miércoles, 31 de marzo de 2021

Marta Pumarega Rubio


 A veces me hago poco

y como los presos descuento días,
tacho lunes y meses enteros.
Dibujo salidas, puertas y ventanas,
resto importancias,
me visto de trabajo,
de la saliva para poner sellos,
de bandera sin tierra,
de mujer sin techo.
A veces me hago poco
y, como quien se muere,
me quedo sin palabras.
Antónimo de cobijo

Benita María Paredes Rivas

 Afirmaciones


Me despierto en la quietud de la madrugada 

solo el trino de los pájaros y el viento meciendo las almas, 

los sueños, en la sinfonía matutina encuentro las respuestas a mis preguntas, 

me sanas mis heridas 

o mi maravilloso creador como rocío 

cayendo lentamente en mis hojas que

se desliza hasta caer en mis raíces, 

agua fresca que lava, llevándose todo el hollín.

No quiero volver atrás ya no soy la misma criatura 

que gemía en el desierto con púas

incrustadas en mi dermis, 

esa esquiva niña tímida que corría por abrigo, 

ya no sentirá dolor ni temor, 

no puedo anhelar más que tu profunda misericordia en mi existencia, 

desde que vi tu verdad

y la luz no se fue más he conocido el sosiego, 

he conocido el perdón.

Es tan lindo escucharte 

en las pequeñas cosas que me regalas, 

me asombra tu gracia, 

siento que no soy digna de tanto amor, 

ni de tu perdón, pero la certeza de ser tu hija reafirma lo que soy.

Ese ser hambreado no habita más en mí, 

me he vuelto un bebé que se alimenta cada día de tus

palabras que se vierten en hechos palpables en mi realidad.




martes, 30 de marzo de 2021

Oscar Wilde



Mi voz


En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.

José Emilio Pacheco



Gota de lluvia


Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.
Toda la noche estaba en esa humedad sombría
que de repente
iluminó la luna.

lunes, 29 de marzo de 2021

Cristóbal Carrasco Delgado





REFLEXIONES AL CAER DE LA TARDE.

EL INSOMNIO DEL ALMA.




ROMANCE.
En una noche de insomnio,
que larga es la madrugada,
viendo despertar la luna
y dormir a la alborada.
Cuantos recuerdos guardados
pasan frente a tu mirada,
rememorando los sueños
de los rincones del alma,
aquellos que se quedaron,
en nuestra infancia temprana,
de la etapa adolescente
de vivencias saturada,
con proyectos en el pecho
sembrados en la besana,
que aramos con ilusiones
salidas de las entrañas.
Y cuando un rayo de sol
nos entra por la ventana,
el corazón nuevamente,
se contrae y se dilata
y vuelve a cargar la vida
de amor y tierna esperanza.

Nikki Giovanni

 


La poeta norteamericana Nikki Giovanni ha sido una de las principales representantes, a lo largo del último medio siglo, de lo que podríamos denominar una suerte de poesía vinculada con el activismo racial y feminista. 


Cosas aceptables


He matado a una araña
no a una asesina araña violinista
ni siquiera a una viuda negra
si la verdad tuviese que ser dicha
no se trataba más que de una pequeña
araña, con textura de papel,
que debería haber corrido
cuando agarré el libro
pero no lo hizo
y me asustó
y la aplasté

No creo
tener permiso

para matar algo

bajo el único pretexto de estar

asustada

Traducción de Adrián Viéitez.

Wendy Cope

 



Apenas editada en castellano, Wendy Cope es una de las poetas inglesas contemporáneas más reconocidas internacionalmente: su delicado sentido del humor y su tierna mirada sobre el mundo cubren de blancura sus palabras. Hoy reproduzco Flores, de Wendy Cope.

Flores.


Algunos hombres nunca piensan en ello.
Tú lo hiciste. Viniste junto a mí
y dijiste que casi me habías comprado flores
pero que algo había salido mal.

La tienda estaba cerrada. O tenías dudas —
el tipo de dudas que mentes como las nuestras
no se cansan de inventar. Pensaste
que yo podría no querer tus flores.

Eso me hizo sonreír, abrazarte después.
Ahora solo puedo sonreír.
Fíjate: las flores que casi me compraste
han sobrevivido todo este tiempo.

