miércoles, 30 de diciembre de 2020

José Agustín Goytisolo



PALABRAS PARA JULIA


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

martes, 29 de diciembre de 2020

Carmen Castejón Cabeceira

 


Vuélame
Siempre has querido
que yo volara
siempre has creído
que yo podría hacerlo.
Todavía no lo he hecho
pero tu vuélame, ¡ vuélame mi amor¡
aún cuando yo no haya subido
tú vuélame.
Vuélame sobre este cuerpo
que encarna a unos huesos cobardes,
vuélame sobre esta sustancia
sin osadía.
Vuélame , entra, puebla mi seno.
Cuando me haya rendido sin querer
¡vuélame mi amor!
vuélame y levántame
mostrándome el aire.

Patricia Benito



Cuestión de práctica
Noches de esas en las que entiendes
que la teoría sin la práctica no sirve de nada
y en las que, durante un par de cervezas
y un poquito de jazz, te pides perdón
por no saberte cuidar lo suficiente,
mientras lo llenas todo de propósitos
defectuosos que volverás a no cumplir.
Lo de siempre:
falta de práctica
queriendo hacia dentro.

Alicia Calero Cervera,







Ya nunca

Ya nunca volveré a oírte gritar,
ya nunca volveremos a discutir más.
Ya nunca me sonreirás,
ya nunca nuestras miradas se cruzarán.
Los recuerdos son un leve destello del pasado.
Nunca olvidaré tu mirada ausente
ni lo feliz que eras al tenernos reunidos.
Esos cruces de miradas,
esas sonrisas a escondidas,
esas faltas de muestras de cariño
y todo ese cariño por mostrar.
Hoy ya se acabaron las lágrimas
pero nunca esos recuerdos
de cosas que ya nunca viviré otra vez.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Jorge Guillén


El mar es un olvido



El mar es un olvido,
una canción, un labio;
el mar es un amante,
fiel respuesta al deseo.
Es como un ruiseñor,
y sus aguas son plumas,
impulsos que levantan
a las frías estrellas.
Sus caricias son sueños,
entreabren la muerte,
son lunas accesibles,
son la vida más alta.
Sobre espaldas oscuras
las olas van gozando.   

domingo, 27 de diciembre de 2020

Ernestina de Champourcín







Laxitud

La tarde gris y triste me agobia,
tengo sueño;
estiro lentamente
mis dos brazos abiertos
que se prenden al aire;
quieren cazar el tiempo,
aprisionarlo pronto,
robarle su secreto,
deshacer bruscamente sus límites estrechos.
Quiero llorar: no sé;
quiero reír: no puedo.
Los deseos
se estrellan contra la inexorable inercia
del silencio;
sobre mi corazón rueda grávido al peso
de la existencia toda.
Al fin me desperezo.
Logro romper el cerco
del malsano sopor,
pero apenas lo venzo
ya me torna a invadir
quedamente su tedio.
Luego...
Ya no sé más;
suspiro,
me paseo,
exprimo el tormentoso
lagar de mi cerebro,
destilo el elixir de su inquietud
en mi pecho...
Sujeto en mi memoria
repite el pensamiento;
la tarde gris y triste me agobia,
¡tengo sueño!...

Julio Cortázar



Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte

sábado, 26 de diciembre de 2020

Consuelo Jimenez

 




ME GUSTA TENERTE


Hoy me acordé de ti,
en la arruga del espejo,
en la palabra que está por llegar,
en la forma de mis manos,
en el peine que usabas,
en las patatas panaderas de mi plato.
Hoy me acordé de ti,
en silencio,
en el ahora,
en el ayer de mis versos,
sin prisa, livianos.
Hoy me acordé de ti,
en los ojos azules del universo,
yo sé que son los tuyos,
traducen mi camino.
Hoy me acordé de ti,
en la luz de la sombra,
junto al jazmín de un corazón tierno.
Así eras tú,
así sigues conmigo.


.

Andrés Neuman



Aquellos dedos tuyos...
Aquellos dedos tuyos,
dormidos como en lana,
urdían la caricia y sus efectos.
¡Tocar era tan fácil
y tanto me abrigaba
desnudar esos dedos
para tejer muñecos temporales!
Ahora tejo tu sombra,
que no es poco tejer cuando se ha amado.

