martes, 31 de diciembre de 2019

Aurelio Gonzalez Ovies

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A veces esta casa me entristece
cuando cae la noche.
Tus vestidos colgados en la percha,
esta silla con restos de tu cuerpo,
nuestra cama...
No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento
de estar amando en balde
o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.
Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,
de escribirnos las fechas
detrás de esos momentos en que somos felices,
de regalarnos libros.
Mismamente este cuarto me llena de abandono
cuando antes de dormir me das un beso
y me quedo mirando tus ojos que se apagan,
tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,
tu colección de botes de perfume.
Mismamente esta hora se me queda tan larga
cuando el tiempo es tan corto,
que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:
tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,
tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.


Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "



Gloria Fuertes

DESDE ESTE DESIERTO DE MI PISO


De este manantial de soledad exterior,
me brota continuamente
el agua clara de la paz;
el silencio interior me acaricia
como no sabe hacerlo ningún humano.
El silencio interior se manifiesta
y me escucho,
—aunque oigo también
los mil ruidos de la autopista
a la que dan mis terrazas—.
desde mi celda,
entre el asfalto y las golondrinas
trenzo el puente invidente
por el que paso a meditar,
que no puedo prescindir aún de las personas
de este mundo que me rodea,
que me conoce,
—o que no me conoce—,
que me adula
o hiere o ama
o envidia.

Desde este desierto de mi piso
amo en soledad a todos
y rezo un poema por los analfabetos del amor.


lunes, 30 de diciembre de 2019

Begoña Abad





Nunca aprendí a empuñar un arma
y siempre me asustó la violencia,
incluso la verbal.
Por eso, cuando sentía miedo,
cuando escuchaba gritos
o cuando me querías matar
con tus cortantes silencios,
yo escribía poemas
en lugar de defenderme.


Resultat d'imatges de haz el amor y no la guerra

José Agustín Goytisolo




PALABRAS PARA JULIA



Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.



MARIANA FINOCHIETTO.


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A ser niño
se aprende
con esfuerzo.

Hay un manual
nunca escrito
donde
dice
que el niño
persigue
con tesón,
a las hormigas,
trepa
al árbol
más alto de la plaza
y corre
como el viento
sobre el campo,
porque sí
y porque debe
correr para emular
en la tierra
a los pájaros.

Porque
un niño
se debe
la devota
construcción
de una memoria
donde
pueda reencontrarse
entre sonrisas.


Paul Éluard:






El ave Fénix

Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua...

Hay barro y rocío...

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.

La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..

Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.

Todo es color de aurora. 

Versión de Andrés Holguín

domingo, 29 de diciembre de 2019

Patricia Benito




Cuestión de práctica


Noches de esas en las que entiendes
que la teoría sin la práctica no sirve de nada
y en las que, durante un par de cervezas
y un poquito de jazz, te pides perdón
por no saberte cuidar lo suficiente,
mientras lo llenas todo de propósitos
defectuosos que volverás a no cumplir.

Lo de siempre:
falta de práctica
queriendo hacia dentro.

MIGUEL ÁNGEL YUSTA

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Esta noche.
Te quería decir en esta noche
cuando ya nadie habita en la distancia
y dormidos los pájaros
es el silencio dueño de las vidas.Te quería decir, y te lo digo,
aunque a veces me corte las palabras
el saber que tu oído las escucha
y tus ojos las miran,
que esta tarde cuando volvía a casa,
tan silencioso y solo,
mientras sobrevolaba el pensamiento
utópicos lugares,
de pronto, te me has aparecido
con tus ojos profundos
y tus manos repletas de caricias,
abierta la sonrisa,
piernas de adolescente, apresuradas
por llegar a mis brazos
y rodearme fuerte con los tuyos.
Tu cabello jugando con el viento,
extendidas las manos en el aire,
presentidas caricias.
Venías, llegabas y te quedabas...
Entonces he sentido que la tarde
se llenaba de luces
y que toda la gente sonreía.
Que aún era hermoso el mundo
y los taxis, las casas, los semáforos.
Que las tiendas, las calles , las aceras
se llenaban de luces de repente
e íbamos del brazo, felices como niños.
Pero esta tarde no has aparecido.

Por eso te lo digo,
que te he echado de menos en las horas
que otro día mataban poco a poco.
Y aunque al subir a casa
ha sonado el teléfono y me has dicho te quiero
por un momento, amor, por un momento,
las luces se apagaron en mi alma...
Por eso te repito,
pero tal vez callarme debería,
que cada tarde, amor, que cada tarde,
me dejes que la acabe entre tus brazos.

(De Amar y callar)

Carmen Castejón Cabeceira


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Vuélame

Siempre has querido
que yo volara
siempre has creído
que yo podría hacerlo.
Todavía no lo he hecho
pero tu vuélame, ¡ vuélame mi amor¡
aún cuando yo no haya subido
tú vuélame.
Vuélame sobre este cuerpo
que encarna a unos huesos cobardes,
vuélame sobre esta sustancia
sin osadía.
Vuélame , entra, puebla mi seno.
Cuando me haya rendido sin querer
¡vuélame mi amor!
vuélame y levántame
mostrándome el aire.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Alicia Calero Cervera,



Ya nunca

Ya nunca volveré a oírte gritar,
ya nunca volveremos a discutir más.
Ya nunca me sonreirás,
ya nunca nuestras miradas se cruzarán.
Los recuerdos son un leve destello del pasado.
Nunca olvidaré tu mirada ausente
ni lo feliz que eras al tenernos reunidos.
Esos cruces de miradas,
esas sonrisas a escondidas,
esas faltas de muestras de cariño
y todo ese cariño por mostrar.
Hoy ya se acabaron las lágrimas
pero nunca esos recuerdos
de cosas que ya nunca viviré otra vez.

