miércoles, 30 de junio de 2021

Ángel González



Breves acotaciones para una biografía
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.

Gioconda Belli,



Y Dios me Hizo Mujer


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigar
atodo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas

Pedro Martín Cordón



Al borde de sus ojos el rocío
sembró perlas de llanto contenido.
Párpados de llorar endurecidos.
Bien saben de hambre y sed, de lluvia y frío,
La mano temblorosa en el vacío
buscando la presencia sin gemido
del padre que quedó de muerte herido,
su madre hacia adelante con un crío.
Niño que te arrancaron de tu nido
convertido en escombro, destruído.
Sigue, no te detengas, niño mío.
Siempre adelante, de luz bendecido.
Que detrás de los negros escalofríos
el corazón de Dios se muestre pío.

martes, 29 de junio de 2021

Kate Naess





Sería estupendo salir
con la tempestad y la tormenta como amigos
aliados con las fábricas de niebla
el siniestro les vale
es eso lo que quieren los barcos
dejarlo todo
hundirse en su propia ilusión
de seguridad
acostarse en calma sobre el fondo

lunes, 28 de junio de 2021

Brenda Lopez Soler.

 




Lo que yo quiero , amor.

Es tan simple como pasar el dedo por los labios.
Y que no se desmoronen las torres del aire.
Como un cataclismo de amapolas.
Tan brutal como el último rayo de sol.
De toda la luz contenida.
Detrás del muro azul noche.
Adivinándose en grietas horizontales.
Como el único camino que marca la entrega y la lujuria.
Tan mortal y agua.
Tan sagrado y final.
Tan leve y fuego.
Tan pornográfico y peligro.
Como la historia de tu boca entreabierta.
Lo que yo quiero, amor.
Es que no me termines.

domingo, 27 de junio de 2021

Jose María Parreño



Descálzate...
Descálzate
los ojos:
el mundo es un jardín
de páginas
o un libro
¿qué sabría
si no fuera por él?
¿de quién habría aprendido
tolerancia y bondad
sino del suelo
que lo mismo alimenta
la ortiga que el jazmín?
si no fuera por la noche
y el alba
¿cómo habría tenido la certeza
de que nada termina
de que todo termina
de que se llora hasta la última lágrima
y luego nos despierta
la serenidad?
¿cómo habría escrito versos
sin escuchar el ritmo
de la lluvia?
¿cómo habría escrito prosa
sin haber visto que la nieve contaba
de manera distinta la ciudad?
¿de quién aprendí humor
sino de nubes?
¿de quién paciencia más que del almendro
que espera el año entero
por un día?
¿de quién pasión más fiel
que del torrente:
cada deshielo
buscando sin dudar
el mismo cauce?
¿generosidad de quién sino de octubre
que marcha hacia el invierno
derrochando en monedas
el oro
que ganó bajo el sol?
¿de quién sabiduría más que del paisaje
que en cada ocasión se las arregla
para hacemos anhelar
lo que inexorablemente
le sucede?

Juan Risueño Lorente.

 







LATIDOS



Lo espero. Espero
verme en el latir del poema,
sangre de su loco corazón.
Espero a esa luz que nos acerca.
Espero en la lluvia confundida
su gota de mí.
Lo espero....
y a ti.

Walt Whitman



NO TE DETENGAS


No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
Versión de: Leandro Wolfson

sábado, 26 de junio de 2021

Javier Salvago



Me recosté en tu cuerpo...
Me recosté en tu cuerpo, mientras tú preparabas
la comida. El contacto de tu piel bronceada
me despertó los tigres, dormidos un momento,
y sentí que sus uñas me arañaban por dentro.
Aunque era mediodía, nos fuimos a la cama.
Luego la casa olía a lentejas pegadas.

Estela Díes





Cuando la tormenta pase

Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado

Ana García Briones. Copyright ©

 






Se deslizan caricias
como burbujas cristalinas
en forma de algas.

Las hojas se extienden,
el perfume penetra
en las grietas,
derramando luz,


reverdeciendo los vacíos.




Sara de Ibáñez

 



Isotermia



Te supe un condenado otoño
al ras de las cortezas
en el sinuoso curso de meandros

Choque brutal de pupilas perplejas
vorágine apretando estupro con el cielo
acunándonos el vértigo Iniciados babilonios

te supe a media voz Con un deseo mágico
rozándonos tobillos los secretos más
profundos del pecado

Sabía que existías
que te extendías grave en severos firmamentos
que conjugabas hechizos y serpientes

Que mecías tu cuerpo entre sombras ajenas y neblina
que tu gula era salvaje
que te enviaba Belili el infernal

Me convenció tu juego irreverente
tu descarnada afrenta Tu azul arcano
tu ser de sorpresiva ráfaga encantador heraldo

