martes, 30 de abril de 2024

Marta Pumarega Rubio



LA ESPERA

Desde esta habitación
veo diez árboles,
cuatro tejados,
un parque infantil,
y una carretera pequeña
por donde pasan los coches
que van a las fábricas.
Esta habitación tiene dos camas juntas,
pero estan hechas para no quererse,
y es por eso que si intento darte un abrazo en la noche
suena un ruido de cristales,
se dibuja un margen,
tiembla un cuerpo sin el otro cuerpo.
Esta habitación tiene
una televisión sin mando,
un cuadro de Ciudad Real,
un escritorio desde donde nos escribo,
un teléfono que no suena.
Esta habitación no tiene reloj,
pero está llena de tiempo,
está repleta
de mañana, tarde y noche.
Es por eso
que cuando suena el teléfono,
cuando me dices que vienes,
me asomo en lo oscuro,
me pinto los labios.
Veo la noche,
veo diez árboles,
cuatro tejados,
el parque infantil,
y los coches volviendo
de las fábricas
por aquella carretera pequeña.

Fernando Beltrán



Amar es este error imprescindible
Para poder vivir,
esta forma distinta de sentir la lluvia
cuando llega el otoño
y la saliva
de los parques más tristes
habla sólo al oído de los locos,
de los cuerdos de atar,
de este poema
empapado de sed,
muerto de amor y frío,
acantilado al borde de un abismo
que antes nunca escribí

lunes, 29 de abril de 2024

Begoña Abad

 






Nunca aprendí a empuñar un arma
y siempre me asustó la violencia,
incluso la verbal.
Por eso, cuando sentía miedo,
cuando escuchaba gritos
o cuando me querías matar
con tus cortantes silencios,
yo escribía poemas
en lugar de defenderme.


Resultat d'imatges de haz el amor y no la guerra

Amalia Bautista

 






“Africanas” (Inédito)

La luna está africana y yo también.
Esta noche se ha puesto
del color de las lámparas
de cuero de camello.
Yo, ajorca en el tobillo,
sudor en el escote,
tambores en las sienes.

Gloria Fuertes

 



DESDE ESTE DESIERTO DE MI PISO


De este manantial de soledad exterior,
me brota continuamente
el agua clara de la paz;
el silencio interior me acaricia
como no sabe hacerlo ningún humano.
El silencio interior se manifiesta
y me escucho,
—aunque oigo también
los mil ruidos de la autopista
a la que dan mis terrazas—.
desde mi celda,
entre el asfalto y las golondrinas
trenzo el puente invidente
por el que paso a meditar,
que no puedo prescindir aún de las personas
de este mundo que me rodea,
que me conoce,
—o que no me conoce—,
que me adula
o hiere o ama
o envidia.

Desde este desierto de mi piso
amo en soledad a todos
y rezo un poema por los analfabetos del amor.

Aurelio Gonzalez Ovies

 





A veces esta casa me entristece
cuando cae la noche.
Tus vestidos colgados en la percha,
esta silla con restos de tu cuerpo,
nuestra cama...
No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento
de estar amando en balde
o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.
Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,
de escribirnos las fechas
detrás de esos momentos en que somos felices,
de regalarnos libros.
Mismamente este cuarto me llena de abandono
cuando antes de dormir me das un beso
y me quedo mirando tus ojos que se apagan,
tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,
tu colección de botes de perfume.
Mismamente esta hora se me queda tan larga
cuando el tiempo es tan corto,
que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:
tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,
tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.


Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "

sábado, 27 de abril de 2024

Carilda Oliver.



