jueves, 30 de abril de 2020

Paqui Romero Núñez




Soy palabra, 
a veces en grito,
a veces en silencio
Soy sombra, 

luz, 
risa y miedo.
Soy tierra, 

espuma de mar, 
aire y cielo.
Soy pasado, 

futuro y tiempo
Soy tú, yo, 

todo, nada, 
vida y recuerdo.

Carmen Castejón Cabeceira ©


DÉJAME QUE TE QUIERA


Déjame que te quiera
que te bese la sangre
de esa herida que tienes
en el lado contrario
al que me mira
pero que yo conozco
sin que lo sepas
ni siquiera lo intuyas.
En esas noches raras
de desacuerdos
que pasamos a veces
¡ muchas y muchas veces¡
(trataré de ceñirme
a lo real,)
tu no lo sabes,
pero en la cama
das muchas vueltas
y hablas en alto.
Las sábanas se mojan
de tus temores.
se hace visible
tu parte lastimada.
Mis labios se te acercan
con claras intenciones
y siento tu distancia,
entonces no te quiero
pero tan solo un poco,
breves son los instantes
sin dios y sin tu nombre;
porque amanece luego
y me buscas dormida,
y enredando
mi pelo entre tus dedos
formando caracoles
que es lo que mas te gusta,
me miras hasta el fondo
y abandono el odio
para ser hoy
parte de eternidad
en el lugar que vivo
solo de ti
como de mi
solo,
esperando que dejes
que te quiera.


Francisco José Romero





Y si abrimos la ventana,
pero de par en par
que nos escuche el viento
como hacemos el amor.
Ya es hora que apostemos
si él mueve más las cortinas,
o nosotros las sábanas.
La voz de otro día




miércoles, 29 de abril de 2020

Marta Pumarega Rubio




LA ESPERA

Desde esta habitación
veo diez árboles,
cuatro tejados,
un parque infantil,
y una carretera pequeña
por donde pasan los coches
que van a las fábricas.

Esta habitación tiene dos camas juntas,
pero estan hechas para no quererse,
y es por eso que si intento darte un abrazo en la noche
suena un ruido de cristales,
se dibuja un margen,
tiembla un cuerpo sin el otro cuerpo.

Esta habitación tiene
una televisión sin mando,
un cuadro de Ciudad Real,
un escritorio desde donde nos escribo,
un teléfono que no suena.

Esta habitación no tiene reloj,
pero está llena de tiempo,
está repleta
de mañana, tarde y noche.

Es por eso
que cuando suena el teléfono,
cuando me dices que vienes,
me asomo en lo oscuro,
me pinto los labios.

Veo la noche,
veo diez árboles,
cuatro tejados,
el parque infantil,
y los coches volviendo
de las fábricas
por aquella carretera pequeña.



Marta Pumarega Rubio
El cielo no es azul

Jaime Gil de Biedma



No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

martes, 28 de abril de 2020

AÍDA ACOSTA ALFONSO


Hoy la tristeza es capicúa
se encierra en una torre consumista
llena de garabatos,
su tiempo de deshoras
es la llamada
del silencio,
es la mujer que llora
abriendo su vientre
de pájaros negros,
es el andén
y los pasos que fueron,
es la sonrisa obligada
y los árboles viejos,
el empeño por vivir al desvivirse,
iniciar cada día
una pirámide inversa
que se llena de mar
que se ahoga.
Esta tristeza
lleva piernas largas
y abre senderos
en las manos del olvido.
No quiero hoy
que llegues a casa
con un rastrojo lánguido
de lo que fue ayer
de la tibieza que no hubo
de los besos que olvidamos darnos.
Hay demasiada tristeza, hoy,
demasiada arquitectura
de lo que nunca será.

Del libro Sudor de un paisaje

Aurelio González Ovies



Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo y el que todo lo tuvo.
PABLO NERUDA




Mi voz es el paisaje
que va echando de menos
las cosas que he perdido.
He nacido en un pueblo
y en el anonimato.
Mi vida se resume en aquel calendario
de números granates
donde mi madre iba
apuntando los partos de las vacas
y visitas al médico.
Fui más feliz que pobre
porque quien no conoce la abundancia
valora las minucias y los pájaros.
Desde niño la hora de las gaviotas
viene siendo mi reino
y el mar un no sé qué
-eternidad dios alma-
donde muero un momento cada día.
Así me veo ahora
cuando ya las gaviotas no conocen mi nombre
y la higuera envejece sobre la sed del pozo.
Mi casa, mis amigos, los míos, los de nadie.
¡Qué pronto somos soledad!

(La hora de las gaviotas)


lunes, 27 de abril de 2020

Juan Gelman







Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos



Juan Gelman - Poco se sabe

Ida Vitale


Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.


domingo, 26 de abril de 2020

Jose Antonio Fernandez Garcia





NUNCA ADIVINARÁS


Por mucho que contemples el mar, nunca adivinarás su enigma.
Sobre todo cuando la noche roza su seda y lo cubre de misterio,
y las luciérnagas juegan a picotazos de estrellas en su posesión inabarcable.
No te molestes en contemplarlo porque dudo que nadie
asuma semejante olvido en las pupilas.

