lunes, 28 de febrero de 2022

Carmen Castejón Cabeceira



Cada vez que me caigo soy abismo
todo se hace mentira
y así como una adicta de ese roce
sumergida en el fango no hago pié.
Llegaste haciendo ruido,
Me cuesta recordar aquella tarde,
estaba entre paréntesis,
pero creo que venías cargado de palomas.
Mi cuerpo despertó a la claridad,
al sentir todo peso , comprendiendo
una vez más,
el porqué de la fugacidad de la tristeza.

domingo, 27 de febrero de 2022

Ana Montojo



DESALIENTO


Qué te voy a decir que tú no sepas,
si ya está todo dicho,
cómo voy a inventar otras palabras
para nombrar de nuevo lo de siempre,
cómo voy a escribir poema alguno
que te hable amor sin repetir
esas cosas tan dulces que dicen los amantes,
cómo te voy a hablar del frío de mi piel,
que te invoca aterida entre las sábanas,
sin que me salga un pésimo poema.
Compréndeme, no tengo
ya nada original que pueda enamorarte.
Quizá solo podría ofrecerte un cigarro
y relatarte algunos despropósitos
y una vida cansada
que me ha llevado hacia este desaliento.
Sin embargo yo sé que podría quererte
solo con que escucharas
todas las penas que te cuento a solas
sin que tú te imagines
que duermes a mi lado algunas noches.
Sin embargo yo sé que podrías quererme
solo con que miraras más dentro de mis ojos,
más dentro de la risa, más dentro del abrazo
y vieras la ternura que a veces se me escapa
como se escapa el agua de una cesta.
Sin embargo yo sé que nunca lo sabremos.

Paola Ferrari



Yo también temo al oscuro grito,
desespero de milagros
muero en pequeños trozos
Hay veces que solo caigo en un pozo
donde la nostalgia devora mis sueños
Y sin embargo aquí estoy
secando tus lágrimas en el mas blando de tus pañuelos
besándote el alma
queriédote en el mas dulce de mis desvelos
en el mas gris y frágil de mis dias...
Paola Ferrari
Tan cerca...

sábado, 26 de febrero de 2022

Pablo Guerreo.,



MUJER PLURAL


Pinta caracolas y puertas por donde entra
luz de amanecida.
Ella busca dibujar en el seno del agua.
Sabe intepretar un canto de palomas
cuando da su beso a nuestra tristeza.
Ella conoce el tacto
de la madera, la voz ronca
de oboes junto al mar.
Ella enciende lámparas al calor del aceite,
trenza las palabras,
y dicta los poemas de las grutas del aire.
Tiene un río de ternura el ara de su vientre,
su presencia madura la fruta.
Ella es guardiana del fuego.
Dentro de sí esconde un diamante negro
y acoge semillas de raíces hondas.
Conoce el origen de los manantiales
donde se amanece en cada mirada.
El secreto de la vida,
el encuentro de la sed con el agua
le deben cobijo.
Su nombre asemeja cuentas de granadas.
Acuna el gemido de un mundo que llora.
Es la llave oculta de la luz de tierra.

Alicia Correa Castelo



Que nadie te haga vivir en el miedo ...
abre puertas , ventanas ,
y sal a vivir
Respira !
huele una flor ,
mira al sol ,
siente la lluvia,
ese olor a tierra mojada ...
escucha el canto de los pájaros
vuelve a la vida
Sonríe !!
besa
deja que te besen
Siente !!
la caricia de una mano
el roce de una piel
la ternura de unos besos
Mira !!
Deja que te miren
que te recorran con la mirada
que sellen de besos tu boca
Sueña !!
Deja que te sueñen ...
desnuda de todo
dándote al completo
deseando
gimiendo
amando
hasta que te hagan perder el sentido
hasta volverte loca de amar 

viernes, 25 de febrero de 2022

Gioconda Belli






 HUELLAS

Pronto me marcharé a selvas de humo y concreto
andaré calles de ciudades hostiles
mi nombre sonará a otro nombre
mi rostro parecerá otro rostro
Por eso aquí, esta tarde
así quiero quedarme
viendo desde lo alto mi rebaño de volcanes azules
dejando que el paisaje se me crezca por dentro
que el lago se me instale en los pulmones
que las nubes se expandan en mi sangre
que me nazcan volcanes en mis ojos
que esta visión de mito y epopeya
alimente los ríos interiores
con los que me sostendré
cuando abra la distancia su profunda tierra.

José Manuel Caballero Bonald.

