jueves, 31 de agosto de 2017

Eladio Orta,





mercedes tiene las piernas suaves como el coral
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón


mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes

menos a cama -desgraciadamente-
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchado juntos
y hemos insultado al conductor
que nos ha encharcado de agua hasta el cuello

cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchazo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos


mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa


mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternamente
espero que la columna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con un parche pirata
y me retiren el carnet de ciclista




mercedes te quiero
no abandones a este postperdedor

Lucila sesma





Mañana limpia de agosto
que me lava la cara
con agua clara del manantial
y llega como un torbellino
irremediablemente a mi ventana
día a día, día tras día,
hasta el final de los días.



La imagen puede contener: planta, árbol, exterior y naturaleza

miércoles, 30 de agosto de 2017

© María Luisa Domínguez Borrallo





APRENDO

Aprendo a no hacer ruido
a ser centro en la diana
y fuego en tus manos.
A estirar la palabra
hasta hallarte en una tilde.
A esconderme en un acorde
que ya late en tu cabeza.
Aprendo que todo lo escrito
se marcha de los renglones,
que la piel sana
si tu besas mis heridas.
Aprendo que conoces
cada volcán apagado,
cada miedo y cada excusa,
que sabes lidiar con la fiera
y que has decidido quedarte


Antonio Gala




Ella


Bebió en tu boca el tiempo enamorado
y la cuajó con besos de paloma.
Casto tu cuello, sobre el oro asoma
tan sólo por el oro acariciado.
Lunado el pelo, el corazón lunado,
rubor apenas por el aire aroma.
Amapola ritual tu torso toma
y te aparta del mar verde azulado.
Tu mirada de miel, marisma ardiente,
la luz antigua con las luces nuevas
-recién despierta y ya cansada- alía.

Te duele la victoria, y dócilmente
a cuestas tu destino de amor llevas,
delicada y sangrienta vida mía.    



VICENTE ALEXANDRE




Como la mar, los besos.
No importan los emblemas
ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
aquí aún te hablo.

Eras más consistente,
más duradera, no porque te besase,
ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves.
Quizá porque, rodada
sobre playa sin fin, no pude hallarte.
La huella de tu espuma,
cuando el agua se va, queda en los bordes.
Sólo bordes encuentro. Sólo el filo de voz que
en mí quedara.
Como un alga tus besos.
Mágicos en la luz, pues muertos tornan.




martes, 29 de agosto de 2017

Ramiro Caiza



INSURRECCION



A la bodega fui a dar

la vida tenía dos instantes

el ayer rural

polvoriento

desolado

y el hoy

angustiado fuera de la orilla.



Con el nombre de Juan

bautizaron el vuelo

apátrida en tierra del equinoccio

ajeno en suelo propio

silenciaron mi palabra altiva.



Junto del ayer lo prohibido

compilo los pasajes oscuros

extiendo puentes como amuletos

la carne descifra sus misterios

eyaculo en la roja alfombra de los altares.





Ramiro Caiza, del libro; “De máscaras y fantasmas”

María Del Pilar Gorricho Del Castillo






Qué hago aquí
cruzando los peligros del párrafo
mientras el viento gira
sobre la gramática de los arboles.
Mientras todo sigue ofendiendo
a la canción esperada
y se extingue el nombre del pretexto.
Lo perpetuo de las primaveras
reposa sobre el vientre de los niños.
Los ojos de mi madre, acusan atónitos
la ofensa de la sombra.
Las manos de mi padre se buscan
en el encargo superpuesto del reposo.
Afuera,
los almendros han reventado el enigma
de la inmortalidad.
Las estaciones han nacido de lo consumido,
y los puentes bordan los soportales
de todos los solitarios.
Yo mientras, sangre y grito.
Combato con las palabras
los mensajes y el precio de los techos.
Y escribo y escribo,
sobre el jardín proscrito de lo predestinado.
Todo se hace más viejo,
bajo las costillas,
y el espejismo de la crucifixión
de los fracasos.
Todo se sucede, todo me llama,
mientras una lluvia de lenguas
rechinan lo inviable del exterior.
Duele menos la vida tras esta pantalla.




lunes, 28 de agosto de 2017

Anamaria Mayol







DETRÁS DE ESTOS SILENCIOS


Corro las cortinas de la casa
la belleza ante mi
sellada por el viento

me espera el día
detrás de estos silencios

la voz
las voces habitadas

el recuerdo
de todos los destierros

la sombra fugitiva y libre
que huye de tu sol

la arena
arrojada ante mis ojos ciegos
en nombre de todos los nombres

que me regresan



Víctor Peña Dacosta



LO PEOR DE TODO
pudo ser un amor del montón,
pero todo el montón era mío.
Sr. Chinarro
Lo peor no ha sido que te marcharas
como te fuiste (y los dos sabemos
que te fuiste de muy malas maneras),
ni que te marcharas cuando te fuiste
(y sabes que no pudo haber momento más inoportuno),
sino que, vengas cuando vengas
vengas como vengas, y lo hagas
cuantas veces estimes oportuno
regodearte con mi amor pazguato,
yo seguiré esperándote de brazos
y pecho abiertos, abjurando
de partículas interrogativas
y pretéritos que no pueden
entender, imbéciles, que has vuelto,
que al fin has vuelto y que esta vez
quizá sea para siempre.

