sábado, 25 de octubre de 2025

Antonio de Padua Diaz

 






Cuando el sol inunda las entradas de mi casa
sé que estás a mi lado
porque tu piel de él forma parte,
hueles a papeleria antigua,de otros tiempos,
a lápiz de madera y grafito,
en tu alma ecológica recoges a pobres diablos
y con mano izquierda lirios azules,
besas a los amigos con tu boca poderosa
y a los hombres,con la mirada.
Siempre creo que formaste parte de mi vida
y jamás te he vivido,
como naúfrago solitario te espero
agarrado a la madera de lo poco que me queda:
unos cuantos poemas,cinco corbatas y mis libros preferidos,
no sé si existes tú,isla María,
en mis versos o en mi deseo,
pero hoy tu nombre se hace agua en mi boca
y a diario lo pronuncio,
volver a soñar con imposibles a tu lado,
pasear por las ciudades enlazados
y que en los hoteles nos conozcan por señores amor,
si algún dia te puede la nostalgia
en el borde del mar búscame,
siempre te espero en la arena, allí donde nace el infinito

José Agustín Goytisolo

 

 




Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.

viernes, 17 de octubre de 2025

Clemen Esteban Lorenzo

 






A ratos,
me gusta recorrerte por entero
hasta llegar a instalarme en la cima
donde puedo arrancarte la piel
dibujando la sombra como un caníbal.

Sabemos que entre tú y yo
estorban las ropas, esas que ardientes
se sumergen con fuerza
donde el viento azota.

                   Y me siento bien en ti
respirando tu aliento, deslizando tu sabor
en la pendiente del deseo
donde nuestros cuerpos llegan a perderse.

No hay cosa mejor
que seguir tras tus pasos.


                                           de su libro “Versos de agua”

miércoles, 15 de octubre de 2025

Pedro Javier Martín Pedrós.








Un trozo de silencio majestuoso


Un trozo de silencio majestuoso
recorre el camino desandado.
Una suave voz susurra el aire
bajo el cielo de tu mirada.
Un niño llora locuras de
un desamor en el desván
de las incomprensiones.
Unas manos de caramelo
se saltan el cartel
de prohibidas las caricias.
Unos ojos se abrazan
ante la imagen de una foto enferma.
El regalo de una sonrisa
se echa a volar
buscando cobijo en un refugiado
lleno de esperanza.

Paola Ferrari

 






No sé de todas tus batallas
no sé del miedo que te agrieta en la noche
ni de la soledad mas atrevida
solo sé de tu silencio estepario y de tu risa
solo sé de la boca que te nombra y se enmudece
del sol que quiero beber contigo
del furor en mis manos
de una piel y un corazon
que apenas viven sin el calor de tu voz


Las sombras del olvido.´

martes, 14 de octubre de 2025

GABRIELA MISTRAL

 




Adiós


En COSTA lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tu la creiste
ni la creo yo,
"y es cierto y no es cierto"
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
Vamos hacia el mar
que devora al Sol.
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol.
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y él
alucinacion.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echo,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!




viernes, 10 de octubre de 2025

Pedro Javier Martin Pedrós

 






Plumas rotas de vuelos arriesgados

frases obsoletas

en el precipicio de mis versos.

Un pasado  de luces,

vida inacabada.

Siento que me abrazo,

mis entrañas sonríen

acariciando mi piel

llena de música y olvidos.

Palabras, justificaciones,

siluetas, estelas de caminos

en la bajamar de la playa vacía,

me siento aturdido

y acaricio las conchas

que besan mis pies descalzos

de incomprensiones absurdas.

Y de nuevo siento que

 la brisa acaricia mi alma.