EN MEMORIA DE ÁNGELA MARÍN SANTOS Quiebra un dolor la tarde nuestra, duele más que nunca el alma, aprieta la desesperanza, no llega la resignación. Perdemos a Ángela con la consecuencia de un “para siempre” solo efímero en el recuerdo, suene el himno grande en la marisma azul y llore con nosotros la madre tierra, eternidad en los brazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario