martes, 31 de marzo de 2020

Pedro Javier Martín Pedrós.









Palabras frías,
distantes, incoloras,
mudas en el espacio.
sin luz propia,
rotas en medio del silencio
huyendo de la brisa
con olor  a torpeza.
Falsas caricias en los rincones
de tu cuerpo dolorido
y amaneceres  sin sentido.
Te afanas  en llenar
la casa de tus  sueños
en bonitos recuerdos
que justifiquen tu dolor.
No te sientas culpable,
abre tu  pecho   y  tamiza
que el cariño no  crece
a base de golpes camuflados
 y besos de cerámica.
-bonitos recuerdos en tus  manos-
El que te maltrata
llega siempre de puntillas
vacío de poesía.

Cómo utilizar los silencios para convertirte en un auténtico líder ...



Pedro Javier Martín Pedrós Copyright ©






Con los ojos enterrados.
Inspiración eterna.
Los sueños debajo de mi piel
Distraigo mis manos
de la memoria
Mientras,  tú,
mueres en la plenitud
del olvido.
Sólo el balanceo
de las humildes margaritas
oxigenan los recuerdos.

Pedro Javier Martín Pedrós.


Arroyo Frío


Fotos de Arroyo Frio: Imágenes y fotografías

Pablo Mora









Para qué la poesía
Pablo Mora



Para unir lo posible con lo imposible



“La poesía y su fruto, el poema, están indisolublemente unidos a la natural inconformidad humana. Mientras la filosofía requiere principios, argumentación lógica, verdad develada y desocultada; la poesía sugiere y, desde la intuición, une lo posible con lo imposible; lo real y lo irreal; los sueños y la vigilia.
El lenguaje poético se resiste a las normas de cualquier tipo. En su ímpetu deplora el sentido común... Su mayor cualidad reside en ser el centro mismo de la claridad y las aspiraciones del hombre, de su abismo y de sus sueños más altos. El ser de la palabra poética no se acomoda a las cosas que pueblan la superficie... Cuando el poeta necesita nuevos referentes, cuando el lenguaje le parece inadecuado o impropio para decir y decirse, penetra en la búsqueda azarosa de nuevas palabras. Esta búsqueda insaciable de riesgo, de sufrir condena, desde Prometeo, ha impulsado al poeta a su más formidable manifestación: el poema; el poeta se ha liberado. La más esplendorosa autonomía de lo humano reside allí, en la creación. El jamás será esclavo de la palabra. Lengua y lenguaje lo han humanizado. Es por la palabra que el hombre toma conciencia de su libertad. En la comunión con otros la palabra es el vino y por eso los hombres se purifican bebiendo y hablando.


Vivencias, sentimientos no constituyen aisladamente la gestación y culminación del poema. A lo sumo, podríamos reconocer en ellos un átomo germinal de poesía, que de no fundirse con la vida misma no podríamos alcanzar la explosión poética... Cuando la vivencia, la intuición u otra categoría personal se hace LENGUAJE, sólo en ese caso, adviene el POEMA. Nace el poema... El poema dice lo que dice. La poesía no es explicación de las cosas ni ella misma necesita explicación. El misterio del poema se resuelve en su transparencia.” (Ibar Varas).





lunes, 30 de marzo de 2020

Anabel Caride


ZOON POLITIKON
El hombre es un animal político.
(Aristóteles)





En este infausto mes hay elecciones,
plebiscitos al cambio de estación,
comicios desayuno, almuerzo referéndums,
meriendo la estadística de voto
que me dice, a las claras, que vote y lo contrario.
Confundo al candidato nacional
con el separatista de las barbas,
a la líder amorfa y populista
con el casposo bizco defensor
de la esencia española, esa entelequia.
Ya mismo me separo de Figueras
que saco el pasaporte en la autovía.
Me da por combinar el flequillo
con orgullo autonómico, anchoas de Cantabria
y llamo «feminazi» a quien cuestione
el Toro de la Vega.
En asuntos locales voy con democristianos,
centristas en la Champions
y apoyo liberales en asuntos de pasta.
Qué pena no tener un carnet de vetusta afiliada
ni puertas giratorias que me lleven al bingo.
Consultaré a Aristóteles
a cuánto sale el voto en época de veda,
si aconseja el soborno,
el exilio dorado en países con ostras
o hacerse hare Krishna, fluir con la galaxia.
En tanto aprendo algo de política
leeré a Baudelaire:
morir lleno de sífilis rezando a Satanás
cuidado por las monjas después de haber vaciado
el cáliz de la noche.


