martes, 10 de enero de 2017

MYRIAM COVIÁN







EL MAR DE LOS COLORES / MYRIAM COVIÁN


En un País de color negro y gris, los habitantes diminutos ensuciaban las calles y el paisaje de árboles y musgos, las nubecitas pasaban y descargaban gotitas de lluvia refrescante...
Un día llegó una pintora con su paleta de colores y transformó el mar oscuro en uno de color verde-azul...los peces encantados por la novedad nadaban animados de un lado a otro formando grupos de diferentes tamaños, los pequeñitos, medianos, grandes y enooooormes...
Los animales terrestres observaban ese bonito color mientras las olas iban y venían mojando sus patitas...la pintora se percató del detalle y usó ocres, rojizos, averdosados y marrones para los árboles, así se formó un colorido otoñal que hacía las delicias de cualquier par de ojos observadores...
Entonces las gaviotas y aves de todo tipo sobrevolaron el bonito paisaje y la pintora volvió a sacar su paleta de madera mezclando azules intensos unos más claros y otros más oscuros haciendo un cielo espectacular, también usó el blanco para pintar la luna y las estrellas...
Una vez finalizada su labor, se durmió entre la hierba y al despertar, multitud de flores gritaban pidiendo muchos colores para sus pétalos...ella pintó y pintó sin pausa y entonces unos ojos gigantescos se iluminaron en el cielo azul, era Dios que sonreía observando su destreza...y como premio le regaló un caballete de madera para que pintase todo el conjunto a la vez...
Así hizo un hermoso cuadro que tituló: Paraíso terrenal...los habitantes diminutos comprendieron que todo era mucho más hermoso limpio y colorido, decidieron no volver a ensuciar nada y la pintora pudo guardar sus pinceles y óleos para disfrutar de toda aquella belleza sin cesar...







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