No hubo infortunio aquel septiembre de matices y hojas púrpura.
Acaso un archipiélago a coro deshojando las olas
donde la tierra permanece abatida mientras se cubre de nenúfares.

Y miras al mar, y luego al cielo y la confusión de los abismos eternos
permanecen en su empeño de golpearnos mientras dormimos,
tal vez porque este efímero devenir no supo conciliar vida y muerte
durante los siglos…

Alice Carrol


La felicidad es una cuestión de momentos.
Es una taza de café entre amigos.
Un beso que tú me des
Una mirada del uno al otro.
Un soplo de aire fresco.
Un paseo bajo la lluvia.
Un rayo de sol acariciando tu piel.
Un abrazo afectuoso.
Cierra fuerte los ojos. Escucha el latido de tu corazón y
disfruta de cada momento, cada emoción, cada estremecimiento.


Marcos Ana


ALMA NO LLORES

Y no basta decir: "alma, no llores",
si ves a un corazón que va dejando
la vida entre furiosos desgarrones.

Hay lágrimas que tienen estatura
de estrellas indomables
y es de acero o de roble su ternura.


sábado, 25 de abril de 2020

Carmen Garcia Ariza


Amanece
y estás ahí dormido
y sé que me presientes
con mis sueños rotos
apretados en los párpados
con el alma en vilo
y la luna herida
mientras
el mar derramado sobre mi espalda...
sangre de escarcha
silenciando todos mis versos
y el techo todo mi cielo
me presientes
y
apenas sin moverte
me atas a tu espalda
para que no se me muera
la risa
ni se me escape
por la alcantarilla
la vida
Porque últimamente
muero....
pero vivo


Octavio Paz


Silencio
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.


viernes, 24 de abril de 2020

Federico García Lorca






Poema Al Oído De Una Muchacha de Federico García Lorca


No quise.
No quise decirte nada.

Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.

- Alicia Millán


Esta noche
alguien ha tenido que soñarme
-yo sola no enredo así las sábanas-
tengo la boca (...) los labios
como si alguien los hubiera usado
para hurgar en la felicidad


jueves, 23 de abril de 2020

ISABEL SERRANO CASTRO




La carta


Tu silencio se me cae de las manos
¿no ves cómo brillan los restos?
no me castigues con él
no temas lo que ahora sabes
no dejes que me hunda
en la irrescatable soledad de lo perdido
somos el tiempo que nos queda
en este inventario de los días
no dejes que me pierda
en la insomne aventura
que el miedo provoca
miedo a encontrarte inesperadamente
a no verte nunca más.


( del texto inédito “ un viaje inesperado”)

Ángel Guinda








Tal vez vosotros sabéis


No sé, escucho himnos dentro de las lágrimas.
Tuve una casa con ventanas en el techo:
veía tiburones, cordilleras, trenes volar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé bien qué es la paz:
llegué tarde a la guerra.
La tempestad está tras la montaña,
sobrellevo el estruendo de su luz.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Tiemblan mis pies
cuando retumba el eco del silencio,
no sé si las palabras tienen sangre.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé por qué se tambalea el vértigo
cuando miro las cúpulas,
pero noto en mi pecho borboteos de petróleo.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Mi país es un rompecabezas,
al más mínimo golpe se desvertebrará:
ya no tendré país.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Desde el avión veía sobre el mar
manadas de elefantes petrificados,
dromedarios tendidos, sombras de cocodrilos:
me dijeron que eran islas griegas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Huyo, siempre huyo: acaso tras las puertas
que arrancan sus bisagras, sus cerrajas
y, a lomos de las llamas, corren irrefrenables
para aclamar a los ladridos del mar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
La poesía debe ser extrema,
estampido de mundos, abrazo de la pólvora,
escardar las tinieblas con antorchas,
trepanación de asombro y ebriedad.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Yo no sé qué preguntan al sol los limoneros.
Ignoro los secretos de las algas y de las medusas.
Tampoco sé si esto es un poema
o una pequeña galería de hormigas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.


(de Caja de lava)

miércoles, 22 de abril de 2020

Pablo Neruda











Arte de Pájaros

Pablo Neruda

Pajarintos

"Arte de Pájaros" es un libro de gran formato y edición limitada, con ilustraciones únicas de pintores amigos de Pablo Neruda, que contribuyeron a enriquecer la obra. En él se presentan dos secciones de poemas: Pajarintos, que hace referencia a aves reales y Pajarantes, aves ficticias, fruto de la imaginación del poeta.


Albatros errante


En alta mar navega el viento

dirigido por el albatros:

esta es la nave del albatros:

cruza, desciende, danza, sube,

se suspende en la luz oscura,

toca las torres de la ola,

anida en la hirviente argamasa

del desordenado elemento

mientras la sal lo condecora

y silba la espuma frenética,

resbala volando el albatros

con sus grandes alas de música

dejando sobre la tormenta

un libro que sigue volando:

es el estatuto del viento.