domingo, 20 de noviembre de 2016

Aurelio González Ovies




Qué más quisiera yo
  que ver desde los montes
  el animal del tiempo.
Ser el reverso de la sombra.
El huésped más agraz de las luciérnagas.
El viaje más fundible de los túneles.
El ritmo artesanal del corazón.
El invertebrado rojo de la llama.
Qué más quisiera yo
  que ser el viejo perro del coraje
y asustar a la muerte
cuando viene a buscaros.
        
Qué más quisiéramos todos que proteger de la enfermedad 
y de la muerte a los que amamos.

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