 


Y tú me dices
que tienes los pechos vencidos de esperarme,
que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

jueves, 24 de febrero de 2022

Daniel Saldaña París





Daniel Saldaña París es un escritor y traductor nacido en Ciudad de México en 1984. Es autor del libro de poemas La máquina autobiográfica (Bonobos, 2012; Los Libros de la Mujer Rota, 2019), de las novelas En medio de extrañas víctimas (Sexto Piso, 2013), El nervio principal (Sexto Piso, 2018) y El baile y el incendio (Anagrama, 2021, finalista Premio Herralde de Novela). También ha publicado el libro de ensayos narrativos Aviones sobrevolando un monstruo (Anagrama, 2021). En 2020 ganó el Premio de Literatura Eccles Centre & Hay Festival. 




Dime que vas a venir

después de haber quemado la razón
para abrazarme y luego
vamos a darle vuelo a la osamenta
—un tres allí, junto a los calcos
de la tímida voz que ya vacila—.
Dime que todo va a estar bien,
que el viento es vil pero amilana,
dime que nunca nada, ni por asomo,
nos va a partir de nuevo.
Aunque no sea verdad.
Aunque la sangre pese
y pase
a despedirse.

miércoles, 23 de febrero de 2022

Almudena Guzmán



Sentado en una roca,
entre el azul del cielo
y el azul de mar,
el hombre de Neandertal
hacía recuento
pero no le salían las cuentas.
Mi cerebro es más grande
que el del Homo sapiens,
he corrido y cazado tanto como él
y en vez de robar al amigo enfermo,
su práctica habitual,
le he abrigado con mis mejores pieles.
En algo he fallado,
se lamentaba el hombre
de Neandertal,
el primer justo entre los justos.
El primer perdedor de la Tierra.

Leopoldo María Panero



Infierno y paraíso
«allá estará también la castañera
de ocho pares,
y el humo de los céntimos, y el vaho en los bolsillos»
Leopoldo Panero "Escrito a cada instante"
Pero no sólo los mendigos, padre, van al paraíso
van también aquellos que aun más asco dan
también estos mendigos del ser que acezan
a la puerta del manicomio
esas caricaturas humanas, tal como esta
que Alicia se piensa en el
jardín no
humano de las flores
y quisiera destruir el universo
porque si hay algún monstruo, éste es la desgracia
y la única injusticia que existe es la injusticia evidente
y si hay alguna moral, ésta es la moral del desastre.
"Guarida de un animal"

lunes, 21 de febrero de 2022

Mar Blanco


Tras el roce de nieve,
llegará el deshielo,
Lo imperturbable del albor.
Se acerca ya
-por detrás de ti-
El amor no necesita motivos
se escribe con la luz.
No hay descripción de la foto disponible.
***

Uberto Stabile



los que aman no hacen pie
agitan brazos como ramas

y son los primeros en hundirse
creen tocar el cielo
mientras el mundo alrededor
se hace inmune a su naufragio.
los que aman no saben decir adiós
mienten cada vez que se despiden
como la noche miente al día
pronuncian el deseo en cada gesto
temiendo que al doblar la esquina
el olvido les devore.
los que aman no calculan
viven empeñados en causas perdidas
las cuentas nunca cuadran
entre el debe y el haber se quedan solos
no hay ley que les salve ni condene
mueren cada vez que resucitan.
los que aman no hacen pie
se ahogan en su propio amor
felices sin saberlo
como gotas de eternidad.

domingo, 20 de febrero de 2022

Ángel González.



Reconocido con el Premio Príncipe de Asturias y el Premio Renia Sofía de Poesia, fue uno de los poetas más significativos de la Generación del 50.



Otro tiempo vendrá
Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
«Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas».
Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero.

sábado, 19 de febrero de 2022

Ana Deacracia

 


Es un regalo que las musas me cuentan de vez en cuando...
Soy mucho más de lo que ven tus ojos,
porque yo soy espuma
en la noche que rima la música a la luna,
llevo en mi caudal el aura de una nube caprichosa,
muevo mis manos con el rumor de mar en una ola.
Soy burbujas que se ensalzan en el blanco
y se silencian en el regalo que le propone el beso
de la boca que quiero, me acompañe esa noche.
Soy mucho más de lo que ven tu ojos,
soy anagálide al filo de la orilla
del brocal de tus elucubraciones.
Y me descubro hada o bruja lasciva,
según la circunstancias se cuadren
o la osadía disponga la manzana prohibida
de todos los pecados posibles.
Y a la manzana juzgo traicionera y díscola
cuando el gozo se presta en el placer,
que al final decide y prevalece,
que si la diosa mitológica se erige en su grandeza,
es cuando yo soy…
Soy mucho más de lo que ven tus ojos,
soy llantén de agua,
plágano a tu instinto, a tu manera ansiosa de mirarme
y a las formas que prefieran tus dedos.
Soy..., si me regalas tus labios.

