lunes, 30 de octubre de 2023
Jaime Labastida
Mario Benedetti
Marcos Ana
Aída Acosta
viernes, 27 de octubre de 2023
Luis Cernuda
Patty Valladolid
miércoles, 25 de octubre de 2023
Lu Sesma
martes, 24 de octubre de 2023
José Carlos Becerra
José Antonio Fernández García
lunes, 23 de octubre de 2023
Agustín García Calvo
Alejandra Pizarnik
sábado, 21 de octubre de 2023
Miguel Angel Cañada Castellano
domingo, 15 de octubre de 2023
Natalia Belleq.
Belén Reyes
Elena Medel
Árbol genealógico
Yo pertenezco a una raza de mujeres con el corazón biodegradable.
Cuando una de nosotras muere
exhiben su cadáver en los parques públicos, los niños se acercan a curiosear en su
garganta de hojalata, se celebran festines con moscas y gusanos, me cae mal porque me
hizo sonreír a mí, que soy tan triste.
A los treinta días exactos de su muerte el cuerpo de esta extraordinaria raza
se autodestruye, y a las puertas de vuestras casas llaman los restos del alma de las mujeres
sobrenaturales,
chocan contra vuestras paredes, sus empastes y sus uñas agujerean vuestras ventanas
hasta que sangran nuestras aortas clavadas en la tierra, igual que las raíces.
Al morir nos abren el estómago, examinan con los dedos su interior, rebuscan entre las
vísceras el mapa del tesoro,
sacan sus dedos negros de todos los poemas que se nos han quedado dentro con los años.
Un espectáculo.
Pertenezco a una raza desarrollada más allá de los púlpitos. Soy una de ellas porque mi
corazón mancha al tomarlo entre las manos, porque coincide en tamaño con el hueco
de un nicho;
fresco y dulce como el de un animal, chupad mi corazón para que, al morir, sepan que
hemos estado juntos.
Soy una de ellas porque mi corazón será abono. Porque mi sangre, que es la suya, sube y
baja por mi cadáver como por escaleras mecánicas;
porque el fundamento de mi carácter, al descomponerse, se incorpora a una especie salvaje
que ladra y que hiere y que te lleva a su terreno, que ignora las afrentas, que jamás se
extinguirá.
(De Tara)
******************
Erika Martínez
Un hombre horizontal habita el falso techo de mi casa.
Cuando recorro el pasillo
repta sobre mí
como un soldado a tierra
y repite con acento extranjero
cada palabra que digo.
Atrincherado en la altura,
desgasta el yeso oscuro
con su runrún de termita.
Se acomoda, gana terreno,
consigue que sea yo
quien se esconde.
Josep M. Rodríguez
El corazón del bosque
Tras la tormenta,
el arroyo enfangado
fluye
pesadamente
como una babosa.
Lo que queda de día
reluce en un pedazo de metal.
Es una lata roja, de refresco,
que bien parece el corazón del bosque.
Cierro los ojos y oigo su latir:
Arritmia de las gotas al caer de los árboles.
El aire huele a hinojo y hace frío.
La realidad se escapa a la mirada:
Aunque me esfuerce, siempre está incompleta.
Igual que la sonrisa
de una boca sin dientes.
Antonio Lucas
A veces, cuando parece la noche un tigre sonando,
un hueco absoluto.
Cuando tan solo un rumor o una sombra se incendias
despacio, al borde del frío,
y alguien corona en silencio el desorden del agua
con una tristeza imposible,
¿para qué te acercas con tu solo pecho ausente?
¿Por qué no escribes en mis brazos
tus heridas diminutas?
(De Antes del mundo)
*********
Carlos Pardo
Los alanos emigraban.
El astrólogo cosía el cielo.
En las llanuras y en las cordilleras,
en los bosques de escombros mitológicos
los tilos esparcían su ortodoxia,
golpeaban al alba los baldones
de pacíficos reinos,
vertían plomo en campos roturados.
A ti y a mí
bajo el caparazón de un cielo rosa
nos cuida el siglo XXI:
cónsules de la retaguardia,
altivos aranceles del amor aduanero.
El alma en su paisaje
filosofa; es el tacto
quien nos da la razón.
Te quiero al modo de los viejos
pintores del trecento,
humana y geométrica,
ojos negros, piel blanca,
rebeca roja
y camiseta verde militar.
Ya debería el tiempo andar por ahí.
Las tejas son del gris del dragón de Komodo.
Las horas de la tarde
nuestras contemporáneas.
(De Echado a perder)
***************************
Juan Manuel Romero
Igual que quien injerta
sobre la rama abierta el brote nuevo,
así te llevo en brazos al dormirte.
Me ha pesado entender que dando vida
estás atándote a la vida,
y creces cuando ayudas a crecer.
Cada día me ato más a ti
para que corra el tiempo por nosotros.
Te llevo en brazos
pero eres tú quien me sostiene.
*************************
Miriam Reyes
No tengo casa a la que volver
ni esperanza de la que colgarme
por eso camino.
Las casas se derrumban a mi paso
la tierra es una alfombra de escombros.
Me detengo a admirar la belleza de las palas mecánicas
los movimientos de las excavadoras me erizan de deseo.
De noche las contemplo:
los perfiles inmóviles de las palas
descansando sobre el cielo azul cobalto
al lado de la luna de luz nacarada
son aún más hermosos que los brazos de los hombres que las manipulan
y las excavadoras
con sus enormes bocas abiertas y llenas todavía
de tierra y escombros
parecen enormes animales muertos.
Mis padres me enseñaron a no tener nunca nada.
Ellos me enseñaron a no volver nunca a casa
a no decir nunca esta casa es mía
aquí me quedo yo
en este lugar que amo.
Cierro la puerta y no necesito mirar atrás para saber
que la casa ya no existe más.
En ninguna parte sin hablar con nadie estoy
pero si nos cruzamos
puedo enseñarte a caminar sonriente sobre la desolación.
(De Espejo negro)
******************************
sábado, 14 de octubre de 2023
Jorge Novak Stojsic Sarac
Alejandra Pizarnik.
Rosa Chacel.
Edit Checa
Pedro Javier Martín Pedrós. Del libro: Miro el reloj y quedo ciego.
Paola Ferrari
Julio Cortázar.
viernes, 13 de octubre de 2023
Gema Cepeda
jueves, 12 de octubre de 2023
Patricia Benito
Pilar Blanco Díaz