Y pregunté mil cosas esa noche
Era otoño Contestabas de perfil
repasando obrajes de tu lengua por mis labios

Desbaratamos trágicas hipótesis empanadas ordalías
amable triunfó la rosa de los vientos
y mi mano fue a tu mano

Sentimos nos unía la línea el tiempo el color
Robando el paraíso lo trepamos entre estelas jeroglíficas
colmamos tabernáculos de Ishtar con corderos y un buey blanco

Ondulando recíprocos por una ciencia infusa
por una rara geometría acortando distancias de mortales
ufanos entre sables curvos propicia luna vino en cráteras

Tu calor era regresando del exilio
Incontenidas pasiones estallaban las arterias
Isotérmicos derruimos prologales muros del temor o la vergüenza

Aquella noche la primera Era otoño
Estación para gente de «savoir vivre» de «savoir faire»
Nosotros

Aquella vez se perdieron tus ojos en los míos
y yo sin detener el alma
logré despedazar a tu tristeza

Pablo Mora

 



Para qué la poesía
Pablo Mora


Para revivir cada día

Para revivir cada día


Alegría, alborozo, en orden a la obra colectiva en cierne. Sociedad Poética que nos confirma que la existencia no es más que un plagio (Moravia) y que todos los poetas escriben las mismas cosas con uno que otro colorido. Poesía, Sociedad Anónima. Tal vez la única continuidad de la Poesía sea ese hormigón profundo que, de siglo en siglo, establece una solidaridad poética universal. Sólo existe un poema y un poeta y hasta una sola palabra para los hombres y los libros que existen, existieron o existirán. Un mismo hombre converge con el otro, océano de por medio, con la misma angustia, con el mismo dolor, para ver eidéticamente la misma gota de lluvia deshojada en la trinchera, en la vanguardia, en las barracas de la guerra cotidiana.
Un pedazo de pan para los pájaros. Un alarido entre la guerra. La imagen vegetal de la lechuga. Un alpargata recibiendo sol. La sílaba final del viento... Sed de viento, de maíz, de pan. Palabra, cosa, huella, sombra y pólvora. Risa loca, risa engatillada. Atropellada rabia... El paso de Mercurio adolescente. O Marte espantadísimo del hombre... Siempre sola, oculta, detrás del misterio mientras murmura alrededor la noche... Crezca en tus manos la raíz del hombre. La paz sea contigo hasta en la guerra.
"Comarca de utopía para morar". Errabundaje, trashumancia del hombre que mira hacia la estrella. Lucha al pie del hombre, diariamente, por saber para qué se hizo, para qué sirve la palabra; si sirve para algo la alegría, si creen las espigas en el hombre, si vale la palabra todavía... La palabra siempre. En la punta del tiempo navegando. Cabalga que cabalga en las tinieblas
La medida justa del misterio humano... arma cargada de futuro... Jaula de cristal, hembra jadeante... Espuma de la noche, temblor de espuma, pie de sol enfurecido. Piedra de los dioses, sueño de la piedra, piedra de los sueños... Fecunda entraña de la luz... Lo más alto del hombre, el asombro... ¡Antes del Alma fue la Poesía!
Por sinfronismo, por el deseo de que algún día, en alguna parte, alguien reviva nuestros sueños, alegrías, pesares, arrecheras, creencias y esperanzas. Por arte y juego, por jugar al adivino y proponerle adivinanzas o prepararle trampas al tiempo que se esconde en los pañuelos. Por evasión, a pesar de tanta horripilancia en la nariz o en la bragueta. Por ansia de inmortalidad, quedando bien sembrado aquí en la tierra como nuestro perro en el jardín, donde nos oye, desde que el día amanece. Por compromiso, porque quien escribe debería ser un soldado armado para protegerse de la muerte con pistolas cargadas, capaces de hacer que cada hombre tuviese que inventar cada día su propio día, como a Sartre gustaba. (Raúl H. Castagnino). 

viernes, 25 de junio de 2021

Ida Vitale.



Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.
De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.
De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?

jueves, 24 de junio de 2021

Nicolás Corraliza



HORAS INDIFERENTES


En la calle se cruzan
desesperanza y dicha
sin mirarse a la cara.
Extraños tomando la ciudad
sobre arterías subterráneas
de corazón parado.
A veces,
entre la devastación y la furia
surge el poema.

miércoles, 23 de junio de 2021

Yves Bonnefoy

 





Una voz

¿Qué casa quieres hacer para mí?
¿Qué escritura oscura cuando viene el fuego?

He retrocedido mucho tiempo ante tus signos,
Me has expulsado de toda densidad.

Pero ahora la noche implacable me guarda,
Con sombríos caballos me alejo de ti.