Traducción de Adrián Viéitez.

Margaret Atwood

 


POEMA NOCTURNO

No hay nada que temer,
es sólo el viento
que ahora sopla hacia el este, es sólo
tu padre..........el trueno
tu madre..........la lluvia
En este país de agua
con su luna ocre y húmeda como un champiñón,

sus muñones ahogados y sus pájaros largos
que nadan, donde crece el musgo
por todo el tronco de los árboles
y tu sombra no es tu sombra
sino un reflejo,
tus padres verdaderos desaparecen
al bajar la cortina
y quedamos los otros,
los sumergidos del lago
con nuestras cabezas de
oscuridad
de pie ahora y en silencio junto a tu cama...
Venimos a arroparte
con lana roja,
con nuestras lágrimas y susurros distantes.
Te meces en los brazos de la lluvia,
el arca fría de tu sueño,
mientras aguardamos, tu padre
y madre nocturnos,
con las manos heladas y una linterna muerta,
sabiendo que somos solamente
las sombras vacilantes que proyecta
una vela, en este eco
que oirás veinte años más tarde.


Carmen Castejón Cabeceira @



ALGUNAS VARIANTES


Hacerse y deshacerse ,con ciertas variantes,
nutrirse de lo escaso y que vale la pena,
nos lo ofrece la vida con su boca callada
en los ojos que vemos
y que a veces nos cruzan.
Muere a cada instante quien no sabe besar
una gota de lluvia
sobre unos labios secos,
y recibirse siempre como lo hacen los pájaros
con el cuerpo extendido hacia el aire.
A veces me he sentido derrumbarme ,
pues no siempre suceden las cosas que intentamos,
entonces busco polen y me embadurno el cuerpo,
todo como un impulso
Y se abre el destino con su cráter inmenso
a germinarme así ante mi asombro.

domingo, 28 de marzo de 2021

Roger wolfe

 


Roger Wolfe es un poeta, narrador y ensayista nacido en Westerham, Inglaterra, en 1962. Considerado como uno de los principales representantes del realismo sucio en nuestro idioma, vive en España desde la infancia. Entre los libros de poesía que ha publicado destacan Días perdidos en los transportes públicos (Anthropos, 1992), Arde Babilonia (Visor, 1994), Mensajes en botellas rotas (Renacimiento, 1996) o Gran esperanza un tiempo (Renacimiento, 2013). Su obra poética ha sido reunida en antologías como Días sin pan (Renacimiento, 2007), Noches de blanco papel. Poesía reunida (1986-2001) (Huacanamo, 2008), Algo más épico sin duda (Renacimiento, 2017) y La poesía es un revólver apuntando al corazón (Colección verso & cuento, Aguilar, Penguin Random House, 2019. En narrativa ha publicado obras como El índice de Dios (Espasa Calpe, 1993), Mi corazón es una casa helada en el fondo del infierno (Aguaclara, 1996), ¡Que te follen, Nostradamus! (DVD, 2001) o Tiempos muertos (Huacanamo, 2009) y en ensayo Hay una guerra (Huerga y Fierro Editores, 1997), Oigo girar los motores de la muerte (DVD, 2002) y Siéntate y escribe (Huacanamo, 2011) entre otros. Se ha dedicado también al trabajo periodístico y a la música, y ha desarrollado una significativa labor como traductor literario. Presentamos una selección de tres poemas de su obra publicada y cuatro inéditos.

Un día estás, al otro no


El humo cuelga en la estancia
como un chiste malo.
Lou Reed habla
de familias rotas
desde los altavoces:
«La verdad es que sólo están contentos
cuando sienten dolor.
Por eso se casaron...»
¿Y yo? Yo no digo nada.
Apago el cigarro.
Otro día va a morir.

Vicente Aleixandre

 


HAY MÁS

Beso alegre, descuidada paloma,
blancura entre las manos, sol o nube;
corazón que no intenta volar porque basta el calor,
basta el ala peinada por los labios ya vivos.

El día se siente hacia afuera; sólo existe el amor.
Tú y yo en la boca sentimos nacer lo que no vive,
lo que es el beso indestructible cuando la boca son alas,
alas que nos ahogan mientras los ojos se cierran,
mientras la luz dorada está dentro de los párpados.

