martes, 17 de abril de 2018

Antonio Gala








Cómo comer sin ti...


¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa

costumbre de tus alas

que refrescan el aire y renuevan la luz?

Sin ti, ni el pan ni el vino,

ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso

color de la mañana

tienen ningún sentido ni para nada sirven.

Allá fuera está el mar.

Allá fuera, en el mundo, estás tú.

Comiendo tú sin mí:

tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.

Yo aquí, ante los manteles opacos

y la bebida amarga,

ante platos sin sabor ni colores.

Lo intento, sí, lo intento, pero cómo

comer sin ti, ni para qué...

Tú te has llevado tu olor a bosque

y el gusto de la vida.

Fuera están mar y aire.

Dentro, yo solo frente a la mesa puesta

que ha perdido su voz y su alegría.



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