Vicente Aleixandre

 


 

Estancia soleada:
¿Adónde vas, mirada?
A estas paredes blancas,
clausura de esperanza.
Paredes, techo, suelo:
gajo prieto de tiempo.
Cerrado en él, mi cuerpo.
Mi cuerpo, vida, esbelto.
Se le caerán un día
límites. ¡Qué divina
desnudez! Peregrina
luz. ¡Alegría, alegría!
Pero estarán cerrados
los ojos. Derribados
paredones. Al raso,
luceros clausurados.


Ángel Guinda

 








Papeles


Un papel certifica mi llegada a este mundo.
Mi identidad la corrobora otro papel.
Uno más califica nuestra vida en pareja:
de derecho, de hecho, de desecho.
Otro papel registrará mi muerte.
¿Cuál será mi papel verdadero en la vida?
Abro el buzón: rebosa de papeles.
Salgo a la calle: me surten de papeles.
Voy al Banco: cumplimento papeles.
Doy una conferencia: para cobrar, papeles.
Un papel me da acceso al estadio de fútbol,
a un concierto, al cine, al teatro.
Tráfico me echa el alto: los papeles
- los busco, los escrutan, me empapelan.
Necesito una subvención
- me dicen: hay que hacer papeles.
Me pongo de los nervios en unos almacenes
- me amonestan: no pierda los papeles.
Me entregan un regalo:
sufro ansiedad al desempapelarlo.
Mi papeleta electoral traga derrota.
Me manifiesto por los sin papeles.
Traspapelé la luz, busco tus ojos.
Cada semana reciclo dos bolsas de papeles.
Vivir: papeles y papeles y papeles.
La vida, para muchos, es todo un papelón.




(de Poemas para los demás)

Juana Castro

 





Sentir el peso cálido...


Sentir el peso cálido.
Girar
previsora la vista, y saber
que no hay nadie.
Agacharse. Enrollar
el vestido, dejar en las rodillas
la mínima blancura
de la tela, su felpa
y el fruncido que abraza
la cintura y las ingles.

Mojar
con el chorro dorado,
tibio y dulce la tierra
tan reseca de agosto, el desamparo
sutil de las hormigas en la hollada
palidez de los henos.

Mezclar
su fragancia espumosa con el verde
vapor denso de mayo, sus alados
murmullos, la espantada
carrera de los grillos.

Y en invierno, elevar
un aliento de nube
caldeada, aspirando el helor
de hoja fría del aire.

Orinar
era un rito pequeño
de dulzura
en el campo.

(De Fisterra, Libertarias, Madrid 1992)

martes, 22 de junio de 2021

Roberto Juarroz



Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
Hemos vivido juntos tanto abismo
que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.
Hemos andado tanto sin movernos
que los viajes ahora se descuelgan
como abrigos inútiles.
Movimiento y quietud se han desunido
como grados de dos temperaturas.
Hemos perdido juntos tanta nada
que el hábito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.
Hemos callado y hablado tanto juntos
que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación,
dos substitutos.
Lo hemos buscado todo,
lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo.
Únicamente no nos dieron tiempo
para encontrar el ojo de tu muerte,
aunque fuera también para dejarlo.

lunes, 21 de junio de 2021

Carmen Martagón

 




Mujer

S er tú,
E scucharte
R eir a carcajadas.
C uidarte
A marte
S entirte
I lusionarte...
S oñarte más y mejor
I nvitarte,
E mocionarte
M irarte con otros ojos.
P emitirte sentir
R eflexionar lo justo
E ncontrarte.
T omarte en serio
Ú nicamente a ti...
Un acróstico para ti, para mí...

Marta Pumarega Rubio





No soporto nadar en el mar,

me da miedo la ola y su espuma
y sin embargo cuando escribo,
meto mis tobillos,
navego a la deriva,
o naufrago para siempre.
También sufro con la oscuridad,
pero camino un pasillo de letras
sin encender la luz,
y allí,
en mitad de esa nada,
de ese agujero negro,
de esas escaleras sin barandilla,
pronuncio tu nombre.

Clemen Esteban Lorenzo

 







Eres mi vicio

más perfecto.

El fuego vivo
donde resido.

El néctar
del que soy prisionera.

La locura del festín
en tu carne.

Ahí,
donde floto ardiente
al calor de tu savia.

Ahí,
marcando el relieve
que calma mi sed.

Ahí,
tú lo eres todo.



Del libro: Versos de agua.

Ángel González

 


   
    A veces

    Escribir un poema se parece a un orgasmo:
    mancha la tinta tanto como el semen,
    empreña también más en ocasiones.
    Tardes hay, sin embargo,
    en las que manoseo las palabras,
    muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
    les levanto las faldas con mis dedos,
    las miro desde abajo,
    les hago lo de siempre
    y, pese a todo, ved:
    ¡no pasa nada!
    Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
    "Lo digo y no me corro".
    Pero él disimulaba.