Ven, ven, huyamos quietos como el amor;
vida como el calor que es todo el mundo solo,
que es esa música suave que tiembla bajo los pies,
mundo que vuela único, con luz de estrella viva,
como un cuerpo o dos almas, como un último pájaro.

sábado, 27 de marzo de 2021

Federico García lorca



“Tengo algo que decir me digo” —

Tengo que decir algo me digo
Palabras que se disuelven en la boca
Alas que de repente son percheros
Donde el grito cae crece una mano
Alguien mata nuestro nombre según libro
¿Quién le arranco los ojos a la estatua?
¿Quién colocó esta lengua alrededor del
Llanto?
Tengo algo que decir me digo
Y me hincho de pájaros por fuera
Labios que caen como espejos Aquí
Allá dentro las distancias se reúnen
Este norte o este sur son un ojo
Vivo alrededor de mí mismo
Estoy aquí allá entre peldaños de carne
A la intemperie
Con algo que decir me digo

Paqui Aquino



VIVIR


¿Sabes? Quiero aprender
a vivir, a reír, a llorar.
Quiero reír contigo
y busco en tus brazos la vida.
¿Sabes? Te espero asomada
al balcón mientras la luna me alumbra
para cumplir las promesas
que un día nos hicimos.
¿Sabes? Cuando voy al mar
te busco entre las olas para nadar
y tú te escondes detrás del horizonte.
¿Sabes? Llorar como las viñas
en marzo te deja el corazón limpio.
¿Y sabes que se van cumpliendo
los años y yo sigo aquí
aprendiendo a vivir, a reír y a llorar,
contigo y sin ti…?

viernes, 26 de marzo de 2021

Ángeles Mora



EL AYER

Homenaje a Antonio Machado


Estos días azules y este sol de la infancia,
que tan vivos me arañan con la melancolía
de una vieja canción.
Estos días azules, este sol desbordando
las sombras de otro tiempo,
desnuda mis heridas, haciéndolas sangrar.
Pues la mujer que soy sabe que nunca más
volverá aquel inmenso, ancho horizonte
a desplegar su luz.
Pues la mujer que soy
sabe que nunca, nunca, volverá
la fe ciega, la ingenua expectativa
de la niña que añora el porvenir.
Pero a veces ocurre en el recuerdo:
la belleza y la dicha parece que regresan
y lloran de alegría mirándome llegar.
Pero a veces ocurre que me encuentro
besando aquella ardiente rosa de mi pasión.
La vida es desafío, dolor y rabia y lucha.
Sin duda desengaño, también felicidad.
La vida, siempre, siempre,
nos lleva hacia el mañana,
mientras en el bolsillo, con cuidado,
para que no se arrugue,
guardamos el ayer.

Federico García Lorca

 





Deseo



Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.

Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.

Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.

Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
Nada más.

jueves, 25 de marzo de 2021

Antonio Gala



Ella

Bebió en tu boca el tiempo enamorado
y la cuajó con besos de paloma.
Casto tu cuello, sobre el oro asoma
tan sólo por el oro acariciado.
Lunado el pelo, el corazón lunado,
rubor apenas por el aire aroma.
Amapola ritual tu torso toma
y te aparta del mar verde azulado.
Tu mirada de miel, marisma ardiente,
la luz antigua con las luces nuevas
-recién despierta y ya cansada- alía.
Te duele la victoria, y dócilmente
a cuestas tu destino de amor llevas,
delicada y sangrienta vida mía.    

© María Luisa Domínguez Borrallo



APRENDO


Aprendo a no hacer ruido
a ser centro en la diana
y fuego en tus manos.
A estirar la palabra
hasta hallarte en una tilde.
A esconderme en un acorde
que ya late en tu cabeza.
Aprendo que todo lo escrito
se marcha de los renglones,
que la piel sana
si tu besas mis heridas.
Aprendo que conoces
cada volcán apagado,
cada miedo y cada excusa,
que sabes lidiar con la fiera
y que has decidido quedarte