• Maribel Ortiz Ruiz •



CIRCO


Desabrochas en penumbra
el alma de tu chistera.
Y te arrancas la postiza nariz
Con mis preguntas.
No te alcanzo,
tras la voltereta de tu silencio:
el látigo de mi vértigo
no te inmuta…
De un salto mortal,
te atrapan mis dedos.
La pista de tus deseos
me ignora.
No consigo ejecutar
el tirabuzón sobre tu boca:
escondiste
la red de mi palabra.
El circo de tu pasión
se enredó de nuevo
entre el cambalache de
mis sueños…


Del libro: A tu encuentro.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Lola Fontecha



Un paréntesis que invita a vivir.
Un micronano de segundo que me lleva a ti.
Un instante que rememora tu mirada.
Un rato mas que nada es todo por ser tuya.
Una estrella fugaz que muestra la libertad.
Un espacio-tiempo,
la verdad de ser,
tus palabras,
tu olor
y la eternidad de un poema...
Buenos días, mundo. Continuemos lo empezado, vivir merece el esfuerzo
invertido en el camino de la existencia.
Versos que me digas al oído y la soledad parada en una estación de tren
para volver a sonreír sin el miedo a ser sorprendidos.
Hoy los besos los aderezas tú, en la ensaladera de la vida.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Antonio de Padua Diaz





Cuando el sol inunda las entradas de mi casa
sé que estás a mi lado
porque tu piel de él forma parte,
hueles a papelería antigua,de otros tiempos,
a lápiz de madera y grafito,
en tu alma ecológica recoges a pobres diablos
y con mano izquierda lirios azules,
besas a los amigos con tu boca poderosa
y a los hombres,con la mirada.
Siempre creo que formaste parte de mi vida
y jamás te he vivido,
como naúfrago solitario te espero
agarrado a la madera de lo poco que me queda:
unos cuantos poemas,cinco corbatas y mis libros preferidos,
no sé si existes tú,isla María,
en mis versos o en mi deseo,
pero hoy tu nombre se hace agua en mi boca
y a diario lo pronuncio,
volver a soñar con imposibles a tu lado,
pasear por las ciudades enlazados
y que en los hoteles nos conozcan por señores amor,
si algún día te puede la nostalgia
en el borde del mar búscame,
siempre te espero en la arena,allí donde nace el infinito.

Abelardo Linares



EN LA MAÑANA DEL MUNDO


Apenas la caricia de tu mano.
Mi piel es de cristal cuando me tocas.
¿Qué apaciguada luz, qué temblor hecho brasa
se deslíe en mis ojos si me miras?
¿Dónde hiere tu risa y por qué hiere
si con ella me abres la mañana del mundo?
Tu existir me hace un dios y tú me creas.
No hay mayor claridad ni otro misterio

Brenda Lopez Soler



Sólo tengo la palabra para que te quedes.
En este sagrado territorio sin espacio.
O es que quizá, es todo el espacio mismo.
Y no tenemos ojos para verlo, o no sirven.
Porque desborda todas las viejas razones de la tierra.
Y ni siquiera tengo la voz ni el gesto.
Ni el cuerpo ni el sueño.
Ni nada de lo conocido,
Para mostrártelo y que me muestres.
Cómo es posible entonces que sigamos aquí.
Y que te quedes sin entrarnos.
En esta extraña concupiscencia sin límites .
Ni labios ni manos.
Ni sexo de desordenadas sábanas blancas,
Debe de haber algo ancestral y milenario.
En lo que defiendo y defiendes.
- O es esto todas las razones del silencio, y quererte -

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Julia Gutiérrez



Podríamos ajustar nuestros versos
afinar el poema en tardes como esta
en la que la poesía llama a mi puerta
pero pregunta por ti,
corretea por la casa como una loca
y porque te intuye, te busca,
rastrea tus huellas siguiendo tu olor.
Y ahora se ha ido, justo antes de que yo
escriba una sola letra.
Sabe que si encajáramos una estrofa tuya
con un fragmento hecho por mí,
serían ellas, las palabras, quienes dijeran
que en estas tardes, sobre un papel,
hay una forma nueva de querernos
y que al recitarnos hacemos de mi casa tu hogar
y de su música creamos nuestro mundo
y eso es algo bueno
al menos, en mi caso.

martes, 22 de diciembre de 2020

VICENTE ALEXANDRE

 





Como la mar, los besos.
No importan los emblemas
ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
aquí aún te hablo.

Eras más consistente,
más duradera, no porque te besase,
ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves.
Quizá porque, rodada
sobre playa sin fin, no pude hallarte.
La huella de tu espuma,
cuando el agua se va, queda en los bordes.
Sólo bordes encuentro. Sólo el filo de voz que
en mí quedara.
Como un alga tus besos.
Mágicos en la luz, pues muertos tornan.



Antonio Gala

 





Ella


Bebió en tu boca el tiempo enamorado
y la cuajó con besos de paloma.
Casto tu cuello, sobre el oro asoma
tan sólo por el oro acariciado.
Lunado el pelo, el corazón lunado,
rubor apenas por el aire aroma.
Amapola ritual tu torso toma
y te aparta del mar verde azulado.
Tu mirada de miel, marisma ardiente,
la luz antigua con las luces nuevas
-recién despierta y ya cansada- alía.

Te duele la victoria, y dócilmente
a cuestas tu destino de amor llevas,
delicada y sangrienta vida mía.    



Eladio Orta,

 






mercedes tiene las piernas suaves como el coral
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón


mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes

menos a cama -desgraciadamente-
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchado juntos
y hemos insultado al conductor
que nos ha encharcado de agua hasta el cuello

cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchazo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos


mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa


mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternamente
espero que la columna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con un parche pirata
y me retiren el carnet de ciclista




mercedes te quiero
no abandones a este postperdedor

lunes, 21 de diciembre de 2020

• Nuria Ruiz Fernández •



LABERINTOS


Laberintos de melancolías
confluyen en la desembocadura
de un océano de confusiones.
No sé cómo frenar
los impulsos del enigma
que navega contra corriente.
Las marismas del misterio
sortean libremente
los meandros de mi conciencia.
Y ya no puedo más.
Quiero huir hacia atrás
y la falta de velas
en mi máquina del tiempo,
me lo impide.
Y ya no puedo más.
Deseo adormecerme en la popa
de mis pensamientos
y la ausencia de orientación
me obliga a estar alerta.
Y ya no puedo más.
El navío del silencio se ancló
en el estrecho de mi sinsentido
y se niega a poner rumbo
hacia el puerto de las sinceridades.
Del libro: A tu encuentro.

Sara Zapata





VERANO


Todo es posible en verano,
quitarse los zapatos,
pasear por la vida
comiendo helado
y saltar a la piscina
desde un trampolín
a tres metros de altura de la cordura.
Todo es posible en verano
porque el sol quema, calienta
y refrescarse a besos
y desnudarse,
es más sencillo que en el frío invierno.
Subir a un avión, cerrar los ojos
y abrirlos en Singapur
donde no entiendes
ni te entienden
y suspiras aliviada
por desprenderte de las palabras
y volver al gesto,
tan universal y prehistórico
como el dolor.
Pero luego está lo otro,
el despertar picoteada de mosquitos
que no sólo avivan el escozor
sino también la conciencia
un martes cualquiera
a las tres de la madrugada.
Sacar la ropa del año pasado
envuelta en recuerdos
y descubrir que no,
que ya no.
Todo es posible en verano,
todo,
menos lo que siempre,
fue imposible.

Gloria Fuertes

 



DESDE ESTE DESIERTO DE MI PISO


De este manantial de soledad exterior,
me brota continuamente
el agua clara de la paz;
el silencio interior me acaricia
como no sabe hacerlo ningún humano.
El silencio interior se manifiesta
y me escucho,
—aunque oigo también
los mil ruidos de la autopista
a la que dan mis terrazas—.
desde mi celda,
entre el asfalto y las golondrinas
trenzo el puente invidente
por el que paso a meditar,
que no puedo prescindir aún de las personas
de este mundo que me rodea,
que me conoce,
—o que no me conoce—,
que me adula
o hiere o ama
o envidia.

Desde este desierto de mi piso
amo en soledad a todos
y rezo un poema por los analfabetos del amor.

Pedro Salinas

 






No te veo. Bien sé...