Mayte Salguero

 





TE AMO DESDE


Te amo desde mucho antes del principio,
a sangre y a grito sin filtro ni dialecto,
corazón adentro del impulso demandante ,
sin dudar ni preguntarme de que me voy construyendo

Te amo desde el combate a campo abierto,
sin escondrijos ni secretos que no te muestren,
a toda vida y a toda muerte que se precie merecer,
desgarrándome la piel donde me sangre tu suerte.
Te amo desde el abrazo que me sabes y te aprendo,
desde el verbo cuerpo a cuerpo que el poema nos desnuda,
sin permisos que presuman de poderte permitir,
ni cuestión por decidir que a tu vera no conduzca.
Te amo hasta perderme al encontrarme contigo,
desde el largo recorrido de un siempre sincero,
desde el corazón adentro donde llevas mi esencia
y el verbo en coincidencia con el latir en verso.

domingo, 20 de junio de 2021

Begoña Abad



Hace años anotaba
cuándo hacía el amor
por saber cuál sería la última vez.
Ahora anoto la fecha del último poema.
En realidad viene a ser lo mismo.

sábado, 19 de junio de 2021

Antonio Gala



Nadie mojaba el aire


Nadie mojaba el aire
Tanto como mis ojos.
Me decías: "¿Trabajas?"
Me decías: "¿Ya es la hora del té?"
Y yo no te decía: "Te amo";
No te decía:
"Eres todo lo que tengo";
No te decía:
"Eres la única rosa en la que caben
Todas las primaveras".
Me decías:
"Adiós, hasta mañana".
O me decías:
"¿Necesitas algo?".
Y yo no te decía:
"Me estoy muriendo
De amor... me estoy muriendo".
Nadie mojaba el aire
Como yo.

Cristina Peri Rossi

 


Poema Babel Desnuda


Babel, desnuda, acaba de nacer.
Babel, desnuda, es como un niño ciego,
no tiene ojos
y mira, horrorizada,
con los ojos del tacto
que descubren superficies
que no siempre es amable tocar.
Babel, desnuda,
palpa, toca, roza, empuja, oprime:
sus manos son las palabras
de un mudo
que en el terror del silencio
sabe que hay un secreto.

viernes, 18 de junio de 2021

Ana García Briones

 






Anida en mi ser
una semilla profunda
como de agua,
una brisa suave
un sol
un aleteo de pájaros.
Anida en mi ser
la melancolía,
una invasión de sueños
un viento cálido ,
un jardín silencioso
una farola,
una burbuja de espuma
un embarazo .
Anida en mi ser
el dolor del silencio
una ausencia
una lluvia
una simple mirada.
una sonrisa suave
un tacto infinito
una primavera húmeda
en las orillas del alma

Juana Rios




Como aquellas noches de temporal
en las que el Dios del catecismo se olvidaba del mundo
y eran los perros sin dueños
los amos de la lluvia en las calles.
Los oía ladrar desde mi cama,
mojados y ateridos,
peleando por la basura.
Las persianas de madera golpeaban
los cristales empañados de invierno,
y arreciaba la ira paciente del agua
sobre los charcos y las azoteas.
Yo esperaba la mañana para que
huyera por el barrizal la noche,
los gritos de las gaviotas
posadas sobre la bóveda de medio cañón de la conservera
excitadas por las fumarolas de vapor
con olor a pescado
que vomitaban las chimeneas.


Peces voladores, editado por Huerga y Fierro.

Juan Ramón Jiménez



Vino, primero, pura

Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Cristina Liso



PRIMAVERA


En el amanecer
de este sereno día,
mientras las golondrinas
vuelan sobre los campos
y parecen rozar sus alas
las espigas de trigo,
el sol se adueña del paisaje.
Tiembla el instante
lleno de luz.

jueves, 17 de junio de 2021

Malika El Bouzidi




Embrujo De Luna

¡Luna llena, no te escondas
bajo las nubes quiero verte!
Asoma tu clara luz
para iluminar la tierra
y mi corazón triste.
Cuando los enamorados quieren verte
embrujas los corazones de los amantes.
Escribo sobre ti versos románticos
y la serenidad forma parte de ti.
¡Observándote desde mi ventana
por la noche, libre entre las nubes,
y las estrellas brillantes!
Al sentir tu caricia,
lanzo mis alas al horizonte
en una noche estrellada
para llegar a abrazarte y adorarte.
¡Oh luna, clara y pura,
en aquella noche oscura!
El amanecer más allá respirará
de nuevo la aurora.
Dejaste dentro de mi alma
la hermosura de la noche.
Amo tu luz brillante
y la poesía fragante
¡Oh luna no te escondas
en el cielo fulgurante
que con tu luz me embrujaste!

Joan Margarit



Cosas en común
Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.