miércoles, 27 de septiembre de 2023

Javier Rodríguez Marcos.



ES ASÍ LA BELLEZA


Es así, la belleza
se mide por milímetros.
Igual que el hielo quiere
ser sólo agua corriente,
la belleza se mide por milésimas
de segundo, por micras.
No por eternidades.
No en toneladas, grandes
cumbres, espacios
que sobrecogen. Siempre
se resuelve en la foto
finish, no en lo sublime. Nunca.
Al final la hermosura
se decide por poca diferencia.
Cero a cero. No hay mucho
que añadir. ¿Quién no ha visto
la luna, despistada,
sobre los edificios,
sobre la niebla tóxica,
rompiendo el cielo sucio
un lunes a las diez
de la mañana?

martes, 26 de septiembre de 2023

domingo, 24 de septiembre de 2023

Amalia Bautista



IDA Y VUELTA


Cuando nos dirigimos al amor
todos vamos ardiendo.
Llevamos amapolas en los labios
y una chispa de fuego en la mirada.
Sentimos que la sangre
nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
Damos y recibimos rosas rojas
y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.
Cuando volvemos del amor, marchitos,
rechazados, culpables
o simplemente absurdos,
regresamos muy pálidos, muy fríos.
Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
de leucocitos por las nubes,
somos un esqueleto y su derrota.
Pero seguimos yendo.

Elsa López



Te morirás primero, ya lo sé.
No creas que me importa.
Me vestiré de gala,
con los tacones altos miraré las estrellas
y andaré por las plazas como si fuera fiesta.
Ya verás,
cuando te mueras
irán nuestros amigos al entierro.
Habrá ramos, ofrendas,
un latido de pájaro golpeará las ventanas
y el altar se hará añicos durante el ofertorio.
Yo me pondré las gafas de no querer mirarte,
las de mirar el mar y verlo a mi manera.
Escucharé tus versos,
aquellos que escribiste antes de yo leerlos,
seguiré las estatuas
y me vendrá tu llanto y el amor que no tuve.
¿Te imaginas, amor?,
tú allí, muerto, tan solemne y tan quieto,
y yo un bullir de rosas en los bancos del fondo.
Yo, de rojo vestida, trenzas negras mi pelo
y las manos muy blancas acariciando espejos
por donde te has mirado.
Sin una sola lágrima.
Oculta por la pena que siempre fuera mía.
Pensando en tus caricias
y el júbilo perfecto de una siesta de sol
que nunca llegaría.
¿Te imaginas, amor?
Tus nietos, tus parientes,
y en el último asiento una hermosa muchacha
iluminado el arco de sus blancas axilas
por la luz de tus ojos.
Vendrán los oradores y hablarán de tu ingenio,
de tus muecas feroces,
de las horas amables en que ocupabas sitios,
lugares acordados.
Hablarán de tus gestos, de tu bufanda oscura,
del inconstante deleite de tu boca,
del mar que te ocupaba los momentos felices.
Llorarán los acólitos, las vírgenes de plomo,
los ángeles de cera.
Y nunca sabrá nadie que me he muerto contigo.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Juana Castro



Dispuso sus cabellos,
sacudió las pavesas oscuras de los ojos,
midió sobre sus yemas una brizna rosada,
soltó la falda triste
y apareció desnuda.
Ni diosa, ni dulce ni serpiente.
La verdad de su carne,
sola en lluvia o en tacto.
Memoria de la hierba,
desde el talón tensada.
Alisó una última
estela fervorosa
y supo, inexorable, que no existe
Paraíso o espadas.


(De Fisterra)

MALIKA EL BOUZIDI CHERKI



CANTÓ A LA LUNA


Se fue la niña cantando a la luna
se fue la niña llorando sola
con sus ojos tristes mirando a la luna.
Se fue la niña con el amor de su madre
observando las estrellas
que brillan constantes,
con su corazón que palpita fuerte
esa niña perdió a su madre;
y en la luna ve su imagen siempre.
La luz de la luna bajo su pie
andando sola con su voz semejante.
Se fue la niña tocando las palmas
su eco se oye en el fondo del mar
las olas se relajan y el mar se calma
cuando la niña cantaba a la luna.
Se fue la niña con su canto hondo
sus ojos de miel y su pelo negro
buscando en la orilla
las huellas de su madre.
Se fue la niña andando sola
mirando al cielo
cantando a la luna
entre el silencio perdió la voz de su madre.
Se fue la niña se fue sola.

martes, 19 de septiembre de 2023

Fernando Beltrán



Amar es este error imprescindible
Para poder vivir,
esta forma distinta de sentir la lluvia
cuando llega el otoño
y la saliva
de los parques más tristes
habla sólo al oído de los locos,
de los cuerdos de atar,
de este poema
empapado de sed,
muerto de amor y frío,
acantilado al borde de un abismo
que antes nunca escribí