jueves, 30 de diciembre de 2021

Carmen Maroto



En concreto
no quiero concretar
nada.
No quiero declarar
nuestro amor.
No quiero darle nombre.
No quiero especificar.
No quiero tener fechas.
No quiero descifrar palabras.
Esta cama es nuestro territorio.
Aquí nacemos
y aquí morimos.
Fuera está todo lo demás.

Tomás Soler Borja



(El poema)


Intuición. Simple atisbo
de lo que no se muestra.
Parpadeo rompiendo la noche
y ya, suficiente
no más.
Mas entonces, crecida
de la nada
la fiebre y sus sudores fríos.
Imagen. Imaginación.
Y prodigando el hechizo
palabra tras palabra
el torpe balbuceo
no siempre correspondido.
Cualquier cosa ―también el estigma
del dedo que acusa―
por desvelar el secreto:
renombrar al relámpago, apresar
ese instante.
Y qué luz
tras la visión efímera
que fermenta en silencio.

lunes, 27 de diciembre de 2021

• Pedro Javier Martín Pedrós •







Un despertar en primavera,
sonrisas cogidas de la mano,
delicados pasos en la bajamar,
Tú.
Un nuevo parto,
mano abierta,
abrazos de luz.
Olores de transparencia,
lágrimas de humanidad,
Versos que son besos...
Tú.
Pedro Javier Martín Pedrós.
Del libro: Silencios encontrados

Ada Salas,



NO CONOZCO unos ojos más limpios
que los tuyos. Estás en ellos
y a la vez están
las cosas que tú ves
como las ves: el pájaro
no el vuelo. Y siempre te sorprendes
si te digo
las cosas que se dicen
los que aman. Me miras
y me enseñas
que el cuerpo del amor
-como tus ojos-
no precisa
palabras. Que es
-como tus ojos-
transparente.

Juan Ramón Jimenez.,



YO NO SOY YO


Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pié cuando yo muera.

domingo, 26 de diciembre de 2021

Ana Vega



Esa forma tuya
de mantener la distancia
entre los dos.
Nosotros dos.
La lentitud con que te mueves
sin yo pedir nada.
La mirada suplicante
que en un solo minuto,
un segundo,
me recorre el cuerpo entero
en una avalancha hacia ti.
Quiero creer que tengo,
que poseo algo,
que tú estás en cierto modo,
en algún lugar
de mí
esperando siempre
la llamada, la invitación divina,
un simple acercamiento,
un abandonar distancias...
Nosotros dos.
Ambos.
Uno,
en alguna ocasión,
ciertos días.
La balanza que se equilibra
a golpe de caricia.
El desorden caótico
de no verte.

Ali Salem Iselmu



“Mírame siempre
Trata de entenderme,
Ver mi destino como el tuyo.
Nunca dejes de observarme,
Si lo haces, habremos desaparecido…”

sábado, 25 de diciembre de 2021

Marta Pumarega Rubio



ÚLTIMAS PALABRAS


Era un hombre mágico,
me hablaba del mar
y yo podía tocarlo.
Antónimo de cobijo

Ana García Briones



Algún día,
los que no creen
en la poesía
buscaran alimento
para sus sueños,
necesitarán un sol
y el verde intenso
de la hierba
que riza la primavera.
¡Mira ese pobre caminante
con el alma afligida
y la sangre derramada
por las espinas del camino!
No te rindas poeta,
graba el instante
de un abrazo cristalino
en el corazón de los hombres,
una ilusión mayor
que el mar y el cielo.
Algún día,
los que no creen
en la poesía
necesitarán del alma
que entregó el poeta
para aliviar
sus sufrimientos.


De: Anida en mi ser

jueves, 23 de diciembre de 2021

• Sonia Martínez Requejo •



TIC, TAC, TIC, TAC


Cuando nací
mi cabeza y mi corazón se hallaban próximos,
tan próximos
que era imposible distinguirlos.
No acertaba a saber
si sentía lo que pensaba
o pensaba lo que sentía.
Para no confundir los latidos
con los devaneos de alguna neurona loca
acercaba la cabeza al pecho
y me quedaba oyendo
los bombeos de mi corazón ligero
tic tac tic tac...
Era fabuloso poder
ir de aquí a allá
huyendo de la sensatez
con mi cabeza y mi corazón unidos.
Pero el tiempo me cambió,
mi cuerpo fue creciendo,
mi cuello se irguió
para alejar mi cabeza de mi corazón.
Ahora los sentimientos y la razón
no se conocen,
por razones de altura
dejaron de mezclarse.


Del libro : Silencios encontrados.
Colección : Poesía en la distancia

Julia Gutiérrez



Podríamos ajustar nuestros versos
afinar el poema en tardes como esta
en la que la poesía llama a mi puerta
pero pregunta por ti,
corretea por la casa como una loca
y porque te intuye, te busca,
rastrea tus huellas siguiendo tu olor.
Y ahora se ha ido, justo antes de que yo
escriba una sola letra.
Sabe que si encajáramos una estrofa tuya
con un fragmento hecho por mí,
serían ellas, las palabras, quienes dijeran
que en estas tardes, sobre un papel,
hay una forma nueva de querernos
y que al recitarnos hacemos de mi casa tu hogar
y de su música creamos nuestro mundo
y eso es algo bueno
al menos, en mi caso.

martes, 21 de diciembre de 2021

Carmen Borja

 



Absorbes la vida por los ojos toda entera...

Absorbes la vida por los ojos toda entera.
¿Cómo no devolver el mundo hecho palabra?
Absorbes la luz,
como si nunca más fueras a ver el perfil del árbol,
el pájaro que retorna del frío,
el mar color cobre en la tarde que acaba.
Entonces la belleza,
el trazo de la nube que dibuja el sentido,
el olor de la lluvia, el rumor del brezo,
la bendición del sol en invierno.
Expulsas la luz,
como si el silencio del náufrago fuera tuyo desde siempre,
y la ausencia de raíz,
y la nostalgia del futuro y lo olvidado.
Entonces el exilio,
la soledad del último faro,
la incerteza inevitable del límite,
el peso del abismo y la intemperie.
Hasta que, al fin, eres luz,
pasas de puntillas, llenas de aire tus pulmones
y dejas ir, deslizas tu mirada
como el aire entre las hojas
y todo vuelve a ser perfecto.

Maya Lima

 



ARDIENTE

La que con agua caliente se quema…Hasta la fría le arde
(Dicho popular)

El agua me quema, sí.
Me arde:
El orgullo,
la piel,
el recuerdo.
No puedo deslavarte
y, con insistencia, te traigo
como costra en mi sábana.
Tallo tus palabras,
las cambio por excusas.
Repetidos vicios:
bocanadas que oxigenan mi obsesión.
Aún me desnudaría para ti
bailando con cada letra
de tu poema
y, te mojarías los odios
dando la espalda
derramándote en tu inconsciencia,
incinerado mientras me vierto.

Baudelaire



Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;
Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.
¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.
Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.
Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.
Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes

lunes, 20 de diciembre de 2021

Ida Vitale

 




Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.

Juan Gelman

 








Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos



Juan Gelman - Poco se sabe

Aurelio González Ovies

 





Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo y el que todo lo tuvo.
PABLO NERUDA




Mi voz es el paisaje
que va echando de menos
las cosas que he perdido.
He nacido en un pueblo
y en el anonimato.
Mi vida se resume en aquel calendario
de números granates
donde mi madre iba
apuntando los partos de las vacas
y visitas al médico.
Fui más feliz que pobre
porque quien no conoce la abundancia
valora las minucias y los pájaros.
Desde niño la hora de las gaviotas
viene siendo mi reino
y el mar un no sé qué
-eternidad dios alma-
donde muero un momento cada día.
Así me veo ahora
cuando ya las gaviotas no conocen mi nombre
y la higuera envejece sobre la sed del pozo.
Mi casa, mis amigos, los míos, los de nadie.
¡Qué pronto somos soledad!

