lunes, 9 de enero de 2017

Ana García Briones





A  Miguel Hernández

Un poeta de Orihuela
reposa bajo la tierra,
sus versos han nacido
en los jardines del alma.


El viento danza
con mi pelo,
y los recuerdos
se rebelan contra el olvido.


Grito los silencios
de un joven poeta
sentado en el andén
del hambre.


Volando sus sueños
en la soledad del frío,
en paisajes verdes
alfombrados de esperanza.


Los años caen
como las hojas secas,
los besos se quiebran
en la boca del mundo.


Arde mi corazón
con abrazos de otoño,
miles de aromas
nacen en mi pecho.






Anida en mi ser




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