sábado, 31 de octubre de 2020

Amalia Bautista

 




“Africanas” (Inédito)

La luna está africana y yo también.
Esta noche se ha puesto
del color de las lámparas
de cuero de camello.
Yo, ajorca en el tobillo,
sudor en el escote,
tambores en las sienes.

Octavio Paz





Dos cuerpos

Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

viernes, 30 de octubre de 2020

JUAN LEYVA

 





ESE VIEJO



Ese viejo que ves en el sillón, es mi padre.
Duerme sin tener sueño, le sobra la mitad del día.
Su religión son las horas de la comida, le reza a una caja con pastillas.
Mira la tele como si la viera por primera vez.
Quiere que le cuente cosas que no duren más de cinco minutos,
responde siempre lo mismo, como un médico de cabecera.
Antes de salir por la puerta se da la vuelta un par de veces, palpándose los bolsillos, se registra como si quisiera encontrarse.
Le preocupa el tiempo que hará mañana, desayuna de pie, dos galletas de fibra, se limpia las manchas humedeciendo un pañuelo con saliva.

Ese viejo que ves ahí, es mi padre
tan parecido a otros, incluso para mí.
Cuatro veces por semana recorre a los especialistas, rellena boletos de lotería, trafica con partidos de fútbol.
Cada vez que le veo me rebelo contra la oxidación, contra las proteínas.

Ese viejo que ves ahí, sin venir a cuento
le da un beso a mi madre en la cocina
y a mí me guiña un ojo
como si la acabara de conquistar.

Margarito Cuéllar

 




SOL DEL PESIMISTA

(Escrito en la hoja en blanco de un libro de Óscar Hahn)

 

Para Ayax

 

Pez y mismo.

El mundo contagiado de esa música.

Hoy despertó mi hijo con manchas en la piel

y arroja dardos con veneno

a la Iglesia, al policía del barrio

a sus compañeros del colegio

a los padres de sus compañeros del colegio

a los maestros de los padres de sus compañeros del colegio

al perro que dormita feliz

en vez de ahuyentar a las palomas

que lo privan de su alimento;

al gato que duerme junto al perro

en vez de perseguir a las palomas

que lo dejan sin alimento

a Santaclaus que no se pone a dieta

ni va al gym media hora tres días a la semana

a los Reyes Magos

porque olvidaron un elefante afuera de la casa

desde que mi hijo cumplió seis años;

a Caperucita Roja por no escapar del cuento

a Borges por excluir de los dones la vida eterna

a Bob Dylan por no callarse a tiempo

a Maradona por querer ser Dios

a Dios por burlar a Maradona

a la Indeseable en el tablero de la muerte

a las víboras por cambiar de piel

a los tigres por saltar aros de fuego 112

a cambio de un pedazo de pan

a Cioran al Papa a Obama.

A mi hijo mayor le queda un dardo.

No sabe si disparar al chico del espejo

o al pesimista que arroja pelotitas de optimismo;

No, el amor lo persigue

en una bicicleta verde.

Sale de la pecera en busca de un mar cierto

donde lo esperan peces bendecidos

como él, aunque pronto el agua

sea insuficiente para el tamaño de sus sueños.

Su agenda

antes de alcanzar los traicioneros 20:

derrumbar la estatua de Rimbaud

que ríe desafiante desde la selva de su cuarto,

trazar un puente de aire y partituras,

pájaros y silencios

desde Utopía -patria por descubrirse- a Nunca Jamás.

Embarcación y tribu esperan en el próximo viaje.

 

 

jueves, 29 de octubre de 2020

Jaime Labastida










 El júbilo se enciende

La memoria es una piel que tu recuerdo llaga,
una herida de torpe geometría,
es una carne, un nervio vivos.
Lacerada memoria donde el fuego
es la violenta agua apaciguada.
Miro así tu jadeo,
en ese mar, en esas olas me hundo.
Qué hermosa sed que nunca más se sacia,
qué agua: no apagas sino incendias.
Tu cuerpo resplandece con mi yesca;
tallo tu imagen de carbón
y es fósforo, sol, óxido el que brota
de esta chispa de luz.
Rescoldo quedan nuestros cuerpos y aluzamos
todo cuanto habita la pieza.
El júbilo se enciende.
De los cuerpos que se besan
viene este parto de la brasa.
Los objetos adquieren sus perfiles de gracia
y desdeñan la sombra.

