Tal vez la mirada de manos tristes
presagien un tsunami
en los mares de mis versos.
Tal vez el abismo de las inseguridades
escondan unas tazas de café
que se miran a escondidas
testigos de mudas conversaciones.
Tal vez mi piel erizada cambie de color
ante un horizonte ambiguo carente
de sonrisas mensajeras.
Tal vez el anuncio de mis debilidades
rompan el anonimato de espejos
inexistentes y besos cercanos.
Tal vez…
quizás…
el sentir mis ovarios palpitar
me sienta llena de suaves
y cálidos abrazos.
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