Cuento

Yo era débil,
rubia, poetisa, bien casada.
Tenía deudas
y una salud de panetela blanca.
Hicimos una casa pobremente,
muchas ventanas:
para enseñar nuestros besos a las nubes,
para que el sol entrara.
La casa era tan bella
que tú nunca dormías.
Ya no eras abogado ni poliomielítico
ni nada.
Nunca dije:
¿cuándo vas a poner esa demanda?
porque yo tampoco
cocinaba.
Fueron días
como no quedan otros en las ramas.
Yo me empeñaba en sembrar algo en el patio:
tus gatos lo orinaban,
pero era tan feliz que no podía
decir malas palabras.
Ay, una tarde…
( Septiembre tomó parte en la desgracia ),
Ay, una tarde
( Dios estaría sacando crucigramas );
ay, una tarde
pusiste tantas piedras en mi saya
que desde entonces
ando inventándome la cara.
El cuchillo
tenía la forma de tu alma;
yo quería ser otra, hablar de las estrellas…
( sobraron noche y cama ).
Yo me empeñaba en sembrar algo en tu pecho:
tus gatos lo orinaban,
y era tan infeliz que no podía
decir buenas palabras.
Tarde en otoño.
Miré las sábanas amargas,
el jarro de la leche,
las cortinas,
y el crepúsculo me convirtió en su mancha.
( Yo era un clavel podrido de repente,
un canario botado ).
Con empujones que lo gris me daba,
entre temblores,
volví a la falda
de mi madre.
Pasaron tantas cosas
mientras yo me bebía la soledad a cucharadas…
Un viernes
-un viernes en que tu olvido me enterraba-
llegué a la esquina
deja casa.
Estaba allí como una tumba diferente,
se veía otra luz por las ventanas.
Tuve miedo de odiar…
(Ya era hasta mala).
Pasaron tantas cosas;
el tiempo fue cosiendo mi mirada.
Ahora no pueden asustarme con los truenos
porque la luz me alza.
Ahora no pueden confundirme con un libro.
Soy la palabra recobrada.
¡Ríanse,
agujas que en mi carne se desmandan;
ríanse,
arañas que me tejen la mortaja;
ríanse,
que a mí, también, carajo, me da gracia!

Pedro Javier Martín Pedrós




Cientos de miradas

se acurrucarán 

en tus manos 

para amar 

recuerdos 

que se fueron 

demasiado pronto.



Pedro Javier Martín Pedrós

********************************

viernes, 26 de abril de 2024

María Diaz.



Te llamaba pero no oías,
tú nunca oías.
Nadie mojaba las calles
solitarias de lluvia como yo.
Me cruzaba con miradas llenas
de misterio y se posaban en la
mía.
Ya no llueve,la noche descansa
y comienza a grisear.
Yo también descanso envuelta entre sábanas blancas.
No,no estoy sola ,
me acompaña el murmullo
cansado de los árboles,
el ruido del viento que entra
por las aristas de mi ventana
y el canto alegre de un mirlo
enamorado.
Me acompaña mi libro
de poemas ,
Mi taza humeante de café
caliente.
Y mis muebles ,también ellos
me acompañan carcomídos
por el paso del tiempo.
Allí guardo tus recuerdos
y esa sombra tuya rebelde
que no quiere marcharse.

miércoles, 24 de abril de 2024

Mar Marchante Ortega

 


 



Eldeseo

El deseo es ese salvaje instinto de supervivencia en la trinchera de las sábanas.
El deseo es la saliva y el sudor de tu cuerpo derramándose en mi espalda.
El deseo es la cama desnuda y las ganas abiertas.
El deseo es el olor a tu tabaco en mis dedos.
El deseo es la penumbra
El deseo es tu boca en mi nuca...
Es la luz tras los párpados cerrados.
El deseo es tu cuello reduciéndose en mi pelo.
el deseo es la mano que retuerce el nudo del pañuelo
El deseo es la cintura y el grito,
el deseo es placer y es marcar con tu embestida el ritmo.
El camino que conquistas con caricias de labios y piel...
El deseo es tu voz en mi oído.
El deseo es el calor de tu boca en mi ombligo.
Y el eco de los gemidos en el somier.
Y el deseo eres tú, gimiendo conmigo.
El deseo es la piel que habito...
El deseo son tus dedos cayendo en cascada hasta mi abismo.
El calor que envuelve nuestros sentidos.
El deseo es vértigo y equilibrio
Húmedos perfiles que hacemos nuestros.
El deseo es caos y es delirio.
El deseo, es,
vivir a tientas el destino,
besar unos labios rojos,
locura atada de pies y manos
morder una clavícula.
lamer el espacio del pubis hasta el delirio.
El deseo es eso que tú enciendes conmigo.