domingo, 27 de agosto de 2017

Antonio García Pereyra

Te adoré 


"Te adoré tanto, mujer...
que hasta quise apoderarme
de esa materia imprecisa,
seguramente divina,
que emanaba como luz
de los poros de tu piel"




Cristina Liso Aldaz






4500 KMTS DE VALLA ¿ Qué verán las grullas desde el cielo
cuando anuncian la primavera sus graznidos?
Un camino de tierra como todas las sendas,
una franja marrón en campos verdes.

Los pájaros que llegan de sus vuelos
¿qué verán?
Un camino de barro
donde no hay lugar para posarse,
donde no hay madreselvas
ni árboles, ni ramas.

Y vosotros, ¿ qué mirais sin querer ver?
Dos tirabuzones de acero dibujando un camino
con vallas atravesadas de sueños,
una senda de barro con huellas que sollozan
el dolor de los rostros olvidados.

Para los que estamos dentro, el camino es
una corriente infinita,
con olas de guerra y de muerte,
que descansa en vuestra orilla.

Venimos de una tierra donde han borrado el cielo.
4.500 kmts de valla.



viernes, 25 de agosto de 2017

Pedro Javier Martín Pedrós.








¿Bailas?, mi amor.
Fui al mercado temprano,
abastecí la despensa,
ya tengo todo recogidito y ordenado.

Le he pasado un agua a la casa,
me he duchado
y me puse guapo sólo para ti.

Luego, en el jardín entre las sombras
de las acacias encontré
una nota que decía:

Todo lo que se puede tocar,
acariciar,
es real, y pensé

que las miradas de los ciegos adquieren
más belleza en los cines
de verano, cuando los adolescentes
hacen manitas en
bosques perdidos, llenos
de silencios.

Luna Miguel




Mudanza

El único lujo aquí
es el agua caliente.
La certeza de tener
una piel
limpia.
La dignidad del gesto,
gota a gota,
sin jabón mi perfume.
Mi casa es tu casa.
Ven.
La bañera es para todos.
Bendícete en este agua
púrpura.

Comprende qué poco importa
la precariedad
cuando tú
lo sabes
estás donde debes.



Blanca Varela

Juego amoroso 


Las manos a la altura del aire
a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso
la polvareda que pasa
el inesperado cortejo de plumas
arrancadas al vuelo
la nubecilla rosada y tonta
que ya no es
el cierraojos y el ábrelos
en la breve opacidad
de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma
y azules y brillantes
las estrellas
rientes
párpado sobre párpado
labio contra labio
piel demorada sobre otra
llagada y reluciente
hogueras
eso haremos a solas







jueves, 24 de agosto de 2017

Gsús Bonilla





SUPERHÉROE
Confía en mí
como quien pone sus labios
secos y agrietados
en la estampa de un santo
o en el mármol frío
de la peana del mismísimo Dios, así es su fe

como la de un empresario gordo
en un político afín
como la de éste
en un banquero podrido de dinero

como la de todos ellos
en un hombre corpulento y uniformado
armado sin alma
adiestrado, ciego y sumiso.

Confía en mí
nada más porque soy su padre
y eso es mucho y nada
y más grande que yo, para ella,
no hay nada ni nadie

y todo lo demás que no sea yo
está por debajo
de sus noventa centímetros de altura

y confía en mí, sobretodo
porque tengo las manos suaves y los pies
calientes.

Confía en mí, aunque todavía no sepa
que el miedo que tengo
es a que se le escape el globo


y yo no lo pueda alcanzar.




Manuel Vilas

MACDONALD´S 




Estoy en el MacDonald´s de la Plaza de España de Zaragoza,
haciendo la cola gigantesca,
con los ojos clavados en los carteles de los precios,
el dinero justo en la mano derecha,

billetes arrugados.

Estoy ahora en el piso subterráneo, arriba fue imposible.
Estoy sentado al lado de un niño negro que tiene en su mano
una patata amarilla untada de ketchup muy rojo:
Santísima bandera del otro mundo, el niño negro que resplandece,
mi hermano ciego.
El niño está solo, no bebe,
no le llega para la Cocacola, sólo patatas.
Sólo patatas, sólo patatas, esa desgracia,
esa soledad idéntica a la mía,
¿no lo entiendes?, sólo le llega para las patatas,
y está sentado, quieto,
en su trono, la negritud y el niño,
en el trono, allá, allá, en ese trono radiante.