miércoles, 24 de marzo de 2021

Itziar Mínguez Arnáiz


Itziar Mínguez Arnáiz es una poeta, narradora y guionista de televisión nacida en Barakaldo en 1972. Ha publicado los poemarios La vida me persigue (X Premio Internacional de Poesía Surcos, Renacimiento, 2006), Luz en ruinas (accésit del XVII Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma, Visor, 2007), Cara o cruz (Huacanamo, 2009), Pura coincidencia (VII Premio Internacional de Poesía Ciudad de Morón, Point De Lunettes, 2010), Wikipoemia (Oblicuas, 2014), Cambio de rasante (Baile del Sol, 2015), Que viene el lobo (Premio Internacional de Poesía Nicanor Parra, Siltolá, 2016), QWERTY (Siltolá, 2017), Idea intuitiva de un cuerpo geométrico (LUPI, 2018), La vuelta al mundo en 80 jaikus (y una nana para despertar) (Takara, 2018) y Lo que pudo haber sido (Huerga & Fierro, 2019). Fue finalista del Premio Euskadi de Literatura 2010 y su obra poética está recogida en una treintena de antologías.


LOS ADIOSES

Ya no escribes a lo que perdiste

lo que es o pudo haber sido
es a tu piel lo que la escarcha
al pétalo de una flor
una refrescante y caprichosa gota de rocío
que se posa sobre tu recuerdo
sin peso suficiente como para quebrarlo
con la terca insistencia de lo efímero

está asumido

nada de lo que fue
o pudo haber sido
será

ahora escribes
a lo que el tiempo te arrebatará seguro
escribes con el único fin
de anticiparte a las pérdidas que te aguardan

porque la vida es eso
llegar preparado a cada despedida
preguntándote quién será el siguiente
mientras con disimulo
cruzas los dedos tras tu espalda

Marta Pumarega Rubio



Hoy te extiendo mi alfombra roja para que llegues,
traigo todo lo prometido,
un papel y un lápiz para estados de alarma,
mi mirada con contenido
y un borrador de mis poemas.
Tú tráete tus dudas de hombre afortunado,
tu tristeza necesaria,
tu curiosidad puntos suspensivos.
Aunque sólo sea esta noche,
estamos a la distancia de un poema.



Marta Pumarega Rubio
Antónimo de cobijo

Consuelo Jimenez



LIVIANA


La persiana recorta el horizonte,
justo en la medida que yo quiero.
Se trata de un inacabado perfecto,
que hace de la luz un misterio conocido.
Y así agoto los días
en el vientre de noches ansiosas,
pariendo trazos grises,
gris mío,
gris nube,
al que me entrego
suave y ligera, liviana.

lunes, 22 de marzo de 2021

Mauricio Alfredo Escribano




sí contara a las mujeres

que recuerdo
no serían demasiadas
y las otras
quizás tampoco
me recuerden
no es que vengan a mi memoria
todas juntas
ellas vienen cada una por su lado
y cuando quieren
pero hay una
una sola
que se salta la distancia
hasta el límite angustioso
de mi boca

Wendy Cope

 



Apenas editada en castellano, Wendy Cope es una de las poetas inglesas contemporáneas más reconocidas internacionalmente: su delicado sentido del humor y su tierna mirada sobre el mundo cubren de blancura sus palabras. Hoy reproduzco
La naranja, de Wendy Cope.

La naranja, de Wendy Cope

Este mediodía compré una gran naranja —
su tamaño nos hizo reír a todos.
La pelé y la compartí con Robert y Dave —
cada uno tomó un cuarto y yo me comí la mitad.

Esa naranja me hizo feliz del mismo modo
en que las cosas ordinarias consiguen hacerlo
últimamente. Hacer algunas compras. Dar un paseo por el parque.
Cosas que implican paz y tranquilidad. Algo nuevo para mí.

El resto del día transcurrió tranquilamente.
Cumplí con cada tarea de mi lista
las disfruté y dispuse de algo de tiempo libre.
Te quiero. Me alegro de estar viva.

Traducción de Adrián Viéitez.

Irene Domínguez

 




Irene Domínguez (Toledo, 1996) ha estudiado Filología Hispánica en la Universidad de Granada y el Máster en Literaturas Hispánicas: Arte, Historia y Sociedad en la Universidad Autónoma de Madrid, especializándose en la relación entre literatura y otras artes, en concreto la música. Actualmente cursa una de las becas de formación en el Instituto Cervantes de Madrid, trabajando como editora. Ha sido ganadora del Premio Internacional Málaga Ciudad del Paraíso 2019 de la Fundación Málaga con su poemario Presuntamente nuestros. Ha colaborado con sus poemas en la revista Maremágnum y en Microversos en red: Poesía en un tuit, de Verso&Cuento.