Miguel de Unamuno



¡Dormirse en el olvido del recuerdo,
en el recuerdo del olvido,
y que en el claustro maternal me pierdo
y que en él desnazco perdido!
¡Tú, mi bendito porvenir pasado,
mañana eterno en el ayer;
tú, todo lo que fue ya eternizado,
mi madre, mi hija, mi mujer!

domingo, 21 de abril de 2024

Cristina Liso Aldaz




NATURALEZA

En otoño, cansada
como los árboles,
dejo caer mis hojas.
Los zorzales vuelan
en el jardín
y me nacen alas.
Pongo sobre tus manos
la tierra fértil
y en nosotros, después,
renace todo su verdor.

*************************

Carmen Maroto

 




Entraré por la puerta falsa

-por la puerta de atrás-
entraré sin hacer ruido,
sin registro
sin previo aviso,
acudiré a la cita
como si fuera lunes,
sin maquillaje
sin parapetos,
entraré con cicatrices,
lastimada
con los miedos
digeridos,
entraré justa,
con los años muy cumplidos
el juego roto
las palabras bien pensadas.
Entraré para decirte
el tiempo que perdimos.


Carmen Maroto
Abril 2015
Obra de Cristina Troufa

************************

viernes, 19 de abril de 2024

Natalia Belleq.




Voy a guardar silencio,

a fingir que no te quiero
a suplicar un inmortal momento.
Voy a ponerme la coraza,
la de acero,
esa que se escapa
cuando se muere el alma
y resucita el cuerpo
Voy a tener que buscar
a ver si lo encuentro

******************************
un trozo de corazón
que te llevas cuando estás lejos,
una huella, una razón,
un oscuro sentimiento.
Y es que no es cuando no te veo
ni siquiera cuando no te siento,
es ésta puta enfermedad,
de tener que echarte de menos.
Voy a guardar silencio
a fingir que no te quiero
a suplicar un inmortal momento....

Francisco Cenamor



el fin de la historia
ya no tiene sentido la normalidad
ha llegado el momento de los disturbios espirituales
de cortar la calle con macetas
plantar magnolias en las autopistas
arruinar el futuro sembrando esperanzas
poner comas entre sujeto y predicado
correr de espaldas palpando el presente
condenar sin juicio, enjuiciar sin condena
subir de dos en dos las escaleras
abrir de par en par las ventanas
de los viejos aposentos modernos
vaciar las estanterías metálicas
acudir silbando a la biblioteca
enarbolar banderas transparentes
que no nos amordacen los ojos
sorprendernos abrazados al paria
al que vino de lejos, a la prostituta
matar de risa al desamor
ir a la oficina de empleo cantando a puccini
pagar la ópera con la cartilla del paro
recitar poesía desde el patíbulo
construir con firmeza en las nubes
y cada noche, soñarse escondido en el jardín
ignorando elecciones generales y tarjetas de crédito


Del libro Amando nubes. Talasa Ediciones, Madrid, 1999. 

