domingo, 30 de enero de 2022

Mario Benedetti

 




“No te rindas”

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Anabel Cáceres

 





16 DE MARZO


Somos el capricho
de unos pájaros locos,
que vuelan bajo el influjo del km,
su bandera,  el tiempo,
la tuya,  la quimera.
Somos la vorágine de otros,
la sentencia sin culpa,
una maraña de hierros,
una frontera al nunca jamás
o la esperanza de unas manos,
la seguridad que aflora y protege,
la locura envuelta en seda,
cobijando,  sin daño.
Un claxon despavorido,
un eslabón suelto,
la parada sin retorno, 
o quizá,  otra lección por montera.
Fuimos escaladores de nubes
sin pisar el suelo firme,
la hambruna del asfalto
que traza frontera,
esa,  que no traspasamos.
Nacimos entre gotas saladas y chasis.
Fuimos,  visitantes a mesa puesta.
El segundo pasó,
con los puntos y comas de una vida,
hasta despertar,  en la existencia.






Luis Rosales






AUTOBIOGRAFÍA



Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que más quería.






Adelaida Hidalgo

 





La otra tierra



Aprendí a amar la tierra que habito,
deshollinando el alma.
A sentir la tristeza, nunca el olvido.
Aprendí a mirar los colores del viento,
a estar cerca, aún estando lejos.
Aprendí a disfrazarme de tarde,
a esperar con mirada de ocaso
y hacerlo posible,
desde la distancia.

Y pasan los años y siguen las ganas
de ver nacer un nuevo día
cabalgando en la mirada.

Alicia Correa Castelo

 





Manos ...
que acarician mis mejillas
antes de besar
Manos que aman en silencio
que se deslizan por mi cuerpo
y lo erizan ...

He besado tus manos
las he lamido
he estado entre ellas
me han sujetado a ti
y me han amado

Manos ...
benditas manos
esas manos
tus manos
llenas de pasión
nerviosas ...
Salen a mi encuentro
y me miran ...
Si , tus manos me miran
cuando me recorren
y juegan con mi piel
Bellas manos
incansables manos ...
que aletean
y me hacen volar .

Mayte Salguero

 






Báñame de mimos
que soy tu casa,
no me des la espalda
que te doy cobijo,
ábreme los grifos
de tu conciencia
y que esa senda
se haga latidos.

Mójate los labios
con mi salud,
préstame tú
todos los cuidados
sin dejar de lado
el lado de la realidad
que es luchar
para conservarnos.

Llénate de vida
para que pueda vivir,
apiádate de mí
para que prosiga
procreando existencia
de sana solvencia
agua, aire y sonrisas.



Diego Bardallo

 






Es la poesía ese balancín
que me eleva hasta dónde
se me va la mente.
El dulce mareo del verso,
prorroga mis noches

queriendo poner cordura
en el corazón de una veleta.
Acabo paseando por las aceras
de la demencia y rompo
para siempre con la utopía
si al final no consigo
que me arropen sus manos. 


viernes, 28 de enero de 2022

Marisa Martínez Pérsico






Marisa Martínez Pérsico es una poeta y docente universitaria nacida en Lomas de Zamora, Buenos Aires, en 1978. Ha publicado los libros de poesía Las voces de las hojas (1998), Poética ambulante (2003), Los pliegos obtusos (2004), La única puerta era la tuya (2015), El cielo entre paréntesis (2017) y Finlandia (2020). También es traductora de poesía italiana contemporánea. Su abuela materna emigró de Galicia a la Argentina en 1938 y, gracias a la Ley de Memoria Histórica —que reconoce a los hijos y nietos de quienes perdieron la ciudadanía como consecuencia del exilio el derecho a solicitarla—, en 2009 optó por adquirir, junto a la argentina, la nacionalidad española. En octubre de 2021 obtuvo el XXIV Premio Internacional de Poesía Ciro Mendía (Colombia) por su libro Un cielo para los gatos.