José Emilio Pacheco


Gota de lluvia
Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.
Toda la noche estaba en esa humedad sombría
que de repente

iluminó la luna.

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domingo, 29 de marzo de 2020

Carmen Castejón Cabeceira @


ALGUNAS VARIANTES


Hacerse y deshacerse ,con ciertas variantes,
nutrirse de lo escaso y que vale la pena,
nos lo ofrece la vida con su boca callada
en los ojos que vemos
y que a veces nos cruzan.
Muere a cada instante quien no sabe besar
una gota de lluvia
sobre unos labios secos,
y recibirse siempre como lo hacen los pájaros
con el cuerpo extendido hacia el aire.
A veces me he sentido derrumbarme ,
pues no siempre suceden las cosas que intentamos,
entonces busco polen y me embadurno el cuerpo,
todo como un impulso
Y se abre el destino con su cráter inmenso
a germinarme así ante mi asombro.


Batania


SE TARDA TANTO EN CAER DE UN ANDAMIO




Se tarda tanto en caer de un andamio

Se tarda tanto
en caer
de un andamio
si eres
marfileño,
si eres
argelino,
si eres
peruano,
que tienes tiempo
de sobra
para recordar
el azucarillo
del café
de las nueve,
la quiniela fallida
por culpa
del Barça
o el último beso
carminado
de aquella chica
que no era
tu mujer.
Se tarda tanto
en caer
de un andamio
si eres
búlgaro,
si eres
marroquí,
si eres
rumano,
que los diarios
publican tu muerte
cuando aún
vas por el aire,
y tu familia
llora
ante el ataúd
y te deja crisantemos
mientras sigues
cayendo,
y pasan los días
y los meses
y los años
y todavía estás
en el aire,
preguntando
dónde
habrá un suelo,
cuándo
acabará todo,
por qué
no se pone fin a esto
si eres
saharaui,
si eres
esloveno
si eres
boliviano.





Batania- España

sábado, 28 de marzo de 2020

Jesús Zomeño



  










Un camino
que atraviese el mundo por el centro

A Conchi





No digas
si me quieres
Dibuja una línea
que divida en dos
el mundo
y al andar sobre ella
te verás en lo cierto
Guarda la tiza
si tienes miedo
a perderte
Pero no digas
si me quieres,
que los mapas tatuados
son cosa de piratas.




Marina Colasanti






LO SÉ, PERO NO DEBERÍA

Sé que la gente se acostumbra. Pero no debería.

La gente se acostumbra a vivir en un apartamento  interior
y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.
Y como no tiene vistas, luego se acostumbra a no mirar hacia  afuera.
Y como no mira hacia afuera luego se acostumbra a no abrir de todo las cortinas.
Y como no abre las cortinas luego se acostumbra a encender más pronto la luz.
Y a medida que se acostumbra, olvida el sol, olvida el aire, olvida la amplitud.

La gente se acostumbra a levantarse por la mañana sobresaltado porque es la hora.
A tomar el café corriendo porque va atrasado.
A leer la prensa en el autobús porque no puede perder el tiempo del viaje.
A comer un sandwich porque no hay tiempo para almorzar.
A salir del trabajo porque ya es de noche.
A dormitar en el autobús porque está cansado.
A acostarse temprano y dormir profundo sin haber disfrutado el día.

La gente se acostumbra a abrir el periódico y a leer sobre la guerra.
Y aceptando la guerra, acepta los muertos y que haya una cifra de muertos.
Y aceptando la cifra acepta no creer en las negociaciones de paz,
acepta leer todo el día sobre guerra, sobre cifras, sobre su larga duración.

La gente se acostumbra a esperar el día entero y escuchar al teléfono: hoy no puedo ir.
A sonreír a la gente sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorado cuando necesitaba tanto ser visto.
La gente se acostumbra a pagar por todo lo que desea y necesita.
A luchar para ganar el dinero con qué pagar.

Y a ganar menos de lo que necesita.
Y a hacer colas para pagar.
Y a pagar más de lo que las cosas valen.
Y a saber que cada vez pagará más.
Y a buscar más trabajo, para ganar más dinero, para tener con qué pagar en las colas en las que se cobra.

La gente se acostumbra a andar por la calle y ver carteles.
A abrir las revistas y ver anuncios.
A encender al televisión y ver publicidad.
A ir al cine y engullir anuncios.
A ser instigado, conducido, desnortado, lanzado a la infinita catarata de productos.
La gente se acostumbra a la polución.

A las salas cerradas con aire acondicionado y olor a cigarro.
A la luz artificial con su ligero temblor.
Al choque de los ojos con la luz natural.
A las bacterias del agua potable.
A la contaminación del agua del mar.
A la lenta muerte de los ríos.

Se acostumbra a no oír los pájaros, ni el gallo de madrugada, a temer la hidrofobia de los perros,
a no coger la fruta a pie del árbol, a no tener ni siquiera una planta.
La gente se acostumbra a demasiadas cosas para no sufrir.

En dosis pequeñas, intentando no percibir, se va apartando un dolor de aquí,
un resentimiento de allí, una revuelta allá.
Si el cine está lleno la gente se sienta en primera fila y tuerce un poco el cuello.
Si la playa está contaminada la gente solo moja los pies y suda en el resto del cuerpo.

Si el trabajo es duro la gente se consuela pensando en el fin de semana.
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer la gente se acuesta temprano
y aún queda satisfecho porque siempre tiene sueño atrasado.

La gente se acostumbra para no rallarse en la aspereza, para preservar la piel.
Se acostumbra para evitar heridas, sangrados, para esquivarse
de la faca, de la bayoneta, para proteger el pecho.
La gente se acostumbra para proteger la vida que poco a poco se gasta y, que
de tanto acostumbrarse, se pierde de sí misma.

Fotografía de Sebastian Bieniek

viernes, 27 de marzo de 2020

Eladio Orta,






mercedes tiene las piernas suaves como el coral
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón


mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes


menos a cama -desgraciadamente-
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchado juntos
y hemos insultado al conductor
que nos ha encharcado de agua hasta el cuello


cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchazo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos


mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa


mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternamente
espero que la columna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con un parche pirata
y me retiren el carnet de ciclista




mercedes te quiero
no abandones a este postperdedor

Paqui Aquino






VIVIR


¿Sabes? Quiero aprender
a vivir, a reír, a llorar.
Quiero reír contigo
y busco en tus brazos la vida.
¿Sabes? Te espero asomada
al balcón mientras la luna me alumbra
para cumplir las promesas
que un día nos hicimos.
¿Sabes? Cuando voy al mar
te busco entre las olas para nadar
y tú te escondes detrás del horizonte.
¿Sabes? Llorar como las viñas
en marzo te deja el corazón limpio.
¿Y sabes que se van cumpliendo
los años y yo sigo aquí
aprendiendo a vivir, a reír y a llorar,
contigo y sin ti…?

jueves, 26 de marzo de 2020

Ángeles Mora


EL AYER
Homenaje a Antonio Machado

Estos días azules y este sol de la infancia,
que tan vivos me arañan con la melancolía
de una vieja canción.
Estos días azules, este sol desbordando
las sombras de otro tiempo,
desnuda mis heridas, haciéndolas sangrar.
Pues la mujer que soy sabe que nunca más
volverá aquel inmenso, ancho horizonte
a desplegar su luz.
Pues la mujer que soy
sabe que nunca, nunca, volverá
la fe ciega, la ingenua expectativa
de la niña que añora el porvenir.
Pero a veces ocurre en el recuerdo:
la belleza y la dicha parece que regresan
y lloran de alegría mirándome llegar.
Pero a veces ocurre que me encuentro
besando aquella ardiente rosa de mi pasión.
La vida es desafío, dolor y rabia y lucha.
Sin duda desengaño, también felicidad.
La vida, siempre, siempre,
nos lleva hacia el mañana,
mientras en el bolsillo, con cuidado,
para que no se arrugue,
guardamos el ayer.