Mario Benedetti





 "No te quedes inmóvil

al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo."

Ramón Llanes Domínguez

 










ANDALUCÍA

Para los ejercientes andaluces fuera de la comunidad y fuera del aire.
Para los antiguos andaluces que escribieron todos los adjetivos a su tierra.
Para los graciosos andaluces que callan el dolor con una sonrisa.
Para los obreros andaluces que la hacen cada día.
Para los poetas andaluces que la elevan con sus versos.
Para los bohemios andaluces que la viven y la pasean.
Para los amantes andaluces que la convierten en romántica.
Para los débiles andaluces que aún la padecen.
Para los inquilinos andaluces que tanto la aprecian.
Para todos los andaluces que la disfrutan haciendo el amor bajo sus estrellas.
Para quienes se emocionan siempre con Andalucía.
Para ti que la oyes, la vives, le sonríes y la amas.

miércoles, 28 de octubre de 2020

MYRIAM COVIÁN

 







LUNA DE CUENTO...

Hoy tengo una luna de cuento y un cuento de luna, de esos que se escriben sólo con mirarla en ese cielo tan extraño que es nuestro zenit a veces desprestigiado y otras muy honrado.
Un día, de noche, despacio...alguien se fijó en sí mismo...descubrió la esencia de su desperdiciada vida entre carteles adheridos por otros y vagos recuerdos de cuanto estudió sin pausa...indagó en sus adentros para comprobar si existía realmente y dulcemente desesperezó su alma que consiste en desperezarla y desesperar la mente del todo incongruente que tanto le había atado a sus cómodas sillas acolchadas...
Dio un repaso por los seres queridos cuyo tiempo no pudo aprovechar o regalarles pues estaba atareado por la lucha cuerpo a cuerpo con sus enemigos los humanos...esos que parecen muchos al nombrarlos juntos pero que uno a uno somos todos...
No entendía las risas que de niño malgastaba alegremente ni las que gastaba forzoso ante la audiencia...
Ya no sabía casi nada...estaba solo, desnudo, impoluto de fábrica pero con toxinas que él desconocía...había padecido odio, rencor, venganzas, envidias, celos, ansias nada provechosas más que para sí mismo, pervirtió su esencia poco a poco sin darse ni cuenta de cuándo comenzó todo...
Quería avanzar en alguna dirección pero no veía ningún faro especial, distinto del otro y había cientos, miles, millones...le deslumbraban todos a la vez...
Quiso retroceder por donde había venido...pero no quedaba rastro de ningún camino...sólo sentía oscuridad...
De pronto, salió una luna maravillosa en un claro de ella misma y pudo sonreír al círculo sagrado y amigo de lo conocido, entonces fue aún peor pues se dio cuenta de que necesitaba luz continuamente, aunque tenue o medio apagada, luz inminente ante los pasos equivocados o acertados...
Se sentó bajo un árbol precioso, un roble muy anciano, con esa corteza rugosa y amiga, el musgo, liquen, hormigas y arañitas de múltiples telarañas complicadas hasta para la sabionda mente humana...
Allí se sentó, se sintió y notó como el viejo amigo le hablaba desde sus raíces bien arraigadas en la Tierra Madre y entonces pensó en su niño hombre y se acurrucó en la base de su nuevo refugio cuyo oxígeno le había regalado tantas y tantas veces sin él notarlo puesto que respiró gustoso del regalo sin pensarlo...
A su vez...el ramaje frondoso se meció al viento dominante de ese mágico momento natural que es la Vida, sin ruidos, sin voces, sin mentiras, sólo palpitando al unísono con esa Madre y ese Padre extraordinario que todo lo aprovecha para autolimpiarse de nuestras profundas botas negras...
El hombre sintió alivio de ver esto, también sintió mucha culpa de haber sido despreocupado y poco agradecido a la Vida con letras bellas y extensas...pero tras esta reflexión durmió tranquilo y esperanzado de que ya tenía un camino con suficiente luz para ser recorrido por sí mismo.



