martes, 31 de enero de 2017
Ángeles Mora Fragoso
«As time goes bye...»
Entre todos los bares de este mundo
he venido a este bar para encontrarte
furtiva como siempre
para rozar la piel de tus esquinas.
Y cómo me hace daño tu cansancio
ya sabes que mañana es cada lunes
esa vieja, tristísima, memoria
de buscarle sentido a algo que bulle
como se abre una flor
así, de golpe.
Manías de la ausencia y tus nostalgias
Te noto tan cansado...
Quiero dormir contigo: Busca sólo
un poco más de sueño y de tabaco.
Quiero morir contigo.
¿Por qué no me apalabras un cumpleaños más?
Las arrugas ahí sí que son cosas serias
o el paso de los días
con mis pechos que bajan a acariciar tus manos.
Y luego cuando un labio nos elude
en la piel de las ingles, ay, no muerdas,
y nos brinca por dentro...
Pero ahora llega el tren
como un viejo caballo del National
qué diestro en los obstáculos.
Qué sucia su taberna.
Qué mediodía horrible al despedirte.
Te veo tan delgado
con tus causas perdidas
tus causas en la llama de la copa
mi amargo luchador
sonriendo lentamente, como si te murieras.
Como al decirme adiós.
Isabel Rezmo
XXXIV
LA NOCHE:
¡Espejo mutilado por la tiniebla
de ser un sueño entre los amantes!
LA TARDE:
Pasa dialogando
mi letra entre tu mirada
y un bostezo asimétrico
en la posada del segundo.
Hasta caer la luna.
…Cuando la tarde-noche se acerca…
Federico García Lorca
Deseo
Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.
Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.
Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.
Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
Nada más.
lunes, 30 de enero de 2017
AMADO NERVO
¡ESTÁ BIEN!
Porque contemplo aún albas radiosas
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
en que tiembla el lucero de Belén,
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
gracias, ¡está bien!
Porque en las tardes, con sutil desmayo,
piadosamente besa el sol mi sien,
y aun la transfigura con su rayo:
gracias, ¡está bien!
Porque en las noches una voz me nombra
(¡voz de quien yo me sél), y hay un edén
escondido en los pliegues de mi sombra:
gracias, ¡está bien!
Porque hasta el mal en mí don es del cielo,
pues que, al minarme va, con rudo celo,
desmoronando mi prisión también;
porque se acerca ya mi primer vuelo:
gracias, ¡está bien!
Saray Pavon
Ahora...
El hipotálamo de Saray Pavon
Ahora lo entiendo todo.
Es más fácil esconderse tras la cámara,
ser una fotografía,
la realidad que quieres.
Vivir la vida como si fuese una película
y no exponerse
a los sentimientos.
Medir las palabras
en píxeles abiertos
o cerrados que juegan
a la ruleta rusa.
Ahora lo entiendo todo
y, por eso, marcho.
domingo, 29 de enero de 2017
Adolfo Burriel
Los gendarmes revisan
Los gendarmes revisan
el pulgar de los ladrones, pero callan los robos millonarios,
los ladrones se aferran a las rejas con su pulgar de tinta,
no así si son pulgares millonarios,
y las madres escupen a los jueces.
Después es solo llanto.
Rosy Carter no huyó (o huyó), tampoco ha vuelto,
como todos los presos que se olvidan
en un montón de perros apagados.
Ni noche son ni luna los amaina.
Ni Rosy Carter existió sino en las dobles cárceles del sueño.
MaLena Ezcurra
desperté llorando tenía clavado
el dolor del sueño
en el sueño habitaba una casa
con largos pasillos de cristal
de cada rincón colgaban telas
pintadas con ciruelos blancos
las paredes anidaban aves marinas
despedían un terrible olor a miel
era verano
pero ya no podía poner
peces rojos sobre mis senos
ni llenarme la boca de flores
no ardían mis ojos
en esa soledad apenas soportable
supe nuevamente supe
que fuiste el único hombre que amé
a pesar de la ausencia
no había noche que no quisiera
atrapar el azul
dormir con tus manos sosteniendo los pájaros
que cantaban boleros al escucharme
con tu nombre en la boca.
Imagen . Alex Rensen
despedían un terrible olor a miel
era verano
pero ya no podía poner
peces rojos sobre mis senos
ni llenarme la boca de flores
no ardían mis ojos
en esa soledad apenas soportable
supe nuevamente supe
que fuiste el único hombre que amé
a pesar de la ausencia
no había noche que no quisiera
atrapar el azul
dormir con tus manos sosteniendo los pájaros
que cantaban boleros al escucharme
con tu nombre en la boca.
Imagen . Alex Rensen
sábado, 28 de enero de 2017
Victoria Cabado
Cuenta conmigo
ahora, en este instante
mañana, o cuando quieras
que no me he ido
que no estoy distante
que soy la misma
la que ya sabes.
Esta, la soñadora
la incansable
que vive en otro mundo
que nadie sabe
que tiene pasiones
que no dice a nadie.
Pero tú
cuenta conmigo
creo, que lo sabes
que, aunque me veas lejos
estoy mas cerca que nadie.
Que la distancia, no existe
cuando quieres a alguien
los muros son invisibles
y no hay nadie, que me aparte
que yo se lo que quiero
y no hay nadie que me pare.
Pero tú
ya sabes, cuenta conmigo
aquí estoy, cuando me llames.
Cuando uno quiere estar cerca, no hay nada que lo separe...
Rosario Troncoso
Olvido a veces que te quiero.
Es la obviedad de tus brazos.
Es el hábito de besarte
cuando te piden mis labios.
Es tu voz, asumida, en mis mañanas,
cotidiana letanía de pájaros,
y el calor que desprende
la sabida cercanía de un cuerpo
que aprendí de memoria,
a ciegas, tantas veces recorrido.
Tan lógico es que estés…
Que tú estuvieras, siempre, era tan lógico
que no te celebré,
y pospuse la vida para ti
mejor para otro día.
Pero llegó la ausencia
y bandadas de sombras portadoras
de todos los presagios
invadieron el cielo
y el hogar, despojando de tu aroma
los rincones, arrancando cortinas,
descorriendo recuerdos.
Por impago de amor
los errores llamaron a la ausencia.
y llegó la muerte a desahuciarnos.
Ahora la costumbre
entrelaza sus dedos
a los dedos del frío.
viernes, 27 de enero de 2017
Lucila Sesma
Volando entre la bruma,
el aire limpio y frío se cuela
entre mis pensamientos.
Aura mansa y gélida
que transforma el horizonte
en un dócil lienzo desgastado
por el viento.
Saltando entre la bruma
oigo el susurro lento del recuerdo,
paleta de versos que resbalan
por las piedras solitarias,
erguidas...
y orgullosas.
L. Sesma.
Foto: 29.12.16
MARCOS
Saltando entre la bruma
oigo el susurro lento del recuerdo,
paleta de versos que resbalan
por las piedras solitarias,
erguidas...
y orgullosas.
L. Sesma.
Foto: 29.12.16
MARCOS
Ramón Llanes Domínguez
ERROR
Se nos rompió el paraíso.
Muerte hembra, también, como la tarde.
Como nacer de prisa por miedo a malnacer,
como llegar cansado a vivir
y obligarte a volver. Al pie, el entusiasmo
puesto a cada hebra, la petulancia del amor
y las renuncias a destruirlo.
Nada después de la nada, acaso una coma,
un punto, una habitación, de nuevo, vacía,
dos miradas sin ojos,
la irrupción de la desidia,
el dolor de los otros sufridos para confortarnos
del error. Y acaso un crespón negro en la luna.
jueves, 26 de enero de 2017
Mario Benedetti.
