lunes, 31 de diciembre de 2018

Aurelio Gonzalez Ovies





A veces esta casa me entristece

cuando cae la noche.

Tus vestidos colgados en la percha,

esta silla con restos de tu cuerpo,

nuestra cama...

No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento

de estar amando en balde

o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.

Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,

de escribirnos las fechas

detrás de esos momentos en que somos felices,

de regalarnos libros.

Mismamente este cuarto me llena de abandono

cuando antes de dormir me das un beso

y me quedo mirando tus ojos que se apagan,

tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,

tu colección de botes de perfume.

Mismamente esta hora se me queda tan larga

cuando el tiempo es tan corto,

que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:

tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,

tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.

Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "

domingo, 30 de diciembre de 2018

José Agustín Goytisolo


PALABRAS PARA JULIA


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.



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Cristóbal Carrasco Delgado


REFLEXIONES AL CAER DE LA TARDE.
A MIGUEL HERNÁNDEZ.




SONETO

El viento de guerra se llevó tanto…
la esperanza, la familia, la vida,
dejando el miedo, el odio y la estampida
que produjo el horror y el desencanto.

Nanas de la cebolla, de hambre y llanto,
la soledad del alma en la huida,
su detención, la entrega escarnecida,
rompe el alma a Miguel con cruel espanto.

En tierras portuguesas es capturado,
lo llevan a Rosal, a la prisión
y luego a Alicante es trasladado.

Mataron su futuro, su ilusión,
su noble corazón fue masacrado
con saña y con maldad, sin compasión.

Buenas tardes mundo.

sábado, 29 de diciembre de 2018

MIGUEL ÁNGEL YUSTA






Esta noche.

Te quería decir en esta noche
cuando ya nadie habita en la distancia
y dormidos los pájaros
es el silencio dueño de las vidas.
Te quería decir, y te lo digo,
aunque a veces me corte las palabras
el saber que tu oído las escucha
y tus ojos las miran,
que esta tarde cuando volvía a casa,
tan silencioso y solo,
mientras sobrevolaba el pensamiento
utópicos lugares,
de pronto, te me has aparecido
con tus ojos profundos
y tus manos repletas de caricias,
abierta la sonrisa,
piernas de adolescente, apresuradas
por llegar a mis brazos
y rodearme fuerte con los tuyos.
Tu cabello jugando con el viento,
extendidas las manos en el aire,
presentidas caricias.
Venías, llegabas y te quedabas...
Entonces he sentido que la tarde
se llenaba de luces
y que toda la gente sonreía.
Que aún era hermoso el mundo
y los taxis, las casas, los semáforos.
Que las tiendas, las calles , las aceras
se llenaban de luces de repente
e íbamos del brazo, felices como niños.
Pero esta tarde no has aparecido.

Por eso te lo digo,
que te he echado de menos en las horas
que otro día mataban poco a poco.
Y aunque al subir a casa
ha sonado el teléfono y me has dicho te quiero
por un momento, amor, por un momento,
las luces se apagaron en mi alma...
Por eso te repito,
pero tal vez callarme debería,
que cada tarde, amor, que cada tarde,
me dejes que la acabe entre tus brazos.

(De Amar y callar)





viernes, 28 de diciembre de 2018

Rafael Alberti






El ángel ángel

Y el mar fue y le dio un nombre
y un apellido el viento
y las nubes un cuerpo
y un alma el fuego.
La tierra, nada.
Ese reino movible,
colgado de las águilas,
no la conoce.
Nunca escribió su sombra
la figura de un hombre.


Charlie Chaplin

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Francisco Cobacho






CAOS


Por no tener
aun el aire lo inhalo prestado,
cada bocanada que respiro
es descontada en desorden
del hábitat que me envuelve
enrareciendo cada vez más
los entornos de mi existencia.


Consumo más desmanes
que empatía pueda irradiar
al equilibrio que me sostiene
en torno al ciclo de la vida.

La incertidumbre me soporta
regalándome el lugar
a costa de adolecer la emoción
que me ata a lo ínfimo.

Es el mismo caos
el que me acecha por los entornos
en que navega mi magnitud
y a cada instante el deterioro
más se expande por los espacios
en donde habito.



© F. Cobacho
"Cenizas calientes"


jueves, 27 de diciembre de 2018

Brenda Lopez Soler





Sólo tengo la palabra para que te quedes.
En este sagrado territorio sin espacio.
O es que quizá, es todo el espacio mismo.
Y no tenemos ojos para verlo, o no sirven.
Porque desborda todas las viejas razones de la tierra.

Y ni siquiera tengo la voz ni el gesto.
Ni el cuerpo ni el sueño.
Ni nada de lo conocido,
Para mostrártelo y que me muestres.

Cómo es posible entonces que sigamos aquí.
Y que te quedes sin entrarnos.
En esta extraña concupiscencia sin límites .
Ni labios ni manos.
Ni sexo de desordenadas sábanas blancas,

Debe de haber algo ancestral y milenario.
En lo que defiendo y defiendes.

- O es esto todas las razones del silencio, y quererte -

Julio Cortázar





Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:


Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte

© Maria De Los Angeles Viangel Garcia Martin





Prosa poética


Me despertó esta mañana el corazón diciéndome muy despacito tu nombre en voz bajita, me quedé embelesada en tus ojos, me perdí en el manantial de tu boca, tus labios de hierbabuena... quise por un momento volver a cerrar mis párpados y soñarte de nuevo.
Por entre medio de la explanada de mi alma, una arboleda, y dentro de la arboleda, ramas de árboles que asomaban a tu sonrisa espampanante.
Me desperté, queriendo surcar el mar de tu cuerpo lentamente hasta quedar varada ante ti, me desperté oliendo a ti, impregnada del aroma de tu cuerpo, ese que tanto me hace sentir.






miércoles, 26 de diciembre de 2018

Teresa Antares.




Un hueco, solo un hueco entre los brazos
donde poder fundir los latidos al unísono
rompería toda premonición de soledad,
pero sólo hay silencio...
ocupando la forma de tu cuerpo.



T. ( post coitum omne animal triste est )


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• Cristian Piné •




Claridad



Más conviene advertir la claridad
atrapada en el fondo de la oscura
laguna alquitranada que, de pura,
sólo tiene el vacío de la edad.
Barrizal donde duerme la verdad,
evidencia que cae de la altura
hasta el vientre del mar, donde asegura
su esencia en la mayor profundidad.
Es esa claridad un pez extraño,
caverna submarina y ocultada,
es el claro rumor que vive dentro.
El abismo interior del desengaño
en apariencia viene de la nada,
pero es la claridad su exacto centro.


Del libro: A tu encuentro.

martes, 25 de diciembre de 2018

Ana García Briones




Algún día,
los que no creen
en la poesía
buscaran alimento
para sus sueños,
necesitarán un sol
y el verde intenso
de la hierba
que riza la primavera.
¡Mira ese pobre caminante
con el alma afligida
y la sangre derramada
por las espinas del camino!
No te rindas poeta,
graba el instante
de un abrazo cristalino
en el corazón de los hombres,
una ilusión mayor
que el mar y el cielo.
Algún día,
los que no creen
en la poesía
necesitarán del alma
que entregó el poeta
para aliviar

sus sufrimientos.



De: Anida en mi ser



Marta Pumarega Rubio



ÚLTIMAS PALABRAS


Era un hombre mágico,
me hablaba del mar
y yo podía tocarlo.


Antónimo de cobijo

Fotografía de internet
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lunes, 24 de diciembre de 2018

Antonio de Padua Diaz


Cuando el sol inunda las entradas de mi casa
sé que estás a mi lado
porque tu piel de él forma parte,
hueles a papelería antigua,de otros tiempos,
a lápiz de madera y grafito,
en tu alma ecológica recoges a pobres diablos
y con mano izquierda lirios azules,
besas a los amigos con tu boca poderosa
y a los hombres,con la mirada.
Siempre creo que formaste parte de mi vida
y jamás te he vivido,
como naúfrago solitario te espero
agarrado a la madera de lo poco que me queda:
unos cuantos poemas,cinco corbatas y mis libros preferidos,
no sé si existes tú,isla María,
en mis versos o en mi deseo,
pero hoy tu nombre se hace agua en mi boca
y a diario lo pronuncio,
volver a soñar con imposibles a tu lado,
pasear por las ciudades enlazados
y que en los hoteles nos conozcan por señores amor,
si algún día te puede la nostalgia
en el borde del mar búscame,
siempre te espero en la arena,allí donde nace el infinito.