Jorge Guillén




El mar es un olvido

El mar es un olvido,
una canción, un labio;             
el mar es un amante,
fiel respuesta al deseo.

Es como un ruiseñor,             
y sus aguas son plumas,
impulsos que levantan
a las frías estrellas.             

Sus caricias son sueños,
entreabren la muerte,
son lunas accesibles,             
son la vida más alta.

Sobre espaldas oscuras
las olas van gozando.   


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viernes, 27 de diciembre de 2019

Ernestina de Champourcín





Laxitud

La tarde gris y triste me agobia,
tengo sueño;
estiro lentamente
mis dos brazos abiertos
que se prenden al aire;
quieren cazar el tiempo,
aprisionarlo pronto,
robarle su secreto,
deshacer bruscamente sus límites estrechos.
Quiero llorar: no sé;
quiero reír: no puedo.
Los deseos
se estrellan contra la inexorable inercia
del silencio;
sobre mi corazón rueda grávido al peso
de la existencia toda.
Al fin me desperezo.
Logro romper el cerco
del malsano sopor,
pero apenas lo venzo
ya me torna a invadir
quedamente su tedio.
Luego...
Ya no sé más;
suspiro,
me paseo,
exprimo el tormentoso
lagar de mi cerebro,
destilo el elixir de su inquietud
en mi pecho...
Sujeto en mi memoria
repite el pensamiento;
la tarde gris y triste me agobia,
¡tengo sueño!...

Enrique García Bolaños






tengo todo lo que buscas
el ritmo, la mirada, el calor
el silencio, las respuestas
el color verde si te empeñas
el otoño y el invierno los tengo
dispuestos a calarte las pestañas
la tormenta, la candela
el plato de lentejas
la triste tarde de domingo
que no es hoy
que no es ahora nunca
todo lo que quieres
todo lo que buscas lo tengo
en un rincón inesperado
-un bucle desoxirribonucleico-
de tu memoria si yo supiera
en realidad qué es lo que quieres
de este montón enmarañado de cadenas





jueves, 26 de diciembre de 2019

Andrés Neuman

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Aquellos dedos tuyos...
Aquellos dedos tuyos,
dormidos como en lana,
urdían la caricia y sus efectos.
¡Tocar era tan fácil
y tanto me abrigaba
desnudar esos dedos
para tejer muñecos temporales!
Ahora tejo tu sombra,
que no es poco tejer cuando se ha amado.

Mar Herrera Diaz





El Sol aquí, siempre se va por el mismo sitio
Pero antes de irse, se queda un rato parado detrás de la encina
Con las manos en los bolsillos
Como un viejo hortelano que terminó su labor
Observando el campo
Observándonos...



-El Kuadernillo de la Bruja-

• Maribel Ortiz Ruiz •



CIRCO


Desabrochas en penumbra
el alma de tu chistera.
Y te arrancas la postiza nariz
Con mis preguntas.
No te alcanzo,
tras la voltereta de tu silencio:
el látigo de mi vértigo
no te inmuta…
De un salto mortal,
te atrapan mis dedos.
La pista de tus deseos
me ignora.
No consigo ejecutar
el tirabuzón sobre tu boca:
escondiste
la red de mi palabra.
El circo de tu pasión
se enredó de nuevo
entre el cambalache de
mis sueños…


Del libro: A tu encuentro.
Colección: Poesía en la distancia.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Lola Fontecha

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Un paréntesis que invita a vivir.
Un micronano de segundo que me lleva a ti.
Un instante que rememora tu mirada.
Un rato mas que nada es todo por ser tuya.
Una estrella fugaz que muestra la libertad.

Un espacio-tiempo,
la verdad de ser,
tus palabras,
tu olor
y la eternidad de un poema...
Buenos días, mundo. Continuemos lo empezado, vivir merece el esfuerzo
invertido en el camino de la existencia.
Versos que me digas al oído y la soledad parada en una estación de tren
para volver a sonreír sin el miedo a ser sorprendidos.
Hoy los besos los aderezas tú, en la ensaladera de la vida.



Ana García Briones

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Algún día,
los que no creen
en la poesía
buscaran alimento
para sus sueños,
necesitarán un sol
y el verde intenso
de la hierba
que riza la primavera.
¡Mira ese pobre caminante
con el alma afligida
y la sangre derramada
por las espinas del camino!
No te rindas poeta,
graba el instante
de un abrazo cristalino
en el corazón de los hombres,
una ilusión mayor
que el mar y el cielo.
Algún día,
los que no creen
en la poesía
necesitarán del alma
que entregó el poeta
para aliviar

sus sufrimientos.


De: Anida en mi ser