martes, 30 de agosto de 2022

Jorge Luis Borges



Las cosas
El bastón, las monedas, el llavero,
La dócil cerradura, las tardías
Notas que no leerán los pocos días
Que me quedan, los naipes y el tablero,
Un libro y en sus páginas la ajada
Violeta, monumento de una tarde
Sin duda inolvidable y ya olvidada,
El rojo espejo occidental en que arde
Una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
Láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
Nos sirven como tácitos esclavos,
Ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
No sabrán nunca que nos hemos ido.

sábado, 27 de agosto de 2022

Gema Cepeda




Por la médula de mis labios

resbalan las palabras.
Cuando uno ama cree
que nada es imposible
y me puse a sembrar tulipanes
entre las hierbas de tus sentimientos.
Llenarme de una letal virginidad,
de lenguas de fuego
y en el tren de la noche
descarrilar en tu gruta
perenne y mohosa.
Soy agua, alhaja del desierto
me derramo en silencio
mientras el óvulo se fecunda
en los ocres del trigal,
que escondes en las ramas
de tu sentir inmaculado.
Un cisne roe mis pies descalzos,
un nenúfar silente me recuerda
que soy una musa rebelde,
que soy cadencia y teorema.
El alba osado despunta
bajo tu vello púbico
y cierro mis ojos.
Porque el amor huele a
desnudos hermosos,
a momentos furtivos,
a un lento paisaje que
corta el tiempo a besos.
Cepeda


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Bob Dylan



Soy un vagabundo solitario...
Soy un vagabundo solitario
Sin familia ni amigos.
Allí donde podría empezar la vida de cualquiera,
Es exactamente donde acaba la mía.
He probado suerte en el soborno,
El chantaje y el fraude,
Y he cumplido condenas por todo
Menos por pedir en la calle.
Hubo un tiempo en que yo era un hombre próspero,
No me faltaba de nada,
Tenía oro de catorce quilates en la boca
Y seda en mis espaldas,
Pero no confié en mi hermano,
Le hice caer en desgracia,
Y esa fue la causa de mis desdichas.
Lo que me llevó a desaparecer deshonrado.
Amables señores y amables caballeros,
Pronto me habré ido,
Pero sólo déjenme que les advierta una cosa
Antes de seguir mi camino,
Cuiden de estar libres de mezquinas envidias
Y no se guíen por el código de nadie,
Y guárdense sus juicios para ustedes mismos
O acabarán donde yo.
Colección Visor de poesía 1972

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Rosa Pazos



Quédate aquí,.
debajo de la sombra
del árbol de la vida
en este rincón donde amanece.
Quédate aquí,
y que nos cante el sol.
Estoy aquí contigo
donde el olvido huyó,
donde abril ya pasó,
y la esperanza nació atardecida.
Quédate, el mañana
no es radiante,
es imprevisto,
y no te dirá dónde me hallo
si te pierdes...
Quédate aquí conmigo.
Tú con tu desesperanza
y yo creyendo que existe
todavía la felicidad.


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jueves, 25 de agosto de 2022

Jorge Novak Stojsic Sarac

 


y si fuera
por el revés de tu piel
que te acariciara
seguro
que te viajaría toda
toda por dentro
como una sombra azul
y al no verme
y sólo sentirme
extravío de placer y sorpresa
habría en tu cuerpo
y me acercaría a tus ojos
vistiendo tu llorar
de colores tenues
triste
lágrima mía

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Rafael Cadenas



Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.


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Rafael Alberti

 







El ángel ángel

Y el mar fue y le dio un nombre
y un apellido el viento
y las nubes un cuerpo
y un alma el fuego.
La tierra, nada.
Ese reino movible,
colgado de las águilas,
no la conoce.
Nunca escribió su sombra
la figura de un hombre

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MIGUEL ÁNGEL YUSTA

 







Esta noche.

Te quería decir en esta noche
cuando ya nadie habita en la distancia
y dormidos los pájaros
es el silencio dueño de las vidas.
Te quería decir, y te lo digo,
aunque a veces me corte las palabras
el saber que tu oído las escucha
y tus ojos las miran,
que esta tarde cuando volvía a casa,
tan silencioso y solo,
mientras sobrevolaba el pensamiento
utópicos lugares,
de pronto, te me has aparecido
con tus ojos profundos
y tus manos repletas de caricias,
abierta la sonrisa,
piernas de adolescente, apresuradas
por llegar a mis brazos
y rodearme fuerte con los tuyos.
Tu cabello jugando con el viento,
extendidas las manos en el aire,
presentidas caricias.
Venías, llegabas y te quedabas...
Entonces he sentido que la tarde
se llenaba de luces
y que toda la gente sonreía.
Que aún era hermoso el mundo
y los taxis, las casas, los semáforos.
Que las tiendas, las calles , las aceras
se llenaban de luces de repente
e íbamos del brazo, felices como niños.
Pero esta tarde no has aparecido.

Por eso te lo digo,
que te he echado de menos en las horas
que otro día mataban poco a poco.
Y aunque al subir a casa
ha sonado el teléfono y me has dicho te quiero
por un momento, amor, por un momento,
las luces se apagaron en mi alma...
Por eso te repito,
pero tal vez callarme debería,
que cada tarde, amor, que cada tarde,
me dejes que la acabe entre tus brazos.

(De Amar y callar)

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Cristóbal Carrasco Delgado

 



REFLEXIONES AL CAER DE LA TARDE.
A MIGUEL HERNÁNDEZ.




SONETO

El viento de guerra se llevó tanto…
la esperanza, la familia, la vida,
dejando el miedo, el odio y la estampida
que produjo el horror y el desencanto.

Nanas de la cebolla, de hambre y llanto,
la soledad del alma en la huida,
su detención, la entrega escarnecida,
rompe el alma a Miguel con cruel espanto.

En tierras portuguesas es capturado,
lo llevan a Rosal, a la prisión
y luego a Alicante es trasladado.

Mataron su futuro, su ilusión,
su noble corazón fue masacrado
con saña y con maldad, sin compasión.

Buenas tardes mundo.


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José Agustín Goytisolo




PALABRAS PARA JULIA


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.





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Aurelio Gonzalez Ovies

 






A veces esta casa me entristece

cuando cae la noche.

Tus vestidos colgados en la percha,

esta silla con restos de tu cuerpo,

nuestra cama...

No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento

de estar amando en balde

o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.

Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,

de escribirnos las fechas

detrás de esos momentos en que somos felices,

de regalarnos libros.

Mismamente este cuarto me llena de abandono

cuando antes de dormir me das un beso

y me quedo mirando tus ojos que se apagan,

tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,

tu colección de botes de perfume.

Mismamente esta hora se me queda tan larga

cuando el tiempo es tan corto,

que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:

tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,

tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.

Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "



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martes, 23 de agosto de 2022

Paqui Aquino

 


IV.- Mis hijos dentro de la primavera

 

Dame tu paciencia…

Recuerdo los días alegres todos juntos

dentro de casa,

con paredes forradas de sentimientos,

sentimientos amargos, tristes, llenos de ternura…

 

Extraño ese mundo donde los besos eran mi fuerza

y los abrazos mi esperanza.

Añoro aquellos años de risas en la mesa,

de chistes torpes que siempre hacían gracia.

 

Quiero comprender este tiempo aquí sola

y me pongo en vuestra piel de hijos

dejando a vuestra madre para formar una nueva familia.

Buscabais el amor y yo solo quería que fuerais felices.

 

Desde el primer momento que os sentí

en mi seno, fui feliz sin mirar el tiempo,

os cuidaba día y noche

y mi regazo siempre esperaba vuestros abrazos.

Pasé horas y horas cuando estabais enfermos,

sentía como la fiebre os delataba

y yo a vuestro lado como un centinela en la garita.

 

¡Cómo os quiero cuando brilláis en todos

los episodios que van pasando por vuestras vidas…!

¿A quién cuidaré yo ahora…?

 

Decidme, hijos míos,

Decidme si lo sabéis, cómo se vive sin veros todos los días…

 

 

Paqui Aquino

Desde el confinamiento

16 de abril de 2020


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lunes, 22 de agosto de 2022

Pedro Casariego



Anuncio por palabras
para mi madre
octubre de 1983
Necesito chica que sepa planchar
mis labios con los suyos y tender
su ropa eternamente junto a la
mía y quitar las manchas de mi 
corazón con su mirada yo pondré
la mesa y la caricia en su ramo
de lunas y trataré de andar muy
despacio
cuando
ella
no
tenga
prisa

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Fernando Pessoa



HORA ABSURDA


Tu silencio es una nave con todas las velas llenas...
Blandas, las brisas juegan en las flámulas, tu sonrisa...
Y tu sonrisa en tu silencio es la escalera y las andas
con que me finjo más alto y junto a cualquier paraíso...
Mi corazón es un ánfora que cae y que se quiebra...
Tu silencio lo recoge y quebrado lo arrincona...
Mi idea de ti es un cadáver que el mar trae a la playa..., y mientras tanto
tú eres la tela irreal en la que mi arte yerra el color...
Abre todas las puertas y que el viento barra la idea
que tenemos de que un humo perfuma de ocio los salones...
Mi alma es una caverna colmada por la marea alta,
y mi idea de soñarte una caravana de histriones...
Llueve oro mate, mas no en lo exterior... Es dentro de mí... Soy la Hora,
y la Hora es de asombros y toda ella escombros de ella misma...
En mi atención hay una viuda pobre que nunca llora...
En mi cielo interior nunca hubo una sola estrella..
Hoy el cielo es pesado como la idea de no llegar nunca a un puerto...
La lluvia menuda está vacía... La Hora sabe a haber sido...
¡Y no haber algo como lechos para las naves!...
Absorta en alienarse de sí, tu mirada es una plaga sin sentido...
Todas mis horas están hechas de jaspe negro,
mis ansias todas talladas en un mármol que no existe,
no es alegría ni dolor este dolor con el que me alegro,
y mi bondad inversa no es ni buena ni mala...
Los haces de los lictores se abrieron al borde de los caminos...
Los pendones de las victorias medievales no llegaron ni a las cruzadas...
Pusieron infolios útiles entre las piedras de las barricadas...
Y la hierba creció en las vías férreas con lozanía dañina...
¡Ah, qué vieja es esta hora!... ¡Y todas las naves partieron!
En la playa sólo un cabo muerto y unos restos de vela hablan
de lo Lejano, de las horas del Sur, de donde nuestros sueños sacan
aquella angustia de más soñar que hasta callan para sí...
El palacio está en ruinas... Duele ver en el parque el abandono
de la fuente sin surtidor... Nadie levanta la mirada del camino
y siente saudades de sí ante aquel lugar-otoño...
Este paisaje es un manuscrito con la frase más bella suprimida...
La loca partió todos los candelabros glabros,
ensució de humano el lago con cartas rasgadas, muchas...
Y mi alma es aquella luz que nunca más tendrán los candelabros...
¿Y qué quieren del lago aciago mis ansias, brisas fortuitas?...
¿Por qué me aflijo y me enfermo?... Se acuestan desnudas al claro de luna
todas las ninfas... Vino el sol y habían ya partido...
Tu silencio que me arrulla es la idea de naufragar,
y la idea de que tu voz suene a lira de un Apolo fingido...
Ya no hay colas de pavos todo ojos en los jardines de otrora...