MacDonald´s siempre está lleno. 
Es el mejor restaurante de Zaragoza,
una alegría despedazada nos despedaza el corazón:
Por tres euros te llenan de cajas, de vasos de plástico, de bolsas,
de pajitas, de bandejas.
Es el mejor restaurante del mundo.
Es un restaurante comunista.
Rumanos, negros, chilenos, polacos, cubanos, yo mismo,
aquí estamos, abajo, al lado de un muñeco,
al lado de un cartel que dice "I´m lovin´ it".
Tengo una bota encima de un charco
de un helado de nata deshecho. Miro la nata comerse el tacón de mi bota.
Una nata blanca, despedazada.
Arde el sol sin tiempo, bulle la mano sucia.

A mi lado, una niña de veinte años le dice a un tío de diecisiete
que no le importaría hacérselo con él. Con él, con él, un eco negro.
Y ríen y tragan patatas fritas.
Y yo trago patatas fritas.
Y dos maricas están enfrente comiéndose
la misma hamburguesa goteante,
cada boca en un extremo, y se manchan y
se muerden.
Y tragan patatas fritas. Y se besan. Y se tocan.
Y se despedazan.

En Londres, en París, en Buenos Aires,
en Moscú, en Tokio,
en Ciudad del Cabo, en Tucson, en Praga,
en Pekín, en Gijón,
somos millones, la tarde harapienta,
el dolor en el cerebro, la comida,
millones en miles de subterráneos esparcidos
por la gran tierra de los hombres.

Estoy en paz aquí con todo: barata la carne, barata la vida,
baratas las patatas.
Me siento Lenin. Soy Lenin, el marica inusitado,
el gran hereje, el loco supremo,
el hijo de la última mano miserable que tocó
el monstruoso corazón del cielo.
Si Lenin volviera, MacDonald´s sería el sitio,
el palacio sin luna,
el gueto de las reuniones clandestinas.

Algo importante está sucediendo
en este subterráneo del MacDonald´s
de la Plaza de España de Zaragoza,
pero no sé qué es.
No lo sé.
De un momento a otro, vamos a arañar la felicidad:
el niño negro, los novios, el muñeco, la nata del suelo, mis botas.
Botas nuevas, de piel brillante, con la punta afilada en señal de muerte.
En MacDonald´s, allí, allí estamos.
Carne abundante por tres euros.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Concha García





Toda mi vida la pasión soterrada
en el bajo fondo de la placidez.
La idea de la pericia escapa. Un lento
proceso al amanecer. La quinta vez
que reescribo. Te lo dije. No creo.
La fe ha resbalado como la resina joven,
como el trazo de una oruga,
la fe se ha derretido en la baba
de varios caracoles. Toda tu vida
escapa o huye. No negué lo que vi.
No vi nada. Sombra en un pacto
toda mi vida: la ventana, arrullando
el más puro sonido del silencio, un crac
rompe la desidia, un sonido leve de rotura
precipita el único acontecimiento imposible
e indeseable. Soy tu túnica, tu vajilla
y tu despecho. Me voy irritada. Sé que ahora
el velo del día es un espeso manto,
una capa del rey Recaredo. Una enagua.



Cinta Mora Olmedo





Ssssssss
Al sur del sur Suit y San susurraron al unísono:                         
 - ¿Subimos?                                                                                              
Sobre una brizna de hierba, sobrecogidos sintieron una suave brisa, y sobre sus sombras de Luna llena, sus susurros se hicieron eco, surgiendo miles de seres como ellos:                                                                                                              
Sin y sal, Son y Sun, Sol y Sombra, Sed y Agua, Sepo y sabe, Salsa y Sobre, Sisi y Susi…                                                                                   
La brisa cimbreó las briznas y todos se unieron en una sublime caricia.                                                                                                   
¿Son gotas de rocío?                                                                           
¿Son granos de trigo?                                                                            
¿Son semillas de higo?                                                                               
¿Son simples silbidos?                                                                              
Son parte de mis fantasías que comparto con amigos.







martes, 22 de agosto de 2017

Elena Medel



Punto de partida

Un poema condenado al ocio.
Sus dieciocho versos montan en autobús
y guardo en la cartera -dibujos animados-
dos pasajes con destino a la garganta.
Tu móvil, apenas unos céntimos, sonrisa:
ganarte así, renegando de Espronceda.

Tus besos son la excusa del verano.