Juana Ríos


Ha crecido el trigo sobre el tejado de tu casa,
que ya no es hogar
ni guarda el calor tras las ventanas.
La tristeza es un pañuelo amarillo extendido sobre la mesa,
ángulos perfectos
donde duerme la sal de las lágrimas.
Que no hay un perro tras la cancela
que aúlle tu ausencia,
que el rododendro junto a la acequia olvidó florecer esta primavera,
y las orugas venenosas de las Monarcas
murieron de hambre,
sin llegar jamás a parir la belleza.
Hay un silencio dibujado con ecos
que llueve palabras apagadas
antes de ser incendio.
Hay un viento que huele a tormenta,
huérfanas las uvas de la parra se mecen
sobre las sombras sin cuerpos.



Peces voladores, Huerga y Fierro Editores.
Foto: Marco Zbigniew Parzych


miércoles, 25 de marzo de 2020

© María Luisa Domínguez Borrallo




APRENDO

Aprendo a no hacer ruido
a ser centro en la diana
y fuego en tus manos.
A estirar la palabra
hasta hallarte en una tilde.
A esconderme en un acorde
que ya late en tu cabeza.
Aprendo que todo lo escrito
se marcha de los renglones,
que la piel sana
si tu besas mis heridas.
Aprendo que conoces
cada volcán apagado,
cada miedo y cada excusa,
que sabes lidiar con la fiera
y que has decidido quedarte

Antonio Gala





Ella


Bebió en tu boca el tiempo enamorado
y la cuajó con besos de paloma.
Casto tu cuello, sobre el oro asoma
tan sólo por el oro acariciado.
Lunado el pelo, el corazón lunado,
rubor apenas por el aire aroma.
Amapola ritual tu torso toma
y te aparta del mar verde azulado.
Tu mirada de miel, marisma ardiente,
la luz antigua con las luces nuevas
-recién despierta y ya cansada- alía.

Te duele la victoria, y dócilmente
a cuestas tu destino de amor llevas,
delicada y sangrienta vida mía.    

martes, 24 de marzo de 2020

Consuelo Jimenez


LIVIANA


La persiana recorta el horizonte,
justo en la medida que yo quiero.
Se trata de un inacabado perfecto,
que hace de la luz un misterio conocido.
Y así agoto los días
en el vientre de noches ansiosas,
pariendo trazos grises,
gris mío,
gris nube,
al que me entrego
suave y ligera, liviana.


Marta Pumarega Rubio




Hoy te extiendo mi alfombra roja para que llegues,
traigo todo lo prometido,
un papel y un lápiz para estados de alarma,
mi mirada con contenido
y un borrador de mis poemas.

Tú tráete tus dudas de hombre afortunado,
tu tristeza necesaria,
tu curiosidad puntos suspensivos.

Aunque sólo sea esta noche,
estamos a la distancia de un poema.




Marta Pumarega Rubio
Antónimo de cobijo

lunes, 23 de marzo de 2020

Gaspar Limon


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EL OMBLIGO DE ADÁN

Ardua creación femenina,
unidos desde el comienzo,
origen casi de tripa,
es centro del Universo.
Implosión talla la mina,
volcán para su recuerdo,
mujer, tú que lo cobijas,
madre de nuestros ancestros.
Mismo embrión dentro germina,
sólo distintos gametos,
se empeña y nos clasifica,
con igualdad y respeto.


GIOCONDA BELLI


Cómo pesa el amor
Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como la luna
apenas clara entre las luciérnagas.
Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.
Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido.