Irene Domínguez (Toledo, 1996) ha estudiado Filología Hispánica en la Universidad de Granada y el Máster en Literaturas Hispánicas: Arte, Historia y Sociedad en la Universidad Autónoma de Madrid, especializándose en la relación entre literatura y otras artes, en concreto la música. Actualmente cursa una de las becas de formación en el Instituto Cervantes de Madrid, trabajando como editora. Ha sido ganadora del Premio Internacional Málaga Ciudad del Paraíso 2019 de la Fundación Málaga con su poemario Presuntamente nuestros. Ha colaborado con sus poemas en la revista Maremágnum y en Microversos en red: Poesía en un tuit, de Verso&Cuento.
SALA X
—Enamórala;
uno nunca puede cansarse de una mujer como ella.
Te dijo un
Leopoldo María Panero del diecinueve.
Y me comentaste:
—Me entusiasma tu pelo.
Es del color de las amapolas.
Y te dije:
—¿Te gusta liso o rizado?
—Tras despertarte conmigo,
respondiste sin dudar.
Y también sin dudar, desenfundé las tijeras
y te lo puse, con cariño, en el plato vacío
del restaurante.
—Me gustan tus ojos,
comentaste.
—¿Solos o con lágrimas?
—Intensos,
respondiste.
Y sin dudar,
los arranqué como Edipo
usando los broches de mi vestido.
Y así, al plato:
el canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura.
—Antes que musa, poeta,
te dije,
y así me fui ciega, desnuda
y con las amapolas cortadas.
Y el cínico Leopoldo se volvió cuerdo, y el cansancio se apoderó
primero
de mis restos en contacto con tu saliva.
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