Gema Estudillo





thürmschenswall 33

colonia 2004
                     « Es un consuelo saber
                     dónde se guardan
                     las tazas»
                     Hilde Domin




todo se guardaba en la cocina
los libros
los enseres
las facturas del banco
la ropa
y hasta el amor en invierno
los días de nieve

y no importaba si el otoño
anidaba pronto en la ventana
o si en las tablas del suelo
crujían pasos de otros tiempos

de la segunda guerra probablemente
porque la vida allí era liviana
y se podía vivir en ella
casi sin tocarla

y en invierno
el patio gris olía a lluvia fresca
y se escuchaba la música tras los cristales
y por la noche
en aquellos ventanales sin cortinas
la luz de nuestro hogar era naranja y dulce
y todos podían ver que allí
en nuestra casa
la vida se horneaba
a fuego lento


Lola Fontecha







Un paréntesis que invita a vivir.
Un micronano de segundo que me lleva a ti.
Un instante que rememora tu mirada.
Un rato mas que nada es todo por ser tuya.
Una estrella fugaz que muestra la libertad.


Un espacio-tiempo,
la verdad de ser,
tus palabras,
tu olor
y la eternidad de un poema...

Buenos días, mundo. Continuemos lo empezado, vivir merece el esfuerzo 
invertido en el camino de la existencia.
Versos que me digas al oído y la soledad parada en una estación de tren 
para volver a sonreír sin el miedo a ser sorprendidos.
Hoy los besos los aderezas tú, en la ensaladera de la vida.


domingo, 23 de diciembre de 2018

Begoña Abad



¿QUÉ hiciste en tu vida?
Caer y levantarme.
Aprender a curar rodillas magulladas.
Echar remiendos en los desgarros.
Inventar menús para los que tenían hambre.
Caer y levantarme.
Escuchar los gritos silenciosos del miedo.
Hacer hueco para que cupieran todos.
Sumar y multiplicar la alegría de diario.
Restar y dividir la angustia y la tristura.
Abrir puertas.
Caer y mirar desde ahí.
Caer y levantarme.



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Pedro Javier Martín Pedrós.






Hoy he comprado una hora mágica
en unos grandes almacenes
y el manual de instrucciones
no venía en español.
He afinado durante toda la mañana
mi piano
y no he sido capaz de hacerte bailar.
He escrito un poema en un trozo
de corcho,
y lo he puesto a surcar en mares de chocolate.
Apenas he limpiado los cristales de
mis gafas,
y ya había amanecido.


De Huellas de Agua.




Amalia Bautista

Resultado de imagen de frase de amalia bautista

Abelardo Linares



EN LA MAÑANA DEL MUNDO



Apenas la caricia de tu mano.

Mi piel es de cristal cuando me tocas.

¿Qué apaciguada luz, qué temblor hecho brasa

se deslíe en mis ojos si me miras?

¿Dónde hiere tu risa y por qué hiere

si con ella me abres la mañana del mundo?

Tu existir me hace un dios y tú me creas.

No hay mayor claridad ni otro misterio





viernes, 21 de diciembre de 2018

Aída Acosta



Tiene la tarde olor
a luna desterrada,
recuerdos del valle
donde dejaste huellas
anunciando luz
dibujo de tu ausencia.
No sé decir con exactitud
el número de pájaros
que coronan la hora
de tu partida.
Quiero desamordazar
este viento
para obligar a la tristeza
al abandono.
He caminado hacia ti
arañando el granito
para besar tus huesos jóvenes
para alimentar mi ser
de la nada que nos habita.
He caminado hacia ti
con mi acento de lluvia
porque estás solo
porque estoy sola
y jugamos juntos
y te quise.



©® del poemario Sudor de un paisaje
Foto de Dara Scully

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María Carvajal





UN DÍA PERFECTO

Sí, quiero un día perfecto como el de Lou Reed.
Sin facturas, sin llamadas telefónicas,
sin sartenes por fregar, sin paracetamol.
Quiero un día perfecto como el de Lou Reed.
Sin estrés, sin telediarios hostiles,
sin impuestos, sin grasas saturadas.
Quiero un día perfecto como el de Lou Reed.
Incluso sin sangría ni parque.
Incluso sin zoológico ni películas.
Quiero un día perfecto como el de Lou Reed.
Solos, tú y yo. Just a perfect day.