(La hora de las gaviotas)

Jaime Gil de Biedma

 




No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Carmen Castejón Cabeceira ©

 



DÉJAME QUE TE QUIERA


Déjame que te quiera
que te bese la sangre
de esa herida que tienes
en el lado contrario
al que me mira
pero que yo conozco
sin que lo sepas
ni siquiera lo intuyas.
En esas noches raras
de desacuerdos
que pasamos a veces
¡ muchas y muchas veces¡
(trataré de ceñirme
a lo real,)
tu no lo sabes,
pero en la cama
das muchas vueltas
y hablas en alto.
Las sábanas se mojan
de tus temores.
se hace visible
tu parte lastimada.
Mis labios se te acercan
con claras intenciones
y siento tu distancia,
entonces no te quiero
pero tan solo un poco,
breves son los instantes
sin dios y sin tu nombre;
porque amanece luego
y me buscas dormida,
y enredando
mi pelo entre tus dedos
formando caracoles
que es lo que mas te gusta,
me miras hasta el fondo
y abandono el odio
para ser hoy
parte de eternidad
en el lugar que vivo
solo de ti
como de mi
solo,
esperando que dejes
que te quiera.

• Faustino Lobato •



VUELO EN LA SOMBRA


No tenía derecho a nada
sólo a ser vuelo en la sombra,
espera ansiosa
que frena los segundos.
Cuando se pierde el olor
de los abrazos,
los rostros terminan por hundirse
en la trama azul
de la memoria.
Su oficio, buscar con calma
en la piel de los silencios
para leer
el signo torpe de las horas.
Fecundaba los surcos con recuerdos
al limpiar de abrojos la emoción,
en las pequeñas sílabas de un verso.



Del libro : Silencios encontrados.
Colección : Poesía en la distancia

sábado, 18 de diciembre de 2021

Eva García Madueño



Las palabras huidas
se empaparon de recuerdo.
El paraguas del tiempo
te resguardó del deseo.
El susurro de mi voz
te despertó.

viernes, 17 de diciembre de 2021

Teresa Iturriaga Osa



MIlAGRO


Nada me ha costado tanto
como el cuidado del amor.
Bajo la lluvia ácida, el jardín
se esmera en las primeras semillas
y asiste a la fiesta de los ríos.
Es la luz, ella me dijo.
La que ríe y riega sus brotes todos los días.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Alicia Correa Castelo



Silba el viento
compone melodías
cuando acaricia mi rostro
Cimbrean los árboles
las hojas vuelan
exhibiendo sus tonos ocres
Se llena el paisaje
de esa alfombra de hojas caídas
que crujen a mi paso
Tú , viento cálido
te deslizas por mi piel
cuando el sol curioso
difumina su luz
reflejándose en mis senos
enseñándote
y marcándote
la ruta a seguir
Mi cuerpo
manantial de deseo
se mueve
al compás
que tus dedos le marcan
Déjame sentirte cerca

Pedro Martín Cordón



Cuando ya el tiempo pisa
con pata de elefante.
Cuando ya la cornisa
del cielo es una grieta.
Cuando ya es solo sombra
lo que tienes delante.
Y el pasado insepulto
se pudre en la cuneta.
Ensaya una postura
que te mantenga erguido.
Urde una trama en la rota costura,
avanza renacido
hacia la luz que llama.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Joaquin Sabina



MIS POETAS
I]
De Rubén aprendí la peregrina
alquimia del diamante y la madera,
de Cernuda el olvido y la quimera,
de Vallejo los húmeros, la espina.
De Neruda la fronda y la sentina,
de Manrique verdura de las eras,
de Garcilaso la égloga tercera,
de Juan Ramón la esencia y la rutina.
De Federico el Nueva York gitano,
del pastorcico el rayo que no cesa,
de Blas el ángel fieramente humano,
de Borges el enigma en letra impresa,
de Machado la biblia del pagano,
de Espronceda la epístola a Teresa.
II]
De Ángel González la palabra breve,
la risa generosa de cantina,
de Jaime Gil la cita clandestina,
la margarita que a volar se atreve.
De San Juan de la Cruz el vuelo leve,
de Lope una aventura en cada esquina,
de Bécquer las oscuras golondrinas,
de Campoamor la tarde cuando llueve.
De Sor Juana el amor a contrapelo,
de Gelman la orfandad y el desconsuelo,
de Violeta la décima inocente,
de Góngora lo oscuro cristalino,
de Quevedo el ardid luciferino,
de García Montero el pan urgente.

ADRIANA SERLIK,



He salido hace días
y no he vuelto.
Me espero en todas las estaciones
en cada una de las esquinas de las calles
entre los negocios
en la parada de los autobuses
pero no llego.
No sé dónde hallarme
a quién preguntar por mí
quién me habrá visto ayer
o antes de ayer
o la semana pasada.
¿Quién puede darme datos sobre esa que soy
y no encuentro?
A ésta no la quiero
trato de destriparla
pero nada obtengo.
Tengo que seguir buscando
y mientras tanto
soportar
sus debilidades,
sus malas posturas
porque la otra no llega,
no me trae sus fuerzas
su caminar tranquilo.
Es un desdoblamiento de mi ser
y acepto
este grado de locura.
¿Quién soy,
quién es la que camina llorando por la calle
que no resiste la mirada
o el silencio?
¿Quién es esta mujer
que no socorre el tiempo?
Lo deja pasar sin respirar,
se angustia frente al retorno,
no sabe vivir el sol o la luna.
¿Cuándo podré recobrarla?
Esta hace una vida normal.
Se levanta todos los días
a las siete de la mañana
va a trabajar
se lava los dientes
desayuna
saluda al jefe
lee las galeradas de Minerva
recoge alguna palabra mal escrita
recibe una carta.
Es una persona normal,
se levanta a las siete
va a trabajar
y cuando sale...
el grito se acomoda en la garganta.
Se levanta a las siete
se lava los dientes
toma el metro
llega a la oficina,
el grito va instalándose...
—La libertad es como un grifo
abierto en la cabeza.
Busca en el diccionario.
—La libertad es...
Aquella otra que no está aquí
que espero todos los días,
en las esquinas de las calles
en la puerta de las estaciones
en la llamada telefónica
en la carta.
—La libertad es...
Un grito que no sale
que se hace nudo,
dolor,
silencio en la garganta.
que se hace...
Y no volverás
Si no te sigo buscando.
De “La silla de paja”

martes, 14 de diciembre de 2021

Octavio Paz



Silencio
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Marta Pumarega Rubio.




De deberte
creo que te lo debo todo,
este aire
que le faltaba a mis pulmones,
tu sabor a cobijo
cuando me besas,
la tierra
en la que te has convertido,
patria
donde amanece el alma
al otro lado del colchón.
De deberte
creo que te lo debo todo,
hombre
que me miras
mientras me desnudo,
que estás
allí y aquí siempre,
abrazo que no olvido.
Te debo todas mis palabras,
-ya no sucede-
que este escritorio
parezca un abismo y duela.



Antónimo de cobijo
Marta Pumarega Rubio

Rosa Pazos




Caminar, caminar.

Seguir hacia adelante,
apreciar el pan, el sol y el nuevo día.
Buscarte en ti, conocerte y aceptarte.
Caminar, caminar ignorando el vacío.
La primavera despertará en tu pecho, caminando,
y volverá a tu alma la alegría.
Caminar, caminar.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Benjamín Prado



Poema para que lo leas cuando no esté a tu lado


Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.
No te conformes nunca con alguien que no piense
que tu eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.
Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo:
no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.
Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.
No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.
Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.
Recuerda todo eso.
No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.
Recuerda que no hay nada que no pueda
ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío.
……………….
Del libro Marea humana (Editorial Visor, 2010)

domingo, 12 de diciembre de 2021

Benita María Paredes Rivas

 


Vida

Las sombras vienen a buscarme, la eterna costumbre de arañarme la piel, más se tornan obtusas y se petrifican en la enorme oquedad de su pobreza, no soportan tanto cromatismo las ciega el prisma enigmático que brota de mi ser.

A veces oigo tu risa revolotear por la casa, cual cosquillas en el alma, en la efervescente alegría por la vida, me contagias de las ganas de saltar, de reír por las cosas pequeñas y grandes para ti, enorme amor que crece en la sangre, me llenas de luz, tus crespos mechones saltan y se deslizan en el día de mis ansias, igual que tu hermano tu canto es el bálsamo de mis prisas.

