MORIR
Morir  es no volver a estar
-a  la misma hora- 
en  los mismos lugares,
con  las mismas personas.
No  aparecer, cada mañana,
como  esa gran luz nueva
disuelta  entre las cosas;
dejar  interrumpidos los trabajos, 
los  viajes en punto muerto.
Ajenos  a los mares y a los astros.
Morir  es estar quietos, sordos,
ciegos,  mudos, desaparecidos,
desconectados  de todos y de todo,
de  nosotros también;
no  regresar a casa nunca más.
No  emitir ya señales, 
recibirlas  tampoco.
Morir  es no volver.    

 
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