Pedro Javier Martín Pedrós

 



Viajo por los raíles de este día
con el corazón lleno de
nostalgias,
a veces con sobrepeso.

Silencios en los rostros de mis
compañeros de viaje por Roma.

La religiosa mueve con armonía rítmica
su rosario austero de madera, con olor
a sándalo.

Espero que su generosidad no tenga
fronteras y me llegue alguna
fragancia de sus oraciones.

Recuerdo, con caricias visuales,
a la joven con esclerosis múltiple por
su mar de sonrisas.

No muy lejos de aquí, lloran,
en los cimientos de su fe,
cristianos en el vaticano.

Florencia.


Juan Risueño Lorente



MANOS DE HIERBA


Con las manos desnudas
en el cielo profundo
paseamos sin ruido
por las calles que se quiebran.
Apenas en la boca el NO expreso
que balancea tu alma inquieta
bajo verdes que labran
caricias de seda.
De mi mano a tu mano
el corazón ampara
al adentro que abisma,
a la soledad que ruge
entrelazando al fin
los sueños a tientas.
Abrazo tu boca, tus ojos, tus manos de hierba,
y detrás de mis huesos rotos, de quemaduras ciegas,
me nace la extraña blandura
de amarte la inocencia,
amarte cada arrullo
desprendido de la piedra.

lunes, 26 de octubre de 2020

Aída Acosta




Luna de abril en mi regazo
y en la almohada
todas las dudas
todas las lágrimas.
Uno cae al agua
como un susto espiral
y dibuja peces de tiza
para el recuerdo.
Tienen que ser estos zapatos de nieve
o el susurro verde del árbol
que descifra mi cuerpo
en filamentos de luz.
Tiene que ser este encuentro
un baño de azúcar
que disuelva el dolor
de no tenerte.
Ya aprendí a remendar
las heridas
pero no tengo hilo
y seguro
que esta luna de abril
es un beso sin nombre
y caeré al agua
y dibujaré peces de tiza
y calzaré zapatos de nieve
y abrazaré el susurro verde del árbol
y seré una luz abierta
que deja lunas de té en la taza
y duerme sola.


©® de "Amor sin Levadura"

José Luis Tobalina Cuerda



Transparente ausencia eres cuando te haces lejana.
Te recuerdo en la última despedida sonriendo melodías de adioses.
"Me voy al mundo”, dices con los ojos,
y ensanchas mis horas hasta convertirlas en nostalgia que duele.
Tal vez no lo entiendas. Yo tampoco.
La vida es abandonarse a un instante para ganar todas las certezas.
Por eso cuando regresas de cosechar emociones,
te miro cansado de llorar ausencias
y resucito para seguir atado a ti en las horas futuras.

domingo, 25 de octubre de 2020

Raquel Lanseros.



Al calor de un ángel
Tengo los mismos años que vivió García Lorca
dos más que Maiakovski
cuatro encima de Bécquer
trece menos que Rilke.
Un año más que Whitman cantándose a sí mismo.
Sigo aquí. Mi papel
de testigo me sigue complaciendo.
Podría entonar antífonas solemnes.
Decir: cosecha,
sangre,
fuerza,
cosmos,
patria.
Me habían dicho que un día sería grande.
Pero de estas cenizas nadie me había hablado.
No morir. ¿Cómo se hace?
¿Con honra? ¿Con ejemplo?
¿Con la imaginación?
¿Con la memoria?
Quiero estar a tu lado entre los cisnes.
Nunca cerrar los ojos. Recordarte.
Que me abrace tu nombre.
Que tu sal en mi pecho
no haya cárcel ni enfermedad ni reyes
capaces de robármela.