Teresa Antares

 


DE ABISMOS



La desnudez de la carne
y el hacer de unas manos
temblor divino
de un deseo a sorbos,
cadencia que florece mi vientre
y quiebra todo mi silencio.
Hábito en el que cada día me doy a la vida.





viernes, 18 de febrero de 2022

Nuria González Carrillo



Te pienso, como si estuviese dibujando tus rasgos con cincel de plata sobre granito,
en mi interior se ha ahuyentado la nitidez de tu imagen,
plasmar tu rostro de nuevo en mi alma, es la única forma de darte un segundo más de eternidad,
el equivalente a un parpadeo leve.
Perdí toda certeza de envejecer a tu lado, incluso te perdí a ti.
Las mañanas, las tardes, las noches las madrugadas a solas,
sin tu esencia ni tu calor.
Sin paraíso al que volver,
teniendo que admitir tu ausencia,
sumida en el intervalo de un limbo,
luego en un túnel de cristal,
donde observar y ser observada.
Pasé por una noche sin estrellas esperando a ver luceros,
amaneceres,
esperando trazar rumbo y viaje,
aprendiendo a desprenderme de ti para siempre.



Nuria González Carrillo ( Derechos registrados, poemario :A Dentelladas )

José Manuel Lucía Megías

 


“En una sociedad caracterizada por la incomunicación, por la tiranía del ruido y de la interferencia, por el predominio compulsivo de la distracción banal, el poema sigue constituyendo un espacio de diálogo y comprensión, el punto de encuentro entre lo inefable y lo que ha de ser dicho. A lo largo de este sutil y lúcido Elogio del instante, José Manuel Lucía Megías consigue delinear la íntima esencia de nuestro paso por el mundo: da voz a las profundidades de la sensorialidad y del sentimiento; moldea los escenarios en los que somos máscara y realidad; retrata, con paciencia y maestría, los mil rostros sucesivos y simultáneos de la verdad y todas sus incertidumbres. Con un libro levantado desde el humanismo y el arte (alzado a partir del reconocimiento grato de nuestro lugar en la infinita línea de la cultura, sobre los fundamentos de la bendita insensatez que constituye la búsqueda poética) se abre la colección “De luz, piedra y espejo” (Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá), 2021 no podía desearse un augurio más propicio”. Francisco Martínez Morán.


Se nos están muriendo los poetas

en el instante de la muerte

de Guadalupe Grande

 y Joan Margarit

 

Se nos están muriendo los poetas,

están quedando sin versos las esquinas

y las gargantas que solo saben volver,

una y otra vez,

a esta voz que un día les dio la vida,

que un día las creó a su imagen y semejanza.

 

Qué gris, qué desolador, qué muerto un mundo

sin poetas y

sin poesía.

 

Qué deshabitado.

Qué inhumano.

Qué mudo.

 

Se nos están muriendo los poetas

que un día pusieron voz a nuestro grito de libertad,

a la alegría desbordada en las avenidas

de las revoluciones y de los futuros compartidos.

Aquel día fuimos felices porque había versos

que echarnos a la boca,

que echarnos a la cara;

versos que se confundían con el tacto

de nuestras manos,

de nuestros cuerpos,

de nuestras orillas

y puños por encima de las banderas.

Aquel día fuimos humanos porque soñamos

con revoluciones permanentes, construidas con los versos

de tantos y tantos y tantos poetas;

ladrillos de vida y de esperanza

a golpe de metáforas y encabalgamientos.

Muros de versos para contener la infamia.

 

Pero se nos están yendo todos,

uno a uno.

Se nos están muriendo, uno a uno, los poetas.

Y uno a uno se van enmudeciendo nuestros recuerdos,

el necesario murmullo de nuestras conciencias,

sombras en los espejos de cada una de nuestras historias.

 

Uno a uno

somos cada vez menos humanos

a medida que

uno a uno

se nos van muriendo nuestros poetas,

llaga viva de nuestra conciencia, de nuestro destino,

faro impreso en las páginas de sus libros.

 

Se nos están muriendo los poetas.

El gris de los océanos cada vez está más cercano.

jueves, 17 de febrero de 2022

Pedro Javier Martín Pedrós.




El paisaje permanece

en quietud,

las nubes caminan
ajenas a las tormentas
que se avecinan.
Ya no hay agua
en el pozo de las
palabras.
El silencio queda ordenado
aritméticamente en el asfalto
de los puertos sin gaviotas.
Y percibo el olor de tus
entrañas en mis manos
agrietadas por las salinas
de tus intimidades.
***









Marta Jiménez Serrano es una escritora nacida en Madrid en 1990. Es autora de la novela Los nombres propios (Sexto Piso, 2021) y del poemario La edad ligera (Accésit del Premio 2020, Rialp, 2021). Ha colaborado con sus textos en revistas literarias como Piedra del Molino, Turia o Anáfora, y en la antología de lengua hispana Casapaís. En noviembre de 2021 recibió la beca de Acción Cultural Española en colaboración con la Mairie de París para disfrutar de la Residencia de escritores en la Cité internationale des arts 2022. Licenciada en Filología Hispánica (UCM) y máster en Estudios Literarios (UCM) y en Letras Modernas (Université de Lorraine), actualmente escribe e imparte talleres de escritura en Madrid.


“Equivocar el camino
es llegar a la mujer,
la mujer que no teme la luz,
la mujer que no teme a los gallos
y los gallos que no saben cantar sobre la nieve”
Federico García Lorca
LLÉGAME, llega a mí
aunque no se pueda,
aunque yo sí tema la luz
y tema el frío.
Llégate aquí.
Te comparto mi angustia
y mi sombra. Te lo he dicho:
sí le temo a la luz.
Darte mi miedo como si te diera
un taladro, un electrodoméstico, una alarma.
Quizá tú sepas cómo funciona,
cómo arranca
para qué puede servirnos.
Sellar el amor como quien cuelga un cuadro.
Entregar el miedo, no como soltarlo y huir
sino como quien abre un libro de instrucciones.
Yo no lo entiendo
Tú tampoco.
No importa.
Viene en varios idiomas, pero ninguno sirve.
Llega a mí.
Temo la luz.
No sé decir: la luz
sí me da miedo.
Atraviesa esta incapacidad
que soy, que tengo.
No quiero decir nada,
pero te estoy llamando.
Dos necesariamente.
No como el cobre y el estaño
sino como las alas.
No para la pesantez
sino para el vuelo,
para estallar en el cielo
como la lucidez
de las bengalas.
***

martes, 15 de febrero de 2022

Gabriela Mistral



El amor que calla
Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
¡pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres tan oscuro!
Tú lo quisieras vuelto un alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que entrar en la muerte!

domingo, 13 de febrero de 2022

Paqui Aquino

 





¿A qué sonaban mis inviernos?

A mí corazón vacío,

a nostalgia, a soledad.

Pero un año después, todo llegó en espiral

y volvió el amor para llenarme de vida.

Sus besos agarrados a mis labios,

sus manos llenándome de futuro,

su risa me regaló esperanza nueva.

Sólo te digo quédate conmigo para sentir

cada mañana tu aliento en mi boca

para decirle al mundo lo que te quiero,

para vivir un sueño de pasiones y recuerdos,

para caminar a tu lado despacio, sin prisas, juntos

para seguir caminando por la alfombra

de las hojas secas cuando nos llegue el otoño.

 


FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS 2022

***

 

Lu Sesma.

 



La noche llega lenta y azul,
como el aroma limpio del mar
Camina lenta, sin atajos,
por la senda de los árboles callados.
Abriendo los brazos,
para que todo el mundo se entere.
Ha llegado la noche!
Como un torbellino danza sobre el río
y nos envuelve,
ay! nos envuelve.
Nos aferra a ella tan fuerte
que la sangre hierve en el vientre
y la razón se acurruca
esperando al nuevo día.
La noche llega lenta y azul.




sábado, 12 de febrero de 2022

Elba Alicia Junco



Induciré mis pasos
hacia los árboles grisacéos y
enfilados que esperan.
Y,como en una epifanía litúrgica,
soltaré la palabra
en la plenitud de la luz.
Sintiendo libertad.-
Poetas mirando al río
Argentina

viernes, 11 de febrero de 2022

Carmen Maroto



Hay una cadena de incongruencias
mal relatadas,
un flaco favor a la cordura,
un despliegue de improperios,
un temblor que alguien
no puede entender,
lo cierto
es que cuando sufrimos
pagamos con inocentes
-y por eso-
siempre pediré perdón.
.
'La saliva de los versos' (Babilonia Ediciones, 2015)

jueves, 10 de febrero de 2022

Juan Carlos Cantos






tanto tiempo escondiéndome
de la locura.
poniéndole las cosas difíciles
resistiendo a su piel que todo
lo cubría ( dragón y piel de gallina)
y
ahora que la busco
ahora que vivir es deambular desesperado
tras sus pasos
llama a mi puerta
cada mañana
una cordura insoportable
(paisaje gris y piel
de rutina)




