miércoles, 8 de agosto de 2018

Jose Angel Garrido Cárdeno

 








LOS SANTOS INDECENTES


Cuando salgáis bajo palio
recordad que a ciertas horas
suele haber humedad
y a los que os cubren
se le cansan los brazos
de tanto protegeros.
Mantened la sonrisa
el tiempo que podáis
y lo que vuestra propia vergüenza
os permita.
Levantad la cabeza.
Es tiempo de aguantar
las miradas
con el mismo aplomo
que cuando teníais
el poder de sembrar el daño.
Caminad firmes
que la tierra no huela
vuestras sólidas rodillas.
Limpiad el sudor del pánico
y mirad al frente:
sólo son vuestras víctimas.

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