LA PREGUNTA
Cuando crezcas,
¿qué te gustaría ser?
pregunto mientras por la ventanilla
se ven los faros rojos del mundo que se aleja,
como si un despegue brusco
nos lanzara
a un futuro más próximo
que el real.
«Ser maestra de baile»
«Cuidadora de cisnes»
«Jardinera de parques con columpio»
Si no fueras mi madre, ¿qué serías?
«No quiero ser un pájaro», te digo.
«Ni una lluvia con pez en un arroyo»
Quisiera ser,
María,
una pregunta.
Una duda sin bordes más allá de mi voz.
Vivir de labio en labio de quien sufre un misterio,
de quien peina ilusiones con cuidado,
del que ignora.
Ser una boca abierta a la sorpresa.
¿Dónde oculta
el escombro su guarida?
¿Quién desnuda las ruinas que se amaron
sin grieta, con verdad?
Yo quiero ser esa pregunta
en donde quepan todas la mentiras
que nunca se respondan,
como este vuelo apenas suspendido
entre las nubes, sin luces
a la vista, se propulsa, en sordina,
hasta el final.
Quisiera ser pregunta pero voy en silencio.
Lo más dulce es callar,
volando juntas.

jueves, 27 de enero de 2022

Vicente Aleixandre



Estancia soleada:
¿Adónde vas, mirada?
A estas paredes blancas,
clausura de esperanza.
Paredes, techo, suelo:
gajo prieto de tiempo.
Cerrado en él, mi cuerpo.
Mi cuerpo, vida, esbelto.
Se le caerán un día
límites. ¡Qué divina
desnudez! Peregrina
luz. ¡Alegría, alegría!
Pero estarán cerrados
los ojos. Derribados
paredones. Al raso,
luceros clausurados.

miércoles, 26 de enero de 2022

Yolanda Ortiz Padilla

 



Yolanda Ortiz Padilla es una poeta nacida en Jaén en 1981. Doctora en Filología Hispánica, combina la creación literaria con la investigación y la docencia. También imparte talleres de escritura y organiza un ciclo de recitales poéticos llamado La caja de Lot. Ha publicado los libros de poemas el cordón umbilical (ganador del XVIII Premio para Escritores Noveles de la Diputación Provincial de Jaén, 2009; 2ª Ed. Baile del Sol, 2018), el miedo detrás (Ejemplar Único, 2015), manotazos al aire (Baile del Sol, 2016), tierra de malvas (XXXI Premio Joaquín Lobato, Piedra Papel Libros, 2019). En 2020 obtuvo el Premio Gerardo Diego de Poesía, promovido por el Gobierno de Cantabria, con su obra Allozar, publicada por El Desvelo Ediciones en 2021.

amo
lo cóncavo de tu pecho
tu diente de leche el rubor
cada uno
de tus dedos
¿hasta dónde eres capaz de llegar?
te devorará mi amor y se devorará a sí mismo
borro el límite
¿hasta dónde eres
capaz de llegar?
no suelto la cuerda
bebo
el agua recogida en tu pecho
con la sed
de un animal

lunes, 24 de enero de 2022

Ángela Mallén



Palabra de elefante (Frangmento 1)
(Saint-Germain des Prés)



Llueve y llueve sobre el río, los paraguas, los misterios:
caracoles, flor de hibisco, gotas ácidas, salmones;
ciertos pájaros sin rumbo y sin nido;
una menguada luna de Mercurio y de Uranio;
otra luna creciente que pronto explotará.
Llueve sobre los desnudos, las fachadas, los deseos:
desventura, flor de tilo, estorninos, serafines;
el fuego de Perseidas, la escarcha y el maná.
Llueve y llueve sobre el río, los paraguas, los misterios.
Llueve y llueve sobre el polvo, las palabras, las estrellas.

Antonio Perejil Delay



EXISTE OTRO TIEMPO


El tiempo siempre muere
en la cruz de celulosa de los almanaques,
o golpeado por el péndulo de bronce
de los relojes de pared.
Pero existe otro tiempo
que muere silenciosamente
sobre los mármoles fríos de las estatuas
y sobre el paisaje otoñal
de miles de árboles desnudos.
Existe otro tiempo invisible
que muere lentamente
en las pupilas cansadas de los viejos
que toman el sol del mediodía
apoyados en sus bastones de acebuche...
un tiempo imperceptible
que siempre se desmaya a ciertas horas
en las habitaciones con olor a luz podrida,
y en los corazones azules de los niños
que aún no han rozado el cielo
con sus delicadas manos.

sábado, 22 de enero de 2022

© Laura Villanueva Guerrero



Con la boca pegada al cielo,
en la asfixia de un amor
que nace y va muriendo,
me deshago de los labios
para besarte únicamente
con el deseo.
Nos iniciamos en el azul
como peces de infierno.
Somos fuego invertebrado,
el uno sobre el otro
rebosando flores de silencio.
Nos contemplamos en la huída
de lo tangible, todo el aroma
nos descansa al descubierto.