Eduardo Salvador Cárcamo

 






No te vuelvas cómplice                                                            


No te vuelvas cómplice de tu propio silencio
Porque puedes convertirte en tu propia víctima
Deja de ser tu sombra y vuélvete tu propia luz

Deja las quejas y los sollozos perderse en el tiempo
De nada sirve elevar los lamentos hasta el cielo
Cuando aquí en la tierra puedes ser la solución
De tus propios problemas.

Pero no te vuelvas cómplice de la traición
Y la ignominia
Bastará con trazarle fronteras al miedo



Laura Gutiérrez Cortés





Si es cierto, echo de menos algún pétalo en caída libre, para el día de los enamorados, pero esos que de forma natural se desprenden de su flor, con la caricia del viento.
Nunca me gustaron las rosas sesgadas de su tallo, como ofrenda a un amor eterno, pues nunca creí en las flores muertas, ni en el amor imperdurable atravès de una misma vida.
¿ Acaso nosotros no tenemos principio y fin?

Es cierto que quizás soñé demasiado, y jugué a empujar columpios vacíos, porque era complicado imaginarlos cubiertos de pájaros y mariposas.
¡A propósito!
Eso de las mariposas en el estómago, nunca fue un síntoma de amor para mi, pero si un temblor cimbreante de la piel, cada vez, que te acercabas y te sigues acercando a mi cintura.

¿ Para qué matar una flor?
¿Si tus besos me devuelven a la vida?



Laura Gutiérrez Cortés( r.d.a)




Eva Hernández

 





Habla el alma
a través de la lluvia,
su repiqueteo es un canto de amor.

Gargantilla de dulces besos
dibujados en gotas transparentes...
Perpetua alianza que en sus labios se selló

Viene envuelta en nombre de mujer
entre latidos y un almizcle de hojas frescas...
Flotando en nubes de algodón.

Sueña con mares lejanos
en los que perder la razón...
Saliva tibia y sangre salvaje.
Un cuerpo no es suficiente...
Ni una vida, ni dos.

Habla el alma
Sin necesidad de palabras.
Despojada de miedo y rencor.

Es tiempo de amor 

Ruth Ana López Calderón






AVATARES




La zozobra palpa el corazón
apabullado
enmarañado en celajes extraños.
La cercanía distante, respirar casi el mismo aire,
caminar las mismas calles, sin que los pasos
lleguen al encuentro;
hoy, el mismo viento que azota mi cara,
despeina tus cabellos.
¡Oh!, los avatares de la ruta
y el laberinto en que estamos
sin darnos cuenta de que cuenta nos damos
del sarcasmo de las nubes
que pone latidos enamorados al cuerpo
en el límite,
al cuerpo que cruza la frontera
entre ésta
y la otra vereda en la otra ciudad
de los túneles.
¿cuándo florecerán las azucenas?
¿cuándo de tu boca un te amo?
¿cuándo tu piel y la mía compartirán el lecho?
Atroz, doliente en extremo
y casi burlesco ja, ja, ja...
poseídos del delirio.
Lo siento, lo siento, olvidé que el amor es algo serio,
cuando llega a destiempo
cuando no quedan restos para vivirlo
cuando solo llorarlo se puede.
¿quién desata los nudos?
¿quién pone nubes rosas en el horizonte negro?
¿quién abriga huérfanas sandalias?
y la demencia anclada en la espera
golpea contra las paredes, ¡sí!, ¡sí!,
las paredes blancas, las paredes negras,
como tablero de damas antiguas
hacen eco en metálicas carcajadas
y devanan los algodones,
los hacen polvo esparcido
que nubla tus ojos
y los míos los llena de cenizas,
ahítos de imágenes truchas
bailando sobre el iris calcinado por el frío.
tus manos no tocarán las mías
tus labios no rozarán los míos
tu corazón, tu corazón
no latirá al compás del que danza con la muerte
perdida en el limbo coherente de la locura
la oscuridad luminosa envuelve
tus huellas siguen su camino
las mías se detienen.
Ruth Ana López Calderón
Poema del libro "Sin óbolos para Caronte"
Editorial El País, 2014, Bolivia.
Imagen propia.