**************************

martes, 16 de abril de 2024

Alicia Correa Castelo



Búscame entre las olas del mar
cuando se duerma el sol
y el alba despunte
Cuando la alborada me siembre el corazón de recuerdos
y nostalgia
Llega la noche
y con ella la oscuridad
El mar ruge
se queja
Sentada frente a la ventana
el cielo llora
y yo , lloro con el
El viento golpea los cristales
de nuevo ese olor a tierra mojada
de nuevo es invierno en plena primavera
Llego la hora de despedirme de ti
de decirte adiós
de dejar tu recuerdo en la trastienda de mi corazón
Llego el momento de olvidar
todo aquello que dijiste y no fue verdad
desprenderme de tus besos
de el recuerdo de tus manos en mi piel
del tono de tu voz
tus besos
Es tiempo de continuar
de abrir puertas y ventanas
a lo que está por llega
Es tiempo de renacer

**********************

sábado, 13 de abril de 2024

Vanesa Torres.



Casi una Trova
Si pudiera beber de tu fuente de piedra, lo haría
caballero medievo urbano
ser agua y recorrer tu cuerpo, limpia
tú, que sí eres magia, todavía existes
en mí
*
Voy a contarte despacio los secretos de un universo imperfecto que habita entre las capas de mi piel,
se alimenta casi siempre de conversaciones, a modo de orgamos repetidos y de tardes plurales
con los balcones abiertos, cual castillo en primavera. . .
Debo decirte bajito, que dentro de tu habitáculo me siento como un hada en campo abierto
rodeada de algunas flores y un colibrí plasmado en la pared,
perfecto
Adoro ducharme por las tardes, si ha hecho más que calor,
lavarme los dientes despacio para besarte mejor
Imagino que somos de otra época,
vestida de medievo princesa, largo cabello y algunas trenzas...
Corazón salvaje, cabalgas como nadie, romántico perdido
creo que la vida, es un absoluta fábula contigo
¡hasta pronto, te digo!.. mientras agito mi pañuelo bordado de suspiros

********************************

viernes, 12 de abril de 2024

Ángel Guinda



Papeles
Un papel certifica mi llegada a este mundo.
Mi identidad la corrobora otro papel.
Uno más califica nuestra vida en pareja:
de derecho, de hecho, de desecho.
Otro papel registrará mi muerte.
¿Cuál será mi papel verdadero en la vida?
Abro el buzón: rebosa de papeles.
Salgo a la calle: me surten de papeles.
Voy al Banco: cumplimento papeles.
Doy una conferencia: para cobrar, papeles.
Un papel me da acceso al estadio de fútbol,
a un concierto, al cine, al teatro.
Tráfico me echa el alto: los papeles
- los busco, los escrutan, me empapelan.
Necesito una subvención
- me dicen: hay que hacer papeles.
Me pongo de los nervios en unos almacenes
- me amonestan: no pierda los papeles.
Me entregan un regalo:
sufro ansiedad al desempapelarlo.
Mi papeleta electoral traga derrota.
Me manifiesto por los sin papeles.
Traspapelé la luz, busco tus ojos.
Cada semana reciclo dos bolsas de papeles.
Vivir: papeles y papeles y papeles.
La vida, para muchos, es todo un papelón.


(de Poemas para los demás)

******************

Jaime Gil de Biedma



No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

martes, 9 de abril de 2024

Natalia Belleq



Déjame compartir
tus noches de insomnio,
ayunar contigo, llorar,
contemplar la oscuridad,
déjame caer cuando te hayas caído, déjame contigo...
deja que me moje
si la lluvia está calando tus huesos, déjame ver tus pesadillas
cuando estás durmiendo
déjame ver tu cara de rabia o enfado, deja que mi tiempo se vaya
con el tuyo
si la soledad te atrapa,
déjame escalar montañas a la nada, deja que me queme tu infierno, déjame con tu sufrimiento...
Deja que sangren en mi piel tus heridas
Deja que mis ojos lloren tus lágrimas
Déjame así , vencida
Pero a tu lado
Déjame escuchar los perros de tu sótano
Porque te amo...
Y no sólo lo lindo del amor
También con sus miserias y fracasos.

******************

sábado, 6 de abril de 2024

Pedro Javier Martín Pedrós.