De "Vacaciones" 2004



José Lobo





En una plaza junto a indigentes
de una ciudad sin nombre,
nos encontramos una noche.
Me recordaba tanto a mí mismo
que sentí escalofríos.
Era un mes de noviembre
pero no como otro cualquiera
pues aquel solitario lobo
en esa madrugada de otoño
en la tierra halló su estrella.

lunes, 21 de agosto de 2017

Ana Pérez Cañamares






HIJO MÍO

Que soy libre, me dicen.
Pero si quisiera tener otro hijo
tendría que llevarlo al Banco de la esquina
porque suya es mi casa.
Mi niño llamaría padre al director
y madre a la cajera
aprendería a andar con una silla de oficinista
dormiría en un cajón del archivador
y yo sólo sería un pariente lejano
que le sonreiría desde mi puesto en la cola.
Me pasaría de vez en cuando con la excusa de ampliar la hipoteca
sólo para ver qué tal me lo crían
cómo le afecta el aire acondicionado
si sabe poner un fax
y si el director le regala un juego de sartenes
por su cumpleaños.

 
(De La alambrada de mi boca)


RUBÉN DARÍO FERNÁNDEZ





Se podría en un poema resumir todas las almas
Conquistar en veinte frases los silencios más rotundos
Alejar en conjugados y por siempre los fantasmas
Si pudiera...
Con la fuerza de conceptos, abstracciones y monemas
Embeber cada serena, tierna y dulce...
Embeber cada recuerdo de armonía con olores
Rebasar lo más concreto y darle forma a la tristeza
Si pudiera no podría con mis dedos darle forma
Se podría en un poema resumir todas las vidas
Conquistar en veinte frases los rincones más profundos
Alejar en alejandros concentrando los minutos
Si pudiera...
A las horas devolverle ya por siempre toda historia
A las horas devolverle ya por siempre la memoria
A las horas devolverle ya por siempre un casi nunca
Si pudiera no podría con mis venas darle vida
Al torrente que me acecha de visiones que se ocultan
A los ojos de los gatos que en las noches se desvirgan
Treintaitrés son las maneras de morir de un alquimista
Se podría mas no puedo intentar un imposible
Que se aleja en cada verso acelerando los azules
Se podría en un poema resumir todas las almas
Si éstas fueran a mis ojos de verdad tan cristalinas
¡Mas no, a mis ojos, no lo son! ¡Son misterio y melodía!
¿O es que acaso yo podría en veinte versos
Resumir toda una vida?
Mas no me llegan quinientos
Donde poder expresar
Lo que aquel día sentía
Cuando morir te morías.

domingo, 20 de agosto de 2017

Pedro Javier Martín Pedrós



RENACER


Corazones abiertos en
busca de sol,
pájaros pidiéndome sonrisas
que no llego a entender,
seres anónimos queriendo
abrazar mi pecho desnudo.
Cansado de tanto fingir
siento alegría al decirte
que fui testigo
del parto que anunciaste,
y volaron las fuerzas
de la tribulaciones,
se fueron las frases hechas,
y…
me visitó el
verbo ser.

Fanny Garbini Tellez





DOBLADA EN DOS




Quiero tocar el viento
desde el vértice erguido
donde posan las águilas.

Quiero tocar el viento
y el humo de la niebla.

Y pespuntear las nubes
con la pálida hebra
de los pensamientos finales.

Quiero tocar el viento
que apura a las golondrinas
hacia los aires azulados.

Y estirarme hasta la luz
detrás de los sollozos.

Doblada en dos,
quiero tocar el viento.
Debe tener la misma
suavidad de la muerte.

sábado, 19 de agosto de 2017

Rosa Veiga Medero





CREMA DE POLÍTICOS


Ingrerdientes
Doscientos políticos
Dos docenas de banqueros
Veinte ministros
Díez kilos de sobres en b
Mil cuentas en lo paraísos fiscales
Todos los jefes de la patronal
Varias docenas de empresarios
Los Barnenas
Aceite y sal


ELABORACIÓN
EN UNA CAZUELA DERRETIDO A LOS MINISTROS,
e incorporamos a los banqueros, pochadolo a fuego lento.
Después incorporamos a los políticos y Añadiremos
Poco a poco a los jefes de la patronal.
Lo dejamos unas horas, cuando veamos que todo ha cogido color
Añadiremos los sobres en B, y las cuentas de los paraísos fiscales,
en este punto aumentaremos el calor durante cinco o seis horas.
Pasado ese tiempo limpiamos a los tesoreros y lo incorporamos hasta obtener
una crema suave, no olvidemos controlar los huesos ante de proceder
a batirlo, ya que buscamos una textura cremosa. Así que es conveniente
colarlos, y si veis un exceso de líquidos añadir más sobre en b y le añadiremos
la sal.

Esta crema es muy popular, especial en los comedores públicos, pues la más
solicitada... se sirve en caliente para limpiar el organismo.