No te veo. Bien sé
que estás aquí, detrás
de una frágil pared
de ladrillos y cal, bien al alcance
de mi voz, si llamara.
Pero no llamaré.
Te llamaré mañana,
cuando, al no verte ya
me imagine que sigues
aquí cerca, a mi lado,
y que basta hoy la voz
que ayer no quise dar.
Mañana... cuando estés
allá detrás de una
frágil pared de vientos,
de cielos y de años.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Benjamín Prado



Tú ya me entiendes
Las veces que no quiero formar parte de mí.
Las veces en que todo lo que piensas te engaña.
Las veces que te das por desaparecida.
Las veces que sería cualquiera menos yo.
Las veces en que muerdo la mano que me cura.
Las veces que seguirte es andar sobre el hielo.
Las veces que tu nombre da vueltas en mi anillo
como un tigre enjaulado.
Las veces que no somos quienes tú y yo creemos.
Las veces que el orgullo nos tiende una emboscada.
Las veces que brindamos para romper las copas.
Las veces en que acaba el cuento y gana el lobo.
Las veces en que hay sombras que te hablan al oído.
Las veces en que somos dos francotiradores.
Las veces que el dolor es lo que dijo Shakespeare:
la piedra en que se afila la venganza.
Las veces que preguntas de qué lado se esconde
lo que te hizo construir el muro.
Las veces en que olvido que tú serías única
si no fuera porque lo somos todos.
Tú ya me entiendes: sabes que esta guerra es mentira,
que no habrá derrotados,
que nadie va a caer:
sólo quiero vencerte
y después compartir mi victoria contigo.

sábado, 19 de diciembre de 2020

• Hélène Laurent •





Gran expectación en la sala
es que los artistas están de moda.
Desfile de habilidades
bajo embellecedoras luces,
mascaras y coturnos
se llevan los aplausos.
No faltó ni un detalle,
la fosa está en pie
y tras la merecida ovación
cae el telón…
…pero no las mascaras.
Gran expectación en la sala
es que los artistas están de moda.
Desfile de habilidades
bajo embellecedoras luces,
mascaras y coturnos
se llevan los aplausos.
No faltó ni un detalle,
la fosa está en pie
y tras la merecida ovación
cae el telón…
…pero no las mascaras.

Begoña Abad



Tuve dos hijos.
Uno antes que otro, uno más bajo que otro,
uno más fuerte que otro, uno menos moreno que otro,
uno más herido que otro, uno con menos miedo que otro,
uno más necesitado que otro, uno menos capaz que otro,
uno más pez que otro, uno menos ave que otro,
uno con menos talento que otro, uno con más abrazos que otro,
uno más menos que otro. Uno a uno, un hijo.
A ambos se los llevó la vida a su vida
y yo me quedé en la mía.
Nos encontramos siempre por el camino
porque la vida sólo es una, más o menos.

Lu.Sesma.



No se si cenar, ayunar o llorar,
no se si reír, hablar o llorar,
no se si trabajar, mirar al cielo o llorar,
tan solo llorar.
No se si contar verdades,
disimular defectos, o llorar,
no se si contar amigos con solo un dedo, o llorar,
tan solo llorar.
No se si amar a alguien, amar a quien no me ama, o llorar,
no se si pedir a gritos la luna, el sol quizás,
no se si medir mis fuerzas contigo, con el viento, o llorar,
tan solo llorar.
No se si dormir,
sí, dormir...., dormir y soñar,
y llorar.

viernes, 18 de diciembre de 2020

MARÍA CARVAJAL



QUÉ HACEMOS


Qué hacemos con los tipos de interés
y las cláusulas suelo,
si esos tipos no interesan
y nos hipotecamos sobre terrenos pantanosos.
Qué hacemos con las multinacionales
y los productos transgénicos,
si me lees desde tu móvil de última generación
mientras te reflejas en la piel de una manzana.
Qué hacemos con las farmacéuticas
y los contratos basura,
si no nos curamos de envidias y rencores
y seguimos sin tirar el papel al contenedor azul.
Qué hacemos con el amor que nos sobra,
si al final lo convertimos en ego.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Loli González

 



Danza

En este corazón llevo toda mi fortuna...
y toda mi ventura.
De vez en cuando lo saco a pasear
para que sienta el caudal de la vida.
El él, deposito toda mi fé
pero siempre late al acorde de sus arpegios.
A veces baila con la cadencia de un tango, otras en cambio,
a ritmo de boleros.
Yo le doy la opción para que elija su danza
pero este indómito corazón
se constriñe en mi pecho
con el beneplácito
de sus inquietas venas azules.

Güil Martin ( Ramón Guillermo )









Son las personas
que llevan el Amor,
hasta en las plantas de los pies,
las que deben construir el mundo.
Esas personas que entran
en nuestros sueños,
en nuestros pensamientos,
en nuestras fantasías...
Entran con la mágica llave
del amor sincero, y se quedan
dentro de nuestro mundo
para quedarse, por siempre.
Son las personas
que llevan el Amor,
hasta en las plantas de los pies,

Joaquín Suárez.