 




Y vendrán nuevas primaveras,

 los violines saldrán a su encuentro.

Cientos de miradas se acurrucarán

en tus manos para amar recuerdos

que se fueron demasiado pronto.

 

Llegará el espacio donde todo

será un remanso de paz

en los atardeceres de nuestras vidas.


************************

Isa Riquelme Toscano

 


MI LUGAR EN EL MUNDO


Mi lugar en el mundo contiene un faro y un mar de fondo, margaritas desperezándose al sol, que aún guardan caricias de infancia.
Mi lugar en el mundo contiene, flotando en el aire, la voz de mi abuela cantándome coplas de amores antiguos. Contiene la siesta y los libros leídos y las tardes de playa, y el amor de mi tía, el compartir con mi hermana y con mi prima; las noches de risas y de terraza, y una chimenea en invierno, devorando las piñas y las ramas para calentarnos el corazón. No éramos conscientes entonces de cuánto necesitaríamos más tarde, con los años que intentan vencernos a base de frío y de ausencias, ese calor que nos reunía a todos frente a las llamas, y nos ponía a arder los mofletes, tan dados a llevar siempre sostenida la sonrisa. Un espacio que albergó la alegría que también dejaron en nosotros los amigos que vinieron a compartirlo.
Mi lugar en el mundo contiene un limonero abundante, generoso, coloreando mi memoria, refrescándome en la distancia con su aroma limpio y vibrante. Es el aroma que envuelve el crecer de mis hijos, la alegría de mis padres y los tiempos felices. Ahora Darío, el pequeñín es la alegría y es la esperanza.
Mi lugar en el mundo, a veces se echa a dormir en mi memoria, y yo lo despierto para seguir habitando todos sus rincones, y traerlo de vuelta en mis noches de invierno, con su luz de faro en la tormenta y con sus flores del mediodía.

****************************

Raquel Lanseros

 


Invocación

Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.

Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.

Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.

Engáñenme los cantos de sirenas,
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.

Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.

Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.

Huya yo del realismo encorsetado.

Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.

Por si vinieran tiempos de silencio.


**************************

Lu Sesma



Dándole la bienvenida
a la primavera estoy, sentada.
Siento la brisa de la tarde
mientras veo caer
los delicados pétalos
de las frores blancas del ciruelo
que me alfombran el suelo
y el ánimo.
Las abejas, las avispas
y demás insectos
juguetean a su alrededor
y junto al sol,
que lo ilumina todo,
paran el tiempo, mi tiempo,
mi mente y mi cuerpo.

************************

Ana María Iza



Lobo azul

No quise detenerte
pensaste que era el viento
fa fuerza de gravedad que te empujaba
Y era el impulso mío
la sed de lo que parte
Bien puede ser
el sol tras la montaña
o la montaña en sombra desteñida
la ciudad que se esfuma en la ventana
la estela en barco convertida
el olor de los muelles
la hora cero
la caída del Dios que nos levanta
La dulzura de las manos solas
la mancha
en los pañuelos blancos
No quise detenerte
me gustabas por agua
Llévate el lobo azul
Déjame el lila pálido

**************************

viernes, 5 de abril de 2024

Nicolás Corraliza

 







HORAS INDIFERENTES


En la calle se cruzan
desesperanza y dicha
sin mirarse a la cara.
Extraños tomando la ciudad
sobre arterías subterráneas
de corazón parado.
A veces,
entre la devastación y la furia
surge el poema.


Rosa Ochoa

 







 VIVIRÉ


Llueve sobre mi ventana

es tarde para volver atrás.

Los días han pasado

ya no tengo veinte años,

los sueños de antaño

se difuminan en mi recuerdo.

Soy algo mayor

para jugar con la vida,

sin embargo lo haré.



Quiero sentir

vibrar este cuerpo

todavía lleno

de pasión y fuego,

salir a la calle,

oler el aroma

de las flores,

estar viva

sin importar mis años.