sábado, 24 de octubre de 2020





 MI PADRE BUSCANDO EL MAR


Me imaginé a mi padre buscando el mar
sentado en la ventana de su casa de entonces
un niño seco
Los vegetales continúan su ciclo
tal vez se pudrirían
morirían sin saber qué dulzor dejaron de brindar
pero hay hambre
ninguna fruta se madura en el suelo
Mi padre busca el mar
a la vez que respira
el rojo polvoriento en la meseta
no hay geografía más allá de su madre
Es la mayor
cuida de los hermanos
y duerme en un establo
es tan pequeño
y duerme en un establo
con el estómago vacío
rascando con los dedos las paredes de barro
Me imaginé a mi padre buscando el mar
pero él nunca lo hizo
En un triángulo de trapo
recogió un puñado de tierra
como un horizonte manejable
para marcar el límite de sus expectativas
Encuentro sus palabras escritas y sus rosas
me asomo a la ventana
doy un mordisco al vacío salino
Me imagino a mi padre buscando el mar.

Inma Luna
de "Edicficio Nautilus"

jueves, 22 de octubre de 2020

Carmen Castejón Cabeceira @



No es fácil olvidar
hay que persistir mucho anulando los recuerdos.
mis pulmones respiran de tu nombre
mi memoria te sabe y no me dan las cuentas
de números de atrás.
En cambio mi pasado antes de ti está en blanco.
No quisiera mentirte ni mentirme
pero creo que no seré capaz
de abandonar tu tiempo.
Porque tal vez
sea el único tiempo que no quise morirme.

Aurelio Gonzalez Ovies,



Miraremos atrás
y cuando estemos a la altura
del recuerdo,
habrá gaviotas planeando
el mar donde fuimos como un niño
de arena;
habrá un pueblo descrito con cal viva
y un camino hacia el verano.Diremos adiós
y empezará el atardecer a respirar
en los jazmines.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Tomás Soler Borja



LA LEY DEL TALIÓN



Con trazos en principio firmes
decididos, capaces
te acercas, lo aislas, lo rodeas
aparentemente le estás cerrando
-palabra tras palabra-
todas las puertas de salida
buscas, quieres su fin
su puñalada es tu razón y ejemplo
de tu mano mucho más que la venganza
pero el dolor es dolor
por algo
porque sabe ser, estar
permanecer
porque es un superviviente
como tú

• Rosario Troncoso González •

 



Cien musas diminutas
A lápiz crecían versos orgánicos,
sin otro ritmo que el de los latidos.
Dueñas absolutas de cada poema
cien musas diminutas,
bellas hadas púberes, invitadas
a la hora del café,
ensayaban bailes en servilletas.
Aún hay restos de azúcar,
entre sílaba y sílaba.


(De El Eje Imaginario, Ediciones en Huida, 2012).

Begoña Abad

 





EL ACEITE

En lugar de decirme te quiero
mi padre me regalaba aceite
y mi madre me cosía la ropa.
Les domaron de niños de esta manera
y aún peor…
Nacer en aquel tiempo oscuro
en el que, a falta de pan,
se comían las palabras mejores
y olvidaban su significado.
Me ha llevado toda la vida
aprender su idioma,
pero me han quedado secuelas:
nunca coso por si acaso
y cuando miro el aceite
las manos me llevan a tu encuentro
y escribo poemas.
Para aprender a amar
hay que nacer muchas veces.
A mi padre, in memoriam.




Lucia Dominguez Lopez

 







Desnuda te digo:
ven,
vivamos a lo salvaje
como animales
sin domesticar
sin olvidar los instintos,

comiéndonos con las manos...

Antonio Orihuela

 





Cómo se puede pensar en comer bien
si todo está en manos de los transgénicos,
en un vaso de agua si no es de botella,
un pájaro si no es viviendo en una jaula,
un perfume que no venga en un frasco.

Cómo se puede pensar en hablar
si todas las palabras son de la publicidad.

Cómo se puede pensar en mirar las flores
si están todas debajo del asfalto.

Cómo se puede pensar en viajar
si vivimos dentro de un atasco.

Cómo se puede confiar en los sueños
si los sueños hace tiempo que dejaron de pertenecernos.

Cómo se puede pensar en guiarnos por las señales
si las señales son del poder.