 




RICOS Y MENDiGOS



Unos,protegidos
por el orden económico,
la ley del más fuerte,
navegan a vela desplegada,
a favor del viento.
Otros, en el mismo yate de lujo
cocinan los manjares,sirven las mesas,
friegan la vajilla,comen las migajas
y barren platos rotos
en el banquete de los potentados.
Unos ricos y otros mendigos.


Joaquín Suárez.
( " Los otros salmos " )

Mario Benedetti

 




Chau número tres

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote. 

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Vicente Molina Foix



Tren fantasma

Al final de la barra apareciste
como un tren fantasma
que mueve campanillas.

Tu cara aún tenía
el susto del viajero
que, en vagón de madera,
siente los escobazos, el hilo de
la muerte, la calabaza hueca.

Querías compañía para entrar en el túnel.

No te la di, no puedo.
He de ocupar mi sitio
detrás de las cortinas,
para seguir aullando
y mordiendo a los niños.

-DAVID GONZÁLEZ-

 





las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer

lávate bien
las manos

no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias




natalia belleq






Mi culpa...
lo que callé y no pude 

decir, lo que dije y se me castigó...
mi culpa...
lo que no hice y lo que hice 

también, y lo que hice mal, 
regular o bien,
mi culpa...
lo que llegó tarde y lo que 

llegó antes y lo que 
no llegó nunca...
mi culpa...
si sonreí sin querer, 

si lloré de más, si iba o venía ...
mi culpa
Si dije un te quiero cuando 

te quería y te dejé de 
querer, mi culpa,
Mi culpa si me siento mal, 

si soy vulnerable, si siento 
tristeza, si estoy cansada, 
si digo lo que pienso, si no 
lo digo, si finjo que todo va, 
si no lo hago...
Mi culpa ...
Por perder los nervios, por 

estar tranquila, por 
entender, o por no 
entender nada,
mi culpa...
Por construir mi mundo, 

por adorar al diablo, por 
imaginarme en las nubes, 
por respirar, por querer 
ahogarme, por ahogarme 
y no hacer nada, por salvar 
lo insalvable, por cantar, por 
bailar, por ser feliz, por 
luchar, por rendirme, por 
subir y bajar...mi culpa
Mi culpa por preguntar, por 

querer saber, por intentar, 
por salir, por entrar, por 
hacerlo bien, por estar 
apagada o por brillar, por 
querer comerme el 
mundo, por cerrar los ojos, 
por soñar, por 
simplemente dormir, por
morir y nacer, por vivir... mi 
culpa...

Resultado de imagen de mi culpa

Fabiola Rubio



Me encanta tenerte así
sentada en mis piernas,,
recostada sobre mi cabeza
mientras me deleito del placer
que es verte sonreír.

Por momentos dejas salir
a tu niña interior y la inocencia
con la que sus ojos me miran
hace que me enamore aún más.

La forma en la que me tocas
y acaricias,
el bien que me hace tu persona,
el saber(te) tan mia y tan loca...

Somos el marco perfecto de esta
bendita manía de amar(nos) sin
medida, ni cordura, así te he de querer toda mi vida y parte de la otra.




©Copyright - Derechos Reservados 2018.

La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, personas sentadas, noche e interior

jueves, 27 de septiembre de 2018

José Manuel Acosta.



SALMO DE LA SOLEDAD
**************************

Mi último verso
espera ser una lágrima
escrita en silencio.
En mis palabras aún
hay migajas de sangre
mecanografiadas
en las grietas de los labios.
Restos de fe
que se ríen a carcajadas
mientras la vulgar
tristeza y el miedo
tienen sexo sin consentimiento
destruyendo el epílogo
de la noche,
subrayando los adverbios
que perecen en minúsculas
porque se quedaron
los abrazos sin óvulos,
y no hay fecundación
in vitro para que nazcan
dos iguales.
Como el amor, como las palabras.
Un hiato
en busca de su diptongo.