Posdata
Siempre queda algo por decir
un rencor un amor una sorpresa
un pedazo de vida insoportable
que sin embargo algo nos enseña
la vez que fuimos derrotados
cual si fuéramos ídolos de trapo
y la otra en que nos rozó un triunfo
de esos que no se tienen programados
siempre queda algo por soñar
llegar a una frontera tan remota
que queda más allá del horizonte
y por esa razón es seductora
y un intervalo casi oscuro
del que no nos libramos todavía
y que nos deja inmóviles mirando
a esa luna de tantas pesadillas
siempre queda algo por borrar
un aguacero un choque dos domingos
que a pesar de ser poco o casi nada
se resisten a hundirse en el olvido
siempre queda algo por buscar
digamos una paz sin atenuantes
y una conciencia boba que censura
pecados que son simples disparates
no queda nada que agregar
al menos encontré lo que buscaba
y si recuerdo alguna otra cosita
en todo caso agrego otra posdata
Juan Antonio Guzmán Camacho
A José Baena,
memorando un fin y un principio.
Esta noche mis lágrimas surcaron el espacio...
Esta noche he probado, incitando a la vida,
ese viciado vértigo de vacío insaciable,
la auténtica nostalgia de paz que me asediaba
los ojos del sentir, la agónica mirada
de una flor que se bebe las gotas de rocío
para aplacar sus ansias de ser mar algún día...
Aquí, si nadie lo remedia, el hombre es la gran sobra.
Esta noche he probado, incitando a la vida,
ese viciado vértigo de vacío insaciable,
la auténtica nostalgia de paz que me asediaba
los ojos del sentir, la agónica mirada
de una flor que se bebe las gotas de rocío
para aplacar sus ansias de ser mar algún día...
Aquí, si nadie lo remedia, el hombre es la gran sobra.
Cristi Fernández Martín
TE ESPERARÉ
Si te atrapa la soledad. Despidiendo al marinero)
Si te agitan las tormentas
Si pierdes todos los frentes,
y la niebla no te deja ver.
Si tu brújula te desorienta
Si tienes miedo a esta ingravidez.
Si el mundo entero se te voltea,
y te pones del revés
No tardes en volver
Con la verdad a tu favor,
te harás fuerte para ganar
y aún si la suerte la tienes
a veces en contra.
Aunque te apriete la nostalgia.
Si tus sueños vuelven a caer.
Si te llega esa hora dura,
y el del espejo ya no eres tú.
No tardes en volver
La tristeza, ya me envuelve,
y se me hará grande la cama,
te vendré a esperar, las mañanas claras
Te llamaré con las olas, que vienen y van al horizonte.
Sobre la arena pálida, te esperaré.
Aquí están los tuyos.
No tardes en volver
Bajo el herido cielo rezaré, cada noche por ti.
Diré tu nombre, por si el viento te lo lleva.
Escucharé con las caracolas tus latidos o gemir,
de la mar hacia el viento, de la noche a la sombra.
Con mis dedos, te escribiré en la arena,
aquí en la orilla, para que lo veas de lejos.
Siempre te estaré esperando,
porque tienes que volver.
Diré tu nombre, por si el viento te lo lleva.
Escucharé con las caracolas tus latidos o gemir,
de la mar hacia el viento, de la noche a la sombra.
Con mis dedos, te escribiré en la arena,
aquí en la orilla, para que lo veas de lejos.
Siempre te estaré esperando,
porque tienes que volver.
miércoles, 25 de enero de 2017
Luis Cernuda
País
Tus ojos son de donde
la nieve no ha manchado
la luz, y entre las palmas
el aire
invisible es de claro.
Tu deseo es de donde
a los cuerpos se alía
lo animal con la gracia
secreta
de mirada y sonrisa.
Tu existir es de donde
percibe el pensamiento,
por la arena de mares
amigos,
la eternidad en tiempo.
Sonia Requejo
La mejor de todas las vistas
en parábola ascendente
La sonrisa se completa
de color azul celeste
Siempre que llueve escampa
y giran las manillas
no se cansan
Los ejes no chirrían
solo una mirada basta
una mano templada
y la noria de tu infanciamartes, 24 de enero de 2017
lunes, 23 de enero de 2017
Loli González
El cofre de la memoria
No es fácil caminar sobre rocas,
ni mirar cómo pasan los días ante un reloj de arena,
ni albergar tsunamis atados a las costillas.
No, no es fácil bucear por el hueco del viento
y buscar ese rayo de sol
que se oculta entre los huesos.
No, no es fácil dominar un río crecido
que anega el pensamiento.
No, no es fácil la vida.
Hoy, abriré el corazón
para que vibre con holgura,
y apague las brasas que oprimen mi pecho
y sobre mis pies alados,
allá arriba…
tragarme el universo entero.
No, no es fácil la vida.
domingo, 22 de enero de 2017
Antonio Martínez Ferrer
algo corrupto
está haciendo madrigueras
en un poema burbuja
después
la voz del poeta
es flagelada en el exilio
sábado, 21 de enero de 2017
José Saramago
«Vengo de lejos, lejos»
Vengo de lejos, lejos, y canto sordamente
Esta vieja, tan vieja, canción de rimas tuertas,
Y dices que la canté a otra gente,
Que otras manos me abrieron otras puertas:
Pero, amor mío, yo vengo a este paso
Y grito, desde la lejanía de los caminos,
Desde el polvo mordido y el temblor
De las carnes maltratadas,
Esta nueva canción con que renazco.
De "Poesía completa" Alfaguara Editores, 2005
Amalia Bautista
Vamos a hacer limpieza general
y vamos a tirar todas las cosas
que no nos sirven para nada, esas
cosas que ya no utilizamos, esas
otras que no hacen más que coger polvo,
las que evitamos encontrarnos porque
nos traen los recuerdos más amargos,
las que nos hacen daño, ocupan sitio
o no quisimos nunca tener cerca.
Vamos a hacer limpieza general
o, mejor todavía, una mudanza
que nos permita abandonar las cosas
sin tocarlas siquiera, sin mancharnos,
dejándolas donde han estado siempre;
vamos a irnos nosotros, vida mía,
para empezar a acumular de nuevo.
O vamos a prenderle fuego a todo
y a quedarnos en paz, con esa imagen
de las brasas del mundo ante los ojos
y con el corazón deshabitado.
viernes, 20 de enero de 2017
Mar Blanco
El tiempo va dejando señales que se ven: filos, reflejos, fulgores.
Atraviesa la bóveda celeste en carruajes blancos que ponen al descubierto una zona de hogueras, pájaros, constelaciones
y otra con restos de cenizas y muebles rotos, con sus horas apiladas,
rodando en el vacío.
Entonces, decir al tiempo quien eres, desvelar cuántos horizontes superpuestos se esconden detrás de tanta amputación.
Después de sobrevivir a la prolongación de miradas infinitas, la quietud toda y perderse por el desfiladero del encuentro.
Si el pensamiento, con sus zapatos de plata, marca la distancia entre la extrañeza de la niebla y tú ¿la verdad se hallará en los relojes? ¿serán los símbolos tallados en piedra una ilusión o la prueba irrefutable de estar vivos?
El lugar está vacío por debajo del espejo ¿será que sólo existe cuando termina el negro de la sombra?
Construir con la mirada los latidos de los calendarios que engullen a sus crías en un gesto latente.
Y revelar ciertas imágenes de despedida abarcando la extensión de una vida, que sólo exige estar ahí, para ser salvada. Eso es todo.
Separar lo que brilla en los ojos es la incomparable medida, una pausa oculta que hay en todas las cosas.
Porque la lluvia, como todo regreso, pertenece al pasado.
Y mañana no es.
Cantar el tiempo ahora, su piel de neonato.
Lo desnudo. Lo breve. Lo fugaz.
De lo contrario estar condenado, irremisiblemente, al desencanto.
#Safecreative
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