lunes, 7 de julio de 2025

Laura Villanueva Guerrero

 


 




Amanecer de agua


Me he despertado sobresaltada y era tu lengua con su amanecer de agua rescatándome de un sueño en que no estabas.


Me inclino ante tu aliento de sol y te beso despacio, invadiendo tu lado de la cama y de la vida.

Me subo a tu espalda para que en cada viaje tu nuca quede cerca mía. Te acaricio con las lágrimas de mis dedos y mi deseo se derrumba, se cae desde el centro del mundo y te habla.

El universo se ha quedado pequeño para mis vuelos contigo. ¿Inventamos otro? ¿Puede tener 3 lunas? Deja tus huellas. Yo sellaré tu primer paso con la frente, mi fiebre busca tus fresas en todas las realidades existentes. 

Pero no te levantes aún... Extiende tu mayor belleza en las manos y permítele a mi boca contemplar en primer plano la expansión efímera de tus rayos blancos.


Ana Birlanga Bellod

 





EL JUEZ


Irrefutable esa huella digital
sobre la nalga.
Esclarecedor el camino erosionado
por la barba de miel
sobre su cuello.
Ineludible la evidencia
de esas dulces agujetas en las piernas.
Sin testigos oculares
salvo las fuerzas implicadas
y valorando esa mirada de reojo
entre las partes,
he de concluir
que no fue un sueño.

martes, 1 de julio de 2025

Antonio Martínez Ferrer

 


temblor en las raíces
-máscaras-
se desploma
sobre la caricatura
humana
un vendaval de gritos
el dolor
recorre todos los patios
en la azotea una ventisca
araña las miradas
-geometrías-
la arquitectura del dolor
tiene pies de espanto
sus temblores
recorren la noche

lunes, 30 de junio de 2025

Pablo Mora

 



Regreso

Hoy entreabrí la puerta de la infancia

con la nostalgia vuelta hacia la cuna

y no encontré ni un rastro de la luna

que ayer nomás iluminó mi estancia.

Hoy me inundó la mar de la distancia

al evocar mi vegetal laguna

y en la vieja resaca una por una

fue anclando sus pisadas mi inconstancia.
Hoy me perdí en las ruinas de mi ayer

en busca de un alero, de un cimiento,

de un mango, un cafetal o mi nacer

y al verme en los umbrales de mi aliento

honda desolación cruzó mi ser:

oí que sollozaba mi lamento.

De Almácigo 2 (1980)
Foto de Lola Martínez Sobreviela

Benjamín Prado

 




Poema para que lo leas cuando no esté a tu lado
Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.
No te conformes nunca con alguien que no piense
que tu eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.
Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo:
no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.
Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.
No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.
Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.
Recuerda todo eso.
No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.
Recuerda que no hay nada que no pueda
ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío.
……………….
Del libro Marea humana (Editorial Visor, 2010)

lunes, 16 de junio de 2025

Carmen Conde

 

Hallazgo

Desnuda y adherida a tu desnudez.
Mis pechos como hielos recién cortados,
en el agua plana de tu pecho.
Mis hombros abiertos bajo tus hombros.
Y tú, flotante en mi desnudez.

Alzaré los brazos y sostendré tu aire.
Podrás desceñir mi sueño
porque el cielo descansará en mi frente.
Afluentes de tus ríos serán mis ríos.
Navegaremos juntos, tú serás mi vela,
y yo te llevaré por mares escondidos.

¡Qué suprema efusión de geografías!
Tus manos sobre mis manos.
Tus ojos, aves de mi árbol,
en la yerba de mi cabeza.

Paola Ferrari

 





Yo también temo al oscuro grito,
desespero de milagros
muero en pequeños trozos
Hay veces que solo caigo en un pozo
donde la nostalgia devora mis sueños
Y sin embargo aquí estoy
secando tus lágrimas en el mas blando de tus pañuelos
besándote el alma
queriédote en el mas dulce de mis desvelos
en el mas gris y frágil de mis dias...
Paola Ferrari
Tan cerca...