Las propias sombras están más tristes... Aún
hay rastros de ropas de ayas (parece) en el suelo, y aún llora
un como eco de pasos por la alameda que velahí concluida...
Todos los ocasos se fundieron en mi alma...
Las hierbas de todos los prados fueron frescas bajo mis pies fríos...
Secó en tu mirada la idea de creerte calma,
y el ver yo eso en ti es como un puerto sin navíos...
Se irguieron al tiempo todos los remos... Por el oro de los trigales
pasó una saudade de no ser mar... Frente
a mi trono de alienación hay gestos con piedras raras...
Mi alma es una lámpara que se apagó y aún está caliente...
¡Ah, y tu silencio es un perfil de cúspide al sol!
Todas las princesas sintieron el seno oprimido...
De la última ventana del castillo sólo un girasol
se ve, y el soñar que hay otros pone brumas en nuestro sentido...
¡Ser, y no ser ya más!... ¡Oh leones nacidos en la jaula!...
Repicar de campanas hacia más allá, en el Otro Valle... ¿Cerca?...
Arde el colegio y un niño quedó encerrado en el aula...
¿Por qué no ha de ser el Norte el Sur?... ¿Qué es lo que está descubierto?...
Y yo deliro... De repente hago pausa en lo que pienso... Te miro
y tu silencio es una ceguera mía... Te miro y sueño...
Hay cosas rojas y cobrizas en el modo de meditarte,
y tu idea sabe a recuerdo del sabor de un espanto...
¿Para qué no sentir por ti desprecio? ¿Por qué no perderlo?...
Ah, deja que te ignore... Tu silencio es un abanico
—un abanico cerrado, un abanico que abierto sería tan bello,
tan bello, pero más bello es no abrirlo, para que la Hora no peque...
Se helaron todas las manos cruzadas sobre todos los pechos..
Se ajaron más flores de las que había en el jardín...
Mi manera de amarte es una catedral de silencios escogidos,
y mis sueños una escalera sin principio pero con fin...
Alguien va a entrar por la puerta... Se siente sonreír el aire...
Tejedoras viudas gozan las mortajas de vírgenes que tejen...
Ah, tu tedio es una estatua de una mujer que ha de venir,
el perfume que los crisantemos tendrían, si lo tuviesen...
Es preciso destruir el propósito de todos los puentes,
vestir de alienación los paisajes de todas las tierras,
enderezar por fuerza la curva de los horizontes,
y gemir por tener que vivir, como un ruido brusco de sierras...
¡Hay tan poca gente que ame los paisajes que no existen!...
Saber que continuará habiendo el mismo mundo mañana
¡cómo nos entristece!...
Que mi oír tu silencio no sean nubes que contristen
tu sonrisa, ángel exiliado, y tu tedio, aureola negra...
Suave, como tener madre y hermanas, la tarde rica desciende...
No llueve ya, y el vasto cielo es una gran sonrisa imperfecta...
Mi conciencia de tener conciencia de ti es una prez,
y mi saberte sonriendo es una flor mustia en mi pecho...
¡Ah, si fuésemos dos figuras en una lejana vidriera!...
¡Ah, si fuésemos los dos colores de una bandera de gloria!...
Estatua acéfala retirada a un lado, polvorienta pila bautismal,
pendón de vencidos que tuviese escrito en el centro este lema¡
Victoria!¿Qué es lo que me tortura?... Si hasta tu faz tranquila
sólo me llena de tedios y de opios de ocios temibles...
No sé... Yo soy un loco que extraña su propia alma...
Yo fui amado en efigie en un país más allá de los sueños...

******************

Nicolás Corraliza

 


ESPEJO AMIGO


Hubo un tiempo,
antes de conocer
la absenta de tus versos,
en la que todo era nada.
Una nada silenciosa,
un colchón de vacío
de besos y sueños.
Espejo amigo,
que proyectas mi reflejo
hacia la luz,
no dejes que mi rostro
sufra el exilio de tu ausencia.