jueves, 20 de enero de 2022

DIMCHO DEBELYANOV





Plovdiv
¡Qué miserables fueron mis días de infancia!
¡Oh cuántas lágrimas sofocadas derramé!
Aquí primero la oscuridad envolvió mi mirada,
una tormenta implacable estalló sobre mi cabeza.
Aquí primero escuché la voz gritar: detener
su esperanza y esfuerzo - está prohibido,
el fruto del amor, en una bóveda malvada
tus sueños estarán en prisión perpetua.
Y hoy recorro el triste conjunto de esta ciudad,
El único hogar de mi dolor sin hogar.
Camino por la comodidad de mi alma sin alegría
como si estuviera abandonado en una gran pérdida,
con esos pensamientos negros que me agobian
que quiero borrar todos mis recuerdos.

Fco Javier Sánchez Durán



Ayer, muy de mañana,
Volvió, después de mucho tiempo,
al olivo que vive en mi jardín
el hermoso canto de una oropéndola
enamorando los aires del estío.
Y me volví loco.
Hacía tanto, tanto tiempo.
Con él vino mi niñez toda
bajo la sombra del olmo
Cuando se apagó el día
el canto persistente del cárabo
rompió el silencio sostenido
por el canto de los grillos
en una noche oscura con alma
bajo un cielo negro,
huérfano de mar y luna,
pero inundado de estrellas.
¡Ay, el canto del cárabo,
ese ululato quejumbroso
que engulló mi inocencia!

"Cortelazor, poemas de alma y olmo"

miércoles, 19 de enero de 2022

Jorge Novak Stojsic Sarac



Dicen
que hay tristeza
en los almanaques
me acaba de saludar
el último sábado del año
me pidió perdón
y se fue cabizbajo
despacio
y arrugado

Cristina Liso Aldaz



HACIENDO EL NIDO


Día tras día
vuelan los dos
una y otra vez,
buscan hierbas y hojas
que traen en su pico.
En obediencia perfecta a la vida,
el nido se construye poco a poco:
es exacta su arquitectura.
Entre las ramas,
un certero latido
nace oculto, en silencio.
Lo importante, siempre velado.

martes, 18 de enero de 2022

Angela Botero,

 


ALGUNA VEZ ME ENCONTRE
UNA NIÑA PEQUEÑA,
QUE MIRABA SIN
DETENERSE, FIJAMENTE,
SUS ZAPATOS DE CHAROL,
COMO SI VIERA EN ELLOS
SU ROSTRO REFLEJADO.
ELLA ME DIJO:
POR QUE NO TENGO ALAS?
CLARO QUE LAS TIENES,
RESPONDI. SOLO QUE SON
PEQUEÑAS, ESTAN EN TU
ESPALDA Y POR ESO
TU NO LAS VES.
TE EQUIVOCAS, DIJO,
SI YO TUVIERA ALAS,
LAS TENDRIA

Federico García Lorca



ES VERDAD


¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

lunes, 17 de enero de 2022

Paola Ferrari



Tu...
Entre el cielo
y las sábanas
Tu...
Carne de mi carne
vuelo entre mis vuelos
Llama de mis fuegos
Insaciables desnudos
que cambian tus miradas
Latidos incontrolables
de un corazón
atado a la sal de mi piel
al suspiro anhelante
de un Te amo
Explórame amor mío
Sigue con tu ruta
trazada entre corceles
Mientras, Yo
intentaré derramar el cielo
entre tu alma y la mía
Así no tendrás ya
que buscar
cada rincón del paraíso
Sumérgete en mis brazos
que el cobijo que anhelabas
nació
con el hueco de tu cuerpo
y así floreceremos
en el mismo sentido
mirando al mismo sol...

Gabriela Mistral



Riqueza
Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída:
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas,
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida….

domingo, 16 de enero de 2022

Paloma Corrales



COMO PAN RECIÉN HECHO


tú que te enamorabas de los sauces
con la mirada clara
por tener un amor
de piel y tacto, tú
que buceaste en todas las palabras,
en los suspiros rotos,
en las perchas de nadie,
al norte del lenguaje,
tú que nunca supiste las palomas
ni el orden de sus plumas,
tú famélico, tú quebrado,
tú sin miedo,
tú tan firme,
tan buen hombre,
tú que lates los hilos al borde de los gestos,
tú solo eres capaz
de llenar los vacíos que siempre nos delatan.

