
te invito a un minuto de Paz y otro de amor
y si me aceptas, mi alma entera te la entrego
para que con ella cambies siempre de opinión
y contigo todas las esperanzas alcancemos
y  esta utopía posible tendrá el color
del sentido más humano de todo nuestro universo.






Chapu Valdegrama




NANA


No llores, bebé.
Te queda mucho  por vivir:
los plazos de la hipoteca,
los constantes desengaños,
amores desperdiciados,
jefes que te despreciarán,
ese constante vacío interior,
el frío glaciar del futuro incierto,
ese vacío interior,
la estrechez de una vida
con libertades minúsculas,
ese vacío.

No llores, bebé,
queda mucho por venir.
Guarda tus lágrimas.


Las necesitarás.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Antonio Perejil Delay






EXISTE OTRO TIEMPO



El tiempo siempre muere
en la cruz de celulosa de los almanaques,
o golpeado por el péndulo de bronce
de los relojes de pared.

Pero existe otro tiempo
que muere silenciosamente
sobre los mármoles fríos de las estatuas
y sobre el paisaje otoñal
de miles de árboles desnudos.

Existe otro tiempo invisible
que muere lentamente
en las pupilas cansadas de los viejos
que toman el sol del mediodía
apoyados en sus bastones de acebuche...
un tiempo imperceptible
que siempre se desmaya a ciertas horas
en las habitaciones con olor a luz podrida,
y en los corazones azules de los niños
que aún no han rozado el cielo
con sus delicadas manos.


Foto bajada de la Red

La imagen puede contener: texto




Cecilia Quílez


No hay certeza. Todo es puro insomnio
en la sinfonía de los desdichados.
Yo soy la que fui convocada en tu duda.
Tú el que llegaba a contraviento
a la tertulia de los coleccionistas de naipes.
Fui la insolente, la que profanó el nombre de la poesía.
Tú sembrabas almas con ojos incrédulos
bajo el olivo donde yace el corazón de un poeta.
Dime qué ocurrió tras el beso de Klimt.
Está escrito en las líneas de tu mano,
en la nota inmóvil de un violonchelo.
Cuéntame, prende la hoguera


que mece el sueño de una niña extraviada.


martes, 21 de febrero de 2017

Pepa Martínez Márquez



El amor.. tu infinita riqueza.
Mi pequeña mariposa,
verde, azul, roja, amarilla,
revolotea curiosa
entre hermosas florecillas.
Tan alegre!!!
Tan graciosa!!
Tan revoltosa y sencilla,
tan coqueta, tan bonita,
tan delicada y viva.



La imagen puede contener: flor, planta, naturaleza y exterior
Mi pequeña mariposa,
mi madre, mi luz, mi vida.

Vicente Aleixandre,




JUVENTUD

Estancia soleada:

¿Adónde vas, mirada?

A estas paredes blancas,

clausura de esperanza.

Paredes, techo, suelo:

gajo prieto de tiempo.

Cerrado en él, mi cuerpo.

Mi cuerpo, vida, esbelto.

Se le caerán un día

límites. ¡Qué divina

desnudez! Peregrina

luz. ¡Alegría, alegría!

Pero estarán cerrados

los ojos. Derribados

paredones. Al raso,

luceros clausurados.

Jose Angel Garrido Cárdeno






El silencio no ejecuta al hombre
en este mundo improvisado
donde el ruido si bautiza a los muertos.

Se trata de respirar todo el día
y caminar entre las piedras
despacio
sin avergonzar al orgullo
porque la memoria como las tardes
siempre terminan de la misma forma.



La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano




lunes, 20 de febrero de 2017

León Peredo



todos somos sobrevivientes de algo.
del amor
de la locura
de la soledad
de la rabia.
sobrevivientes, incluso, de la alegría diaria.
todos hemos alguna vez sobrevivido a un milagro.
somos sobrevivientes de la codicia
con que la lluvia
tuerce las campanas.
cuántas veces te habrás visto
compañero y amigo
sobrevivir
a la mano que te sacaba las pulgas
que te rascaba la espalda.
esto pasará dejando árboles que aullarán a la luna.
dejando mujeres que parirán bosques de fuego.
todos somos sobrevivientes de dioses neuróticos.
estamos hechos de la ceniza de los pájaros
de la roja alegría de la historia.



Araceli Sagüillo





LLEGAR donde la poesía descansa,

rozar el murmullo de su voz,
recuperar la calma abrazada a ti,
y sentir el hogar nevado, con los pies descalzos.

Desorientada por tanta blancura

emplearé los cinco sentidos y diré palabras:
Amor, lágrimas, miedo…
palabras todas en peligro de muerte.

Ahora sé por qué las cosas se hacen añicos.

Y por qué en el huerto revientan los cerezos.

…Y tengo pánico de ahogarme

en este río desbordado,
donde árboles sin ramas
dibujan la cruz de la tristeza.





domingo, 19 de febrero de 2017

Ana Rossetti,



Hubo un tiempo...



Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.




sábado, 18 de febrero de 2017

Adriene Rich







En un concierto de Bach

Atravesando la ciudad en una noche de invierno
Dijimos que el arte y la vida son polos opuestos.
Aquí nos acercamos a un amor que no conoce la lástima.

Esta anciana disciplina, severamente tierna,
Renueva la creencia en el amor y sin embargo controla el sentimiento,
Convirtiendo lo que soportamos en una bendición.

La forma es la ofrenda más grande que el amor puede ofrecer -
La unión vital de la necesidad
Con todo lo que deseamos, todo lo que sufrimos.

Un arte demasiado compasivo es apenas un arte a medias.
Sólo tan altiva y comedida pureza
Restaura el demasiado traicionado corazón humano.
Versión de Jaime Manrique Ardila