La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano


Ana García Briones






Aquel día
recogí todas las flores
todos los perfumes
del aire.
Quería sembrar
de aromas
mis espacios
llenar el silencio
de esencias.
Quería regalarme
la vida.
Aquella mañana
en el atardecer

de aquel lugar
bailé entre campos
de amapolas

con la poesía

Partos de luz








Jóhann Hjálmarsson


                                                              ¿Es la muerte la única salida?
                                                                                          Octavio Paz





¿Es la muerte la única salida?
La meta, más allá de los mares y montañas.
La montaña es el eco de la muerte, el agua es el reflejo de la muerte.
Y sin embargo la muerte es brisa, soplo en el desfiladero,
onda en la superficie del agua.
¿Es la muerte la única salida?
La historia tiene el rostro de la muerte,
todo lo que se muestra a nuestros ojos,
todo lo que tocamos, pertenece a la muerte
En el hito está la muerte
y en el mojón de las palabras.
El aleteo del somorgujo
en lo más alto del páramo
nos desvela algo sobre la muerte.
¿Es la muerte la única salida?
Ningún camino lleva lejos.
Pero cuando nos detenemos,
y no podemos seguir
nuestra voluntad acompaña a la muerte
y las dos, incansables,
siguen su camino.

Jóhann Hjálmarsson en Ákvördunarstadur myrkrid (1985), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de José Antonio Fernández Romero).

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Pablo Martínez Zarracina



LOS INVITADOS


Dame la mano. Ven. Abandonemos
esta fiesta insistente
en la que hace tanto tiempo que estamos
atrapados
sin saber ya muy bien qué se celebra.

Busquemos el refugio de un rincón
velado por la sombra
o ganemos mejor la intimidad
de esos cuartos de arriba en los que los abrigos
aprovechan la ausencia de sus dueños
para fingir que han sido asesinados
sobre una cama ajena y misteriosa.

Nadie se dará cuenta. Sígueme.

Entremos con cuidado en esa habitación
y cerremos la puerta,
acallando las risas y los suaves aplausos
que animan al pianista a interpretar
una canción radiante, de otro tiempo.

Y ahora que estamos solos, ven aquí.
Déjame que te diga: "Estás preciosa"
y vamos a abrazarnos un instante,
en medio del silencio,
sintiendo en lo más hondo, muy profundo,
la alegría profunda de estar vivos.

                            De Los invitados, 2005

Lu sesma




Después de varias semanas
de oscuridad,
hoy por fin, abro el armario
para guardar en él
todas mis gastadas vestiduras.
Las perchas se apelotonan en su barra
como los años recorridos.
Cojo la primera percha
y cuelgo en ella la angustia,
arrugada y descolorida
de tanto usarla.
En la segunda percha
cuelgo el miedo.
La coloco al fondo
para que me cueste encontrarla
la próxima vez que abra el armario.
Busco otra percha vacía
y cuelgo en ella las manías,
son muchas,
y tendré que comprar perchas nuevas, 

así que, por el momento dejaré algunas fuera,
que todavía me pongo.
En la última percha
colgaré algún sueño perdido
que ya no me sirve.
Lo estiro bien,
con cuidado, con mimo,
por si tengo que volver a ponérmelo alguna vez.
Lo pongo entre las perchas
de la nostalgia y la infancia.
Sigo buscando más perchas vacías, quedan pocas
y me cuesta encontrarlas.
Descubro la percha donde hace meses colgué la ilusión.
Hoy me apetece ponérmela,
me queda bien, me encuentro guapa.
Cierro el armario
hasta la próxima vez.
Nunca me ha gustado
colocar los armarios,
seguiré otro día. 


martes, 25 de septiembre de 2018

Pedro Javier Martín Pedrós.





Viajo por los raíles de este día
con el corazón lleno de
nostalgias,
a veces con sobrepeso.

Silencios en los rostros de mis
compañeros de viaje por Roma.

La religiosa mueve con armonía rítmica
su rosario austero de madera, con olor
a sándalo.

Espero que su generosidad no tenga
fronteras y me llegue alguna
fragancia de sus oraciones.

Recuerdo, con caricias visuales,
a la joven con esclerosis múltiple por
su mar de sonrisas.

No muy lejos de aquí, lloran,
en los cimientos de su fe,
cristianos en el vaticano.

Florencia

Del libro: Poesía en la distancia.

Vicente Aleixandre,

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JUVENTUD



Estancia soleada:
¿Adónde vas, mirada?
A estas paredes blancas,
clausura de esperanza.
Paredes, techo, suelo:
gajo prieto de tiempo.
Cerrado en él, mi cuerpo.
Mi cuerpo, vida, esbelto.
Se le caerán un día
límites. ¡Qué divina
desnudez! Peregrina
luz. ¡Alegría, alegría!
Pero estarán cerrados
los ojos. Derribados
paredones. Al raso,
luceros clausurados.