Sigo aquí.

¡ Me quedan

tantos sueños

sin cumplir!



Necesito hacer locuras

que nunca realicé por miedo.

Mañana será tarde

para mí.

Viviré ahora

como si tuviera

todo el mundo

a mis pies.



No quiero morir

sin haber vivido.

VIVIRÉ 


Pedro Martín Cordón

 




Al borde de sus ojos el rocío
sembró perlas de llanto contenido.
Párpados de llorar endurecidos.
Bien saben de hambre y sed, de lluvia y frío,
La mano temblorosa en el vacío
buscando la presencia sin gemido
del padre que quedó de muerte herido,
su madre hacia adelante con un crío.
Niño que te arrancaron de tu nido
convertido en escombro, destruído.
Sigue, no te detengas, niño mío.
Siempre adelante, de luz bendecido.
Que detrás de los negros escalofríos
el corazón de Dios se muestre pío.

Gioconda Belli,





Y Dios me Hizo Mujer


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y plieguesy suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigar
atodo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas




Ángel González

 




Breves acotaciones para una biografía
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.

Gloria Young



Soy
Soy recinto
de todas las palabras colgadas en el viento
de la luz que atraviesa mi curva cordillera
de la canción del sueño
del mar con sus espumas
del alma desbocada al filo de una estrella
Soy voz
que no se esconde
que explora sus tejidos
que aúlla en el misterio de todos los silencios
que murmura a la vida
que acecha en la vigilia
que da vuelo a la risa venciendo la nostalgia.
Soy agua
de la lluvia
del mar
de la tormenta
y busco los tesoros
y lavo
las memorias
soy mujer
de este siglo
escalando esperanzas
cabalgando corceles
de amor y de ternura
abriéndome los poros
al olor de las frutas
soltándome el cabello
surcando la dulzura
aquí
en la penumbra
de la
puesta del sol

**********************

Daniel Chiprian



Esta tarde iré a buscarte,
en lo más profundo del silencio,
porque me debes unas miradas, largas,
unas miradas que callan al viento,
unas miradas que mueren por descubrirte,
Esta tarde oscura y negra, llena de recuerdos
que traen mis manos del pasado,
iré a buscarte y te llevare conmigo
antes de que caiga el rocío sobre nuestros nombres,
antes de que nos alcance el alba,...
Esta tarde podría llorar y mirar al cielo
y decirme a mi mismo
Que no, que no estás en mi camino,
Que no, que mis manos están casadas
de abrazar lo que nunca tuve
en mis brazos,...
Prometo que esta tarde he recuperado la esperanza
porque sigo oyendo aquella voz
que me llama de lo más lejano,..
de lo más lejano,
de mi mundo,
de mi sitio.

******************************

jueves, 4 de abril de 2024

Wislawa Szymborska



Amor a primera vista

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún “lo siento”
o el sonido de “se ha equivocado” en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
Wislawa Szymborska
Amor a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún “lo siento”
o el sonido de “se ha equivocado” en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
De “Fin y principio” 1993
Wislawa Szymborska (1923) Nació en Kórnik, Polonia

*******************

Lucía Fernández Núñez



Poneos cómodas.
Habéis llegado
para quedaros.
Llevo tiempo esperando
que os instaléis en mi cara.
No pueden veros mis ojos,
pero el espejo no calla.
Viviréis sobre mis pómulos,
rodeadas de los surcos
que tallan
la piel que me cubre,
y que son cauces del llanto
cuando se ahoga el alma.
No os recibo con tristeza,
porque sois inequívoca señal
de que el paso del tiempo
no le es ajeno a mi cuerpo.
Sois la vida que he vivido
que a mi rostro se asoma
de pleno derecho.
Las bolsas de mis ojos
son dignas portadoras
de toda la sabiduría
que los años sembraron en ellas.
Envejezco. Lucía.

***************************