miércoles, 26 de febrero de 2025

Patricia Liliana Boero

 



AURORA CONSURGENS I





El uno cambia su aliento
sobre el vaso de estrellas
pasa por el cedazo el alfabeto
remite toda nada hacia su gesto táctil

talladura del ojo,
de la boca, del hambre de tocar
mesa tendida
copas, que no se alzan.

El otro, aterida la mano
que penetró en lo hondo
y abrió un pozo en el pecho
la extiende hacia el vacío.

La sangre se coagula,
y esboza un corazón
de alas batientes.

Hijo de todas las rozaduras de la espina
se exilia de raíz,
puertas afuera.

La casa es su abertura
y hasta el final del escalón
hacen los vientos remolino.

¿No es acaso el desierto
canto de mares que no se han retenido?

También lo hueco
vibra
con lo que fue arrancado.


Patricia Liliana Boero

lunes, 3 de febrero de 2025

Pedro Javier Martín Pedrós

 



En recuerdo a todos los seres que han perdido su vida intentando llegar a tierra

Resultado de imagen de desaparecidos en la playa de cadiz



Mis lágrimas poéticas 
sienten frío
en este atardecer
inédito
cubierto de espacios
incoloros.
Siento como los ojos
de náufragos del olvido
me regalan miradas
antes de acariciar la
tierra que nunca besarán.
El mar permanece testigo
abrigando despedidas
llenas de silencios
y milagros inexistentes.


de Violines sin música.

Beatriz Alicia García

 







AUTORRETRATO EN TONOS GRISES

 
A veces hablo sola,
es decir, conmigo misma.
Los solitarios
tenemos esas mañas,
esos hábitos raros.
A veces, también, grito,
porque no me oyen,
o no me oigo.
Suelo encerrarme
a repetir femeninos rituales
ancestrales
-limpiar la casa, ponerme bella-.
no soy bruja, pero parece
que doy miedo,
soy diestra con la escoba y los cacharos,
sí.
También soy diestra
en decir verdades
en los momentos más inoportunos,
y en perder objetos y personas.
Ya no río mucho, ni lloro
tampoco, en exceso.
Cada vez soy más dada
a la soledad
y a defender mis convicciones
y desvaríos.
(¡Qué broma!).
Finalmente,
no saldré viva de esta historia,
no volveré a tener 20 años,
no volveré a vivir
cada minuto que pasa,
nunca más.
Entonces, ¿para qué complacer a extraños?
Mi efímera belleza aún me conmueve,
mis tontos deseos de amar
y ser amada.




Extraído de su blog: BITÁCORA PARA LUGARES REENCONTRADOS




Laura Villanueva Guerrero

 


El sonido azul de mi risa


"Pongo las manos sobre mi corazón y siento que late desesperado."


Juego con tu piel como si fueras una luz fría y yo estuviera a 40 grados de amor. Aparta ese tejado. Quiero ver el sol y sentir la brisa. Hay días de verano que necesito tener el cielo en los pies y correr hacia tu cuerpo para marcar más lugares con mi caricia. Éste que me enseñas hoy, me gusta. El deseo se renueva en mis ojos con un brillo de lascivia. Todo es posible cuando te tengo debajo y empiezas a cantar en voz baja, canciones antiguas. Recítame el poema XV de Alfonsina. Y dime que en tu pecho se ha quedado grabado el sonido azul de mi risa.