• Arantza Semprún •



HOMENAJE A LABORDETA


Hoy sí, hoy he pasado el Ebro,
hoy el cierzo me ha traído una voz,
he cruzado el Puente de Piedra y
al Norte Los Pirineos.
He oído cantos de libertad y alguien
desde la otra orilla me miraba socarronamente,
avivando el paso su figura se ha diluido
entre las brumas del frío invierno, y
al Norte Los Pirineos.
Se ha hecho el silencio en el Somontano,
la nieve en la cima del Moncayo.
Ha muerto el cantor, se fue muriendo poco a poco.
En Veruela le cantamos, en Veruela le esperamos.
Muerto el poeta triste baja el río.
Hoy he cruzado el Ebro
y desde la otra orilla alguien me ha susurrado:
Al Norte Los Pirineos, al sur el páramo callado.
Esta Tierra es Aragón.
Del Libro: Silencios encontrados.
Colección: Poesía en la distancia.

sábado, 15 de enero de 2022

• Hélène Laurent •

 


Viste en mí
una diabólica asociación de seises
y tu retina me devolvía
una imagen monstruosa
y deformada de mí misma.
Niña mala.
El vio el triunfo de valores,
la osadía y el fin de la guerra.
Libertad.
Nunca conectamos,
no nos supimos entender
y se rasga la herida que otros cosieron
al observar impotente
que mientras mis ojos se abren
los tuyos
se cierran.

Del Libro: A tu Encuentro
Colección: Poesía en la distancia.

viernes, 14 de enero de 2022

Susana Thénon




En todo instante
se renueva
la fugaz memoria de los espejos,
el perfil hosco de los cuerpos oxidados,
el andamiaje de palabras
no habitadas por manos
o por bocas oscuras.
El tiempo arruga los caminos,
borra las miradas lejanas,
va encendiendo la muerte en los rincones.
Y cómo no saber esto:
llegará un minuto vacío
que añore nuestros rostros.

• Laura Gómez Recas •



LA LLAVE


Sin la sombra que te encubre
eres solar para el olvido,
desengaño, lágrima vertida
en la albura que tiembla en mi regazo.
Llevas al cuello la llave de mi mundo
atada con la seda de una cinta
que arranqué de cuajo a mi cajón.
Ella concreta mi infinito,
o el horizonte que no fui,
me tiene a recaudo hasta mi muerte…
y sabe que jamás la empuñarás.



Del libro: Silencios encontrados
Colección: Poesía en la distancia

jueves, 13 de enero de 2022

Pablo Neruda



LLénate de mí
Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora.
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.
Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.
Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro.
Mi corazón no debe callar hoy o mañana.
Debe participar de lo que toca,
debe ser de metales, de raíces, de alas.
No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve,
no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.
No, no puede ser, no puede ser, no puede ser.
Entonces gritaría, lloraría, gemiría.
No puede ser, no puede ser.
Quién iba a romper esta vibración de mis alas?
Quién iba a exterminarme? Qué designio, qué palabra?
No puede ser, no puede ser, no puede ser.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Porque tú eres mi ruta. Te forjé en lucha viva.
De mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste.
Tienes de mí ese sello de avidez no saciada.
Desde que yo los miro tus ojos son más tristes.
Vamos juntos, Rompamos este camino juntos.
Será la ruta tuya. Pasa. Déjame irme.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Haz tambalear los cercos de mis últimos límites.
Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mío, estos nudos
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mí mismo, perdidamente,
libre de mí, furiosamente libre.
Irme,
Dios mío,
irme!

HANS MAGNUS ENZENSBERGER



ráfagas
hay palabras
ligeras
como semillas de álamo
se levantan
llevadas por el viento
y vuelven a caer
difícil agarrarlas
porque se van muy lejos
como semillas de álamo
hay palabras
que más tarde quizás
removerán la tierra
proyectarán tal vez alguna sombra
una sombra delgada
o tal vez no

Paco Velázquez



CIERRA LOS OJOS


Cierra los ojos. Cierra los ojos de luna. Imagina la primavera brotando del centro, del centro de tus ojos. Hacia el cielo irisado.
Imagina pájaros revoloteando entre un arcoiris cubierto de fresco rocío matinal. Verde. Pájaros, luz...
Imagina una voz dulce, melódica, armoniosa... que dibuja un campo de mariposas y amapolas en el verdor... Amapolas, amapolas, una romería de amapolas...
Imagina tú. Imagina yo.
Un mundo mágico, un mundo de besos en tu nariz alegre.
Imagina una canción infantil en un croar en el lago de tu fantasía.
Imagina hadas y carruajes y palacios y un príncipe y una princesa... una princesa que eres tú.
Imagina que imaginas un hermoso cuento para ti, contigo...