************************

sábado, 20 de agosto de 2022

Uberto Uberto



PAISA


oye paisa tu compra algo mireló, gafa, goro
bueno, bonito, barato paisa
tu compra algo mi…
pero es que no te enteras…
no quiero nada de ti moreno
ya todo lo tengo,
tus bosques, tus minas, tus piedras
preciosas, tus negras
toda tu piel y sal
y los leones enjaulados
y los bancos de peces,
hasta el color púrpura de áfrica
-el cuerno de la abundancia –
lo tengo yo…
pero oye paisa yo amigo tuyo
yo sólo busca trabajo en españa
sólo compra algo mi
yo hambre, yo no casa
yo amigo paisa, mucho amigo
no negro, tu no amigo mío,
esta no es tu tierra
yo tengo ahora el tiempo
y el fondo monetario internacional
y todas, todas las malditas
organizaciones no gubernamentales
para lavarme la cara y el culo
y venderte como siempre
lo que antes ya era tuyo
oye paisa pero yo siempre bueno
con tuyo gusta barsa y pallea
y mucho toro en sevilla
yo sólo hambre paisa
mucha hambre…
eres tonto negro,
tu nunca amigo mío,
tu hambre me da de comer
tu sed llena mis piscinas
tu mujer calienta mi cama
tus heridas de bala las fabrico yo
yo soy tu virus del sida negro
yo soy el blanco
de todas tus pesadillas.
no paisa no
yo siempre amigo tuyo
yo cuida bien tu familia
yo sólo tener la vida,
mucho querer y amor
y sonrisas
que paisa ya no tiene,
sólo eso paisa, la vida.


********************

Juan María Jiménez López



Solía de niño
confundir muchas cosas:
unas de niños y otras no.
Creía, por ejemplo, ser siempre mayor
a la edad con que me trataban y mientras tanto
ellos envejecían y envilecían ante mis ojos como el caracol
de un cuento infinito.
Arreció pronto la barba para mis adentros,
siglos antes que en mis mejillas de ángel y no apreciaban
la solidez del hombre que era. Puede
que ellos y yo
hablásemos lenguajes diferentes o mirásemos
hacia otro lado, cada cual
a su ventura.
Conocí el arte antes que el sexo
y hube de callarlo por años y años. Los demás
acariciaron el pubis de las rosas antes de la primavera,
yo hube de esperar al verano de los primeros verbos. Pero fui feliz
porque conocí a un poeta ebrio
que versificaba con sus manos la divinidad de la tierra
y glorificaba con sus pupilas y su lengua
la rotundidad de la carne y sus contornos.
Quise desde entonces crecer conspirando versos
mientras los otros decapitaban pájaros o mariposas,
y reconocí por primera vez la distancia
entre la vida y la muerte
o el designio de los dedos.
Pero fue suficiente para amar por amar
y sentir por sentir
en las mañanas hirientes de sol y anhelos
y temer por temer
y llorar por llorar
en los días grises de soledad y hastío.
Luego, alguien añadió que era pronto
para desconsiderar lo cierto y abrazar los sueños,
que llegaría el tiempo de las luces con el ocaso
y me negué y renegué de su agorero encargo.
Jamás falté desde ese instante
a la libertad como dogma, como un dios apacible
contiguo y certero
que nunca falta de mi bolsillo.


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jueves, 18 de agosto de 2022

Abderrahman El Fathi

 


He vuelto a por mis versos,
ahí estaban
en esa mesa, ese té con hierbabuena,
los rescaté, desde entonces viven conmigo,
para siempre
me acompañan en mis travesías,
en mis noches de soledad,
me arropan esos versos
me recuerdan cuánto te amé
en las miradas de ese gato,
a mis pies
bajo una mesa destartalada
y el viento furioso
y el olor a vida
en Hafa Café.


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lunes, 15 de agosto de 2022

Ana García Briones





A partir de mañana,
cuando lea las estrellas
que iluminan tus ojos,
sabré que el cielo existe
y las galaxias
bajarán como farolas
a alumbrar mis avenidas.
A partir de mañana,
haré un pacto con el sol.
Recibiré rayos perpendiculares
meteoritos en forma de sueños,
y el cráter de mis sombras
se llenará de astros con luz propia.
A partir de mañana,
en aquel espacio vacío
que queda en el universo,
seré un cuerpo celeste
o una simple cometa
con aspiraciones a satélite lunar.



Partos de luz


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Emilio Marin

 


UN BES0





Breve como un beso
profundo como su sabor.
Suave como tus labios
en la noche de agosto.
Así eres tu, Princesa,
que con tus brazos seducen
al marinero intrépido
que arrojado a tus orillas
cae sin freno, ante la voluptuosidad,
de tu cuerpo firme y deseado.


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domingo, 14 de agosto de 2022

Ana García Briones

 





Algún día,
los que no creen
en la poesía
buscaran alimento
para sus sueños,
necesitarán un sol
y el verde intenso
de la hierba
que riza la primavera.
¡Mira ese pobre caminante
con el alma afligida
y la sangre derramada
por las espinas del camino!
No te rindas poeta,
graba el instante
de un abrazo cristalino
en el corazón de los hombres,
una ilusión mayor
que el mar y el cielo.
Algún día,
los que no creen
en la poesía
necesitarán del alma
que entregó el poeta
para aliviar

sus sufrimientos.



De: Anida en mi ser

Fco Javier Sánchez Durán

 




Te podría decir: He visto el cielo en tus ojos.
Pero ya no creo en el cielo, pero sí en tus ojos…
sí…en tus ojos, sí,
aunque estos no contemplen la misma luna,
la luna que yo miro a la luz de aquel faro,
mimada por las olas que la acunan con mimo y ternura.

A lo lejos el mar, siempre el mar.
No firma el mar su tremendo oleaje,
anónimo como un viejo sabio,
que adivina con la sangre de sus víctimas
la tragedia de un sol suicida…
ese mar que aprecia la plenitud de tus muslos,
que sucumbe al límite de tus caderas,
que socaba en la hondura que reconcilia tus pechos
con palabras que arden y queman y que vuelan,
planeando por los aires de una noche que llega.

Todo esto me inunda,
a la luz de ese faro que presagia el desierto,
y tu vida y la mía
se inundan de imposibles y fugaces instantes.

Te podría decir: he visto el cielo en tus ojos,
pero el cielo responde con murmullos de ciego
y la luna, de razón dislocada,
se abandona en tu frente y se marcha entre olas


(DEL SENDERO, DE LA PERCEPCIÓN DE LA LLUVIA, DEL AMOR Y OTROS POEMAS)

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• Rosario Troncoso González •

 




Cien musas diminutas
A lápiz crecían versos orgánicos,
sin otro ritmo que el de los latidos.
Dueñas absolutas de cada poema
cien musas diminutas,
bellas hadas púberes, invitadas
a la hora del café,
ensayaban bailes en servilletas.
Aún hay restos de azúcar,
entre sílaba y sílaba.

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Mario Benedetti

 






De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que esta ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme la cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe que consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedras
abriré la ventana.


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Lucia Dominguez Lopez

 






Desnuda te digo:
ven,
vivamos a lo salvaje
como animales
sin domesticar
sin olvidar los instintos,

comiéndonos con las manos...

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Laura Gutiérrez Cortés

 




En ese hueco del corazón,
donde el grillo canta
al latir tu cercanía...

- te siento-
En la noche de mis ojos,
donde las luciérnagas
prenden de luz mi mirada
al verte...

- te sueño -
En el delirio del oscuro
silencio, que atraganta
a un mar destilado
sin tus horas...

- te necesito-
¡Sólo bésame!
aunque mis pétalos
no sonrían siempre.





Laura Gutiérrez Cortés( r.d.a)

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