martes, 7 de marzo de 2023

Daniel Casado




MONEDA PORTUGUESA

Sostengo en mi palma una moneda.

Me la entregaste una tarde lluviosa de abril,

frente al Museo Romano;

te desprendiste de ella como de un zapato viejo:

súbitamente pasó de tu bolsillo a mis manos.

En ellas sigue,

vieja moneda portuguesa,

como divisa de nuestra amistad,

como óbolo oscuro donde se cifra, ahora,

un latido.

Vendrán los años, dejará -si es que algo vale-

de representar algún poder el brillo antiguo

para el que fue acuñada y el recuerdo

borrará en ella también nuestras fechas.

¿Adónde, finalmente, llegará?

¿En qué rincones, teñidos por el silencio

o la lluvia, quedará varada?

¿De qué bulliciosa mañana, alguna mano

experta, amorosamente sabrá rescatarla?

A su futuro dueño,

bien le valiera esta advertencia:

Déjala estar, así: pálida y hermosa,

mas sin utilidad posible.

Hay ríos de sumergida luz bajo su manto

y cuerpos que nunca alcanzaron el mar.

(De El viento y las brasas, 2004)

*********************




No hay comentarios:

Publicar un comentario