miércoles, 12 de enero de 2022

Barbara Grande

 


AUSENTES


El miedo ya no se esconde
en el blister
o los semáforos.
No está en el buzón,
en la espera,
la estación fría
ni en el tiempo.
El miedo se esconde aquí dentro,
en mi pecho,
justo al segundo de rozar el recuerdo,
cuando mi corazón se desboca
y muero un poco.
Llueve a cántaros en el salón
y sólo temo
a los ojos del destino
cuando miran fijos
al horror del juicio
y de la culpa.
También la ausencia.

Daniel Chiprian



Cuantas veces busque la manera
de explicarte y decirte que no soy
nada parecido al mundo de ahí fuera...
que no soy más que una leve caricia
que baja despacio por tu incomprensible alegría
que podemos ser y avanzar en nuestra
propia ignorancia creyendo estar acompañados
por algún ser extraño....
y tantas veces busque la manera de decirte
y explicarte que no soy más
que un beso que anida en los brazos
de la noche más cercana...
Déjame.... déjame ser prisionero de tu calma
tan desnuda como la propia luna...
Déjame... ser prisionero de tu alegría
de tu ser..
de tu alma...
de tu todo...
pero déjame ser prisionero de ti
Tan solo de tu ser
Tan solo de ti...

Fabiola Rubio



Con las manos entrelazadas,
mirando en una misma dirección,
el tiempo y el mundo se detienen
porque ya no queda trecho para caminarlo.
El calor de la presencia,
la mirada y el contacto
el silencio de las palabras
todo ello ha desaparecido junto
con el latido de lo amado.
Se añora, se imagina
el rubor de la piel
cuando te asalta la mirada.
Un gesto de amor,
pequeño o grande y su ternura...
Un proyecto de ilusión,
un deseo, una esperanza
un pedir que enmudezcan las palabras porque han empezado a dialogar las almas.




lunes, 10 de enero de 2022

ERNEST HEMINGWAY

 


El deseo y
las dulces y afiladas penas
y las superficiales heridas
que fuiste tú,
se han convertido en una triste oscuridad.
Viene la noche con su rictus
a yacer conmigo
una torpe, fría y rígida bayoneta
sobre mi alma iluminada, palpitante.

Silvia Elena Regalado



Si vamos a hablar de amor
pido permiso,
debo dejar mi piel
sin envolturas
sin artificios,
los zapatos, la ropa
se quedarán a un lado
vamos a correr descalzos
a beber la alegría
de la tierra nuestra
que andamos.
Si hablamos de amor
no precisaremos de cortar flores;
bastará con que fluya
el silencio dormido
en nuestras manos,
bastará cont u voz
detonante justo
de mis dulces
huracanes
intradérmicos.

sábado, 8 de enero de 2022

Adolfo López



AL DESPERTAR



Qué habrá tras el futuro,
tras las viejas y altas ramas de las estrellas.
Qué será de abrazarte desnuda
y sentir el pasar de la noche negra.
Conmoverme al despertar y ver, el día más largo,
golpear los portales huyendo de la tormenta
y refugiar todos los ecos de mi voz
al filo de las tabernas.
Cuándo me sepultarán la noche y tus manos,
y cuándo dejarás que me enrede entre tus piernas.


Foto: Red
De mi poemario "Dormir de día"
Ediciones del Genal

Uberto Stabile

 






los que aman no hacen pie
agitan brazos como ramas

y son los primeros en hundirse
creen tocar el cielo 
mientras el mundo alrededor
se hace inmune a su naufragio.
los que aman no saben decir adiós
mienten cada vez que se despiden
como la noche miente al día 
pronuncian el deseo en cada gesto
temiendo que al doblar la esquina 
el olvido les devore.
los que aman no calculan
viven empeñados en causas perdidas
las cuentas nunca cuadran 
entre el debe y el haber se quedan solos
no hay ley que les salve ni condene
mueren cada vez que resucitan.
los que aman no hacen pie
se ahogan en su propio amor
felices sin saberlo
como gotas de eternidad.