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Loli González

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lunes, 24 de septiembre de 2018

Wislawa Szymborska









Amor a primera vista


Ambos están convencidos

de que los ha unido un sentimiento repentino.

Es hermosa esa seguridad,

pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían

no había sucedido nada entre ellos.

Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos

en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles

si no recuerdan

-quizá un encuentro frente a frente

alguna vez en una puerta giratoria,

o algún “lo siento”

o el sonido de “se ha equivocado” en el teléfono-,

pero conozco su respuesta.

No recuerdan.

Se sorprenderían

de saber que ya hace mucho tiempo

que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada

para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,

que se interponía en su camino

y que conteniendo la risa

se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,

pero qué hacer si no eran comprensibles.

¿No habrá revoloteado

una hoja de un hombro a otro

hace tres años

o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.

Quién sabe si alguna pelota

en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres

en los que un tacto

se sobrepuso a otro tacto.

Maletas, una junto a otra, en una consigna.

Quizá una cierta noche el mismo sueño

desaparecido inmediatamente después de despertar.



Todo principio

no es mas que una continuación,

y el libro de los acontecimientos

se encuentra siempre abierto a la mitad.


De “Fin y principio” 1993

Wislawa Szymborska (1923)  Nació en Kórnik, Polonia 








Mar Blanco





MUJER DE AGUA




De tanto mirar como vienen y se van las olas,
he empezado a transformarme en el oleaje mismo.
Cada vez que me arrojo al mar, me encuentro.


📷P. G. Ehlinger

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domingo, 23 de septiembre de 2018

Walt Whitman

 


NO TE DETENGAS



No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Versión de: Leandro Wolfson

Andrés Carlos Méndez Pérez


Personas, Hombre, Adulto, Manos, Niño

Mis manos se
entierran en la arena
recién lavada,
las olas rompen abrazando mis muñecas,
el sol oscurece
la  mirada,
la brisa me sumerge en sensaciones.

Contemplo aquellos paisajes añorados,
me divierto ante
la ausencia de compañía,
disfruto de mí,
leyéndome por dentro,
compartiendo mi soledad,
buscando
el espejo amigo.



Rosa Pazos




PAZ, INDÍCAME EL CAMINO



Sé que llegarás ¿Pero cuándo, apartaras mis sombras?
Y vendrás, sé que vendrás con la luna que nace en noches transparentes.
Ven, te espero sin tregua,
necesito que me digas como vivir.

Atiende urgente a mi llamada,
que te adivino cerca.
Muéstrame con susurros,
o con gritos, tus serenas pisadas.
Indícame el camino...

Tal vez, nunca te he dicho que te amo,
que cuando estás conmigo todo es quietud.

No deseo retornar al túnel de la noche,
al ahogo de mis lágrimas ácidas.
Quédate aquí, siempre conmigo
para que yo pueda dormir
sobre tus parpados.


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sábado, 22 de septiembre de 2018

María Del Pilar Gorricho Del Castillo



Poema que me destrozas
en este dolor de parto
para alumbrarte cuanto antes
de mi ser, que es el tuyo.
Justa es la palabra donde romper aguas
ecuánime la fuente de castalia y la humedad
de su perfecta sed.
Llegas con el cordón umbilical
en dos vueltas, estrangulando estos dientes
que no han de morder de las tripas su hemorragia.
Te empeñas en no nacer por ti solo
en lo entristecido de las expiraciones.
Seguir incubando en el lóbulo
recóndito del silencio y su horizontal deseo
alguna que otra herida de la memoria
y mostrarte
todavía más férreo a los posibilidades.
Y yo...
yo dominada por los secretos
de otros poetas y sus versos ya nacidos.
Sus versos de plumas embriagadas
desde ese mamar discontinuo del estrado
y sus huecos memorables.
Quería ser como ellos,
bosques de hayas
esperando del verano lo extinto
que deja el fuego en su brillo consumado.
Para perderse entre las cenizas de las páginas
solo hay que ser uno más.
Abrazar las aguas, mojarse de bruces ,
o en la delicada forma de salpicar
de la piedra desde su inmóvil espera,
acontecer la carne del verbo.
Me transfundí horas, noches donde reposar
este no nacer tuyo,
y con el fórceps del no sentirte
en esa patada en la boca misma del estomago
despellejé mi corazón, mi mente,
mis ultimas formas de morir
a lo agazapado de tu posición observadora.
Mojando la delirante letra que me nombra
estabas allí,
siempre estas allí
pero no germinas de la provocación,
no con el meconio último del subconsciente
y su calambre requerido.
Tu naces de la contracción sensitiva
donde aguardan las emociones su desarrollo.
Y yo, había dejado de sentir
y no paraba de querer escribir.


Photoshop, Espacio, Universo, Cielo

Nieves Alvarez




Hablar


No sé si hablar de crisis o sunami,
olas que de un plumazo -o lentamente-,
te quitan la cartera, el corazón,
las vísceras del día y de la noche,
el trabajo, la luz, el sueño, el hambre,
las ganas de vivir y de soñar.

No sé si hablar de reyes o repúblicas,
de aquellos y de todos, de políticos,
de corruptos, banqueros, pederastas,
gentes de verbo fácil y bolsillo difícil,
golpes de pecho y mala compostura
los días de diario y fiestas de guardar.

No sé si hablar de ti, de mí, de aquellos
que critican en casa. Esas personas
que no protestan nunca, no se quejan
ni cuando les aprietan los zapatos.
Se conforman, comprenden, son idiotas
que se callan y dejan de luchar.

Dime, amigo mío:
¿De qué te puedo hablar?




Jose Angel Garrido Cárdeno






Habéis borrado nuestros nombres,
pretendiendo así,
arrancarnos de nuestras raíces.
Ya no podemos reír en la calle
pero recordad que nuestras miradas
no se borran,
no están dibujadas con tiza en la pizarra.


viernes, 21 de septiembre de 2018

Vicente Huidobro


Para llorar
    Es para llorar que buscamos nuestros ojos
    Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
    En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas
    Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día
    Y sobre nuestra memoria de carne
    Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte sentada.

    Junto a la novia
    Escondemos nuestra voz de todas las noches
    Porque acarreamos la desgracia
    Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras
    Respiramos más suavemente que el cielo en el molino
    Tenemos miedo.

    Nuestro cuerpo cruje en el silencio
    Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
    Es para llorar que buscamos palabras en el corazón
    En el fondo del viento que hincha nuestro pecho
    En el milagro del viento lleno de nuestras palabras.

    La muerte está atornillada a la vida
    Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar
    Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada
    Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria
    Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable
    El viento abre los ojos de los ciegos
    Es para llorar para llorar.

    Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces
    Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras
    Paloma de nube y de noche
    De nube en nube y de noche en noche
    Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro
    Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido.

    Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios
    Es para poder llorar, es para poder llorar
    Porque las lágrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde.

    Es para llorar que la vida es tan corta
    Es para llorar que la vida es tan larga.

    El alma salta de nuestro cuerpo
    Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
    La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
    La noche llega a paso de montaña
    Sobre el piano donde el árbol brota
    Con sus mercancías y sus signos amargos
    Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
    La ciudad cae en el saco de la noche
    Desvestida de gloria y de prodigios
    El mar abre y cierra su puerta
    Es para llorar para llorar
    Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino.

    Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
    Y la cabellera ardiente de la dicha
    Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma
    Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes
    En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana.

    Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia
    Y que no apagamos el fuego del cerebro.

    Es para llorar que la muerte es tan rápida
    Es para llorar que la muerte es tan lenta.

Laura Gutiérrez Cortés




Desangraste la savia
de mis latidos, gota a gota,
pero el árbol fuerte
supera la gangrena y
sus hojas danzan tibias
a pesar del invierno.

Me observas en los espejos
de otras miradas, otras risas,
y nunca mi retorno a tus ramas,
como tampoco la libertad
de mi cabello entre tus dedos.

Eres ahora soledad y silencio,
en una primavera engendrada
que no agota sus días,
como maldición y arañazos
sobre un corazón seco.

Mis segundos transcurren bebiendo a sorbos, amor en carne viva...
-Muy a tu pesar -



Maria Prados Garcia.






LA VIDA


La vida me enseñó
a echar de menos,
a pasar hojas
que derraman miedos.
Fotograma a fotograma
prendidos en el recuerdo.
Imágenes imantadas
en la retina del tiempo.
Fotos en color
que se vuelven
en blanco y negro.
Pero también aprendí,
a saborear instantes,
mirar a los ojos,
decir un te quiero.
A vivir la vida
solo por momentos,
dar una caricia
luchar, sonreír,
un abrazo, un beso.
También aprendí...
A seguir viviendo.