Cómo se puede pensar en términos de apoyo mutuo
si todo exhibe un precio.

Cómo se puede pensar en ser uno mismo
si nadie sabe quién se aloja debajo de cada máscara.

Cómo se puede pensar en ir cuando nos llevan,
en elegir cuando nos imponen,
en hacer cuando nos mandan.

Cómo se puede pensar en el futuro si es de los bancos,
en el presente si es de los políticos,
en el pasado si es de los criminales.

Cómo se puede pensar en la justicia
si la balanza está cargada del lado del Imperio.

Cómo se puede pensar en disfrutar de paz
cuando caen tres cada segundo.

Cómo se puede siquiera pensar en Arte
si faltan brazos para enterrar a los muertos.

Cómo se puede pensar en admirar las estrellas
si la contaminación lumínica no nos las deja ver.

Cómo se puede pensar en filosofar
si se trabaja once horas al día.

Cómo se puede pensar en meditar
si no hay orilla limpia ni sombra de pino
que nos cobije.

Cómo se puede pensar en apagar la luz
si hay televisión las veinticuatro horas del día.

Cómo se puede pensar en ropa vieja
si es la semana fantástica.

Cómo se puede pensar en ser feliz cuando el Capital trabaja, incesante,
para provocar deseos insatisfechos.

Cómo puede uno pensar en autocontención,
sobriedad y austeridad,
cuando todo es despilfarro.

Cómo se puede pensar en madurar
si el estruendo de los motores lo impide.

Cómo se puede pensar en la meta
si avanzamos por un callejón sin salida.

Cómo se puede pensar en pensar
si no tenemos tiempo para pensar.

Cómo puede uno regresar a sí mismo
cuando el sí mismo
es un cuarto vacío de una pensión abandonada.



Cómo se puede pensar en algo si somos nada.

martes, 20 de octubre de 2020

Felix Morales Prado



El sonido claro de las campanas cae hacia arriba
en el cielo de una tarde de otoño
y el retrato del alma está en el arabesco
de una pared descalichada.

José Antonio Fernández García





AUSENCIA


Extender los brazos entre las sábanas
mientras las luces opacas de una cartelera se vende en las esquinas,
con la sed agónica de una rosa a mediodía,
a lomos de un corcel blanquísimo ajeno a la luna
y caer herido
en la frivolidad de la sed,
en el crepúsculo invernal de ese lado hueco de la propia alcoba.
Extender los brazos entre las sábanas
con una esmeralda tapizada en la boca
mientras tu nombre sobrevuela el aire
pestilente de las almohadas
como un suspiro envuelto entre rejas,
para reventar el tacto en el marco de una puerta sellada,
en la gota de una lágrima silenciosa y desapercibida.
Extender los brazos entre las sábanas
y replegar el corazón en la noche: abrir de par en par
las ventanas
para estallar en plena luz artificial de un cartel
a precio de prostíbulo
y destrozar el alma, al fin, con un beso sin azucarillo
que nazca desde el espejo del recibidor, sucio y frío.

Luis Cernuda

 



No decía palabras,

acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,

porque ignoraba que el deseo es una pregunta

cuya respuesta no existe,

una hoja cuya rama no existe,

un mundo cuyo cielo no existe.


La angustia se abre paso entre los huesos,

remonta por las venas

hasta abrirse en la piel,

surtidores de sueño

hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.


Un roce al paso,

una mirada fugaz entre las sombras,

bastan para que el cuerpo se abra en dos,

ávido de recibir en sí mismo

otro cuerpo que sueñe;

mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,

iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Auque sólo sea una esperanza

porque el deseo

es pregunta cuya respuesta nadie sabe.


sábado, 17 de octubre de 2020

® Laura Gutiérrez Cortés




Tras las lunas diviso el verdor

borroso de las ramas y el otoño
despidiéndose de sus hojas.
La visión es perenne mientras dura.
Soy polizón en el asfalto,
rara avís a punto de escapar
por la ventana.

Georgina Castillo

 










LA MUERTE

La gente puede decir misa
pero la muerte es de cada uno
como lo fue la vida

Fotografía de Jerry Uelsman