Mis regalos de Dios recorren mis más profundos rincones abrazando mis brazos cansados, alentando mi cuerpo gastado por el tiempo, que dicha tenerlos por estos efímeros momentos de nuestra cotidianidad habitada.

Mi jubilo exaltado por tus bendiciones te dice Gracias,

infinitas gracias mi Señor

Respiro, vivo, y vibro en la existencia que me brindas.

 

 


Benita María Paredes Rivas






Declaraciones

Me despierto en la quietud de la madrugada solo el trino de los pájaros y el viento meciendo las almas, los sueños, en la sinfonía matutina encuentro las respuestas a mis preguntas, me sanas mis heridas o mi maravilloso creador como rocío cayendo lentamente en mis hojas que se desliza hasta caer en mis raíces, agua fresca que lava, llevándose todo el hollín.

No quiero volver atrás ya no soy la misma criatura que gemía en el desierto con púas incrustadas en mi dermis, esa esquiva niña tímida que corría por abrigo, ya n

o sentirá dolor ni temor, no puedo anhelar más que tu profunda misericordia en mi existencia, desde que vi tu verdad y la luz no se fue m­ás, he conocido el sosiego, he conocido el perdón.

Es tan lindo escucharte en las pequeñas cosas que me regalas, me asombra tu gracia, siento la certeza de ser tu hija, ser lo que soy.

Ese ser hambreado no habita más en mí, me he vuelto un bebé que se alimenta cada día de tus palabras que se vierten en hechos palpables en mi realidad.

 



Javier Sánchez Durán



MOLINO DE LA VEGA, CALLE TRIGUEROS, AÑOS 60


Aquellas interminables tardes de verano,
gozosas tardes de pan con aceite
que con los años se tornaron
en tardes de vino y hermosos geranios
en un luminoso patio
donde se cocía cotidianamente la vida
y el tiempo tórrido lo secaba todo.
Allí vivimos la sal y el salitre de la marisma próxima,
carreras y saltos al vacío del tiempo,
la búsqueda del tesoro de los besos robados
en la frontera informe de aquel barrio nuestro
con las cuadriláteras salinas del misterio oscuro
donde soñábamos libar una piel nueva
que llevara el gusto a la miel y a la albahaca de nuestros patios.
Eran tardes largas de estío
que se estiraban hasta la madrugada
en las que componíamos la vida
con pequeñas notas en la sinfonía triste del tiempo.
Nos bebíamos la mar toda de un solo trago
hambrientos de olas y de espuma
y reíamos porque estábamos vivos sin saberlo del todo
y la vida era tanta que nos salía por los ojos
y por la boca inmensa
con la astucia de un gato callejero
que a nadie pertenece y pertenece a todos.


"Versos de un viajero confuso" ED- NIEBLA

sábado, 11 de diciembre de 2021

Alicia Calero Cervera



En la soledad,
las sábanas mantienen tu perfume.
El olor de tu recuerdo
impregnado está en mi retina
y el tacto de tu piel
en mis labios.

Olga Elena Mateei



Si me vieras
en estado de éxtasis,
efervesciendo interiormente,
con esta sensación
quemante y dolorosa
de tener en las venas
líquidos ácidos...
A punto del desmayo,
casi embriagada
(aunque asceta),
demudada, catatónica,
con los ojos estáticos, perdidos,
las pupilas abiertas,
y un rictus en los labios
que delata este trance
desorbitado...
Si me vieras así,
aún no me creerías
que es por amarte...
que eres tú quien me lleva
a este estadio espiritual
en que soy
sólo energía.

Rafael Cadenas




Que cada palabra lleve lo que dice.

Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.

Virginia Quiroga



MÁGICO



Me siento tan bien
en éste lugar.
Que detendría
... todos los relojes.
Les pondría cerrojos
y los tiraría al mar.
Llenaría de espejos
cada rincòn posible.
Donde rasgo tras rasgo,
historia tras historia
en noches sin luna,
proyectarìan su màgico encanto...