SALA  X

Enamórala;

uno nunca puede cansarse de una mujer como ella.

Te dijo un

Leopoldo María Panero del diecinueve.

Y me comentaste:

Me entusiasma tu pelo.

Es del color de las amapolas.

Y te dije:

—¿Te gusta liso o rizado?

Tras despertarte conmigo,

respondiste sin dudar.

Y también sin dudar, desenfundé las tijeras

y te lo puse, con cariño, en el plato vacío

del restaurante.

Me gustan tus ojos,

comentaste.

 

—¿Solos o con lágrimas?

Intensos,

respondiste.

Y sin dudar,

los arranqué como Edipo

usando los broches de mi vestido.

Y así, al plato:

el canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura.

Antes que musa, poeta,

te dije,

y así me fui ciega, desnuda

y con las amapolas cortadas.

Y el cínico Leopoldo se volvió cuerdo, y el cansancio se apoderó

primero

de mis restos en contacto con tu saliva.

domingo, 21 de marzo de 2021

Emilio Marin.

 



HAZTE DESEO

Tú, que llenas ,
mis noches de espuma
sueños y caracolas
versos de amante
bajo la luna
y liberaste una tarde
al poeta encadenado:
Ven de nuevo a la playa,
hazte Poesía cautivadora,
hazte vida entre las olas ,
hazte deseo
para estar conmigo,
conmigo a solas.

sábado, 20 de marzo de 2021

Lucía Fernández Núñez

 




Poneos cómodas.

Habéis llegado
para quedaros.
Llevo tiempo esperando
que os instaléis en mi cara.
No pueden veros mis ojos,
pero el espejo no calla.
Viviréis sobre mis pómulos,
rodeadas de los surcos
que tallan
la piel que me cubre,
y que son cauces del llanto
cuando se ahoga el alma.
No os recibo con tristeza,
porque sois inequívoca señal
de que el paso del tiempo
no le es ajeno a mi cuerpo.
Sois la vida que he vivido
que a mi rostro se asoma
de pleno derecho.
Las bolsas de mis ojos
son dignas portadoras
de toda la sabiduría
que los años sembraron en ellas.
Envejezco. Lucía.

viernes, 19 de marzo de 2021

María Diaz.



Te llamaba pero no oías,
tú nunca oías.
Nadie mojaba las calles
solitarias de lluvia como yo.
Me cruzaba con miradas llenas
de misterio y se posaban en la
mía.
Ya no llueve,la noche descansa
y comienza a grisear.
Yo también descanso envuelta entre sábanas blancas.
No,no estoy sola ,
me acompaña el murmullo
cansado de los árboles,
el ruido del viento que entra
por las aristas de mi ventana
y el canto alegre de un mirlo
enamorado.
Me acompaña mi libro
de poemas ,
Mi taza humeante de café
caliente.
Y mis muebles ,también ellos
me acompañan carcomídos
por el paso del tiempo.
Allí guardo tus recuerdos
y esa sombra tuya rebelde
que no quiere marcharse.

Clemen Esteban Lorenzo





Serán tus dedos
los que se hundan en mi carne
traspasando la aurora.
Será el jugo de tu boca
el que perfile la penumbra
que vienes tocando.
Serás hábil devastando las horas
a este lado de la vehemencia
donde vibrante tu sabor es capaz
de flotar agitando el vuelo.



Del libro: Versos de agua.

jueves, 18 de marzo de 2021

Pedro Javier Martín Pedrós - Natalia Gaette Coronel


Llegué como todos los jueves
a la casa de la esperanza,
jugaban como niños
hambrientos de luz.
Extendían sus brazos
buscando respuestas
y caricias de colores
que abrigaran el porvenir.
Ahora,
canto a la vida por la forma
que das de comer a las palomas,
por la lluvia que produce
tus lágrimas.
Y me estremezco
caminando a tu lado.
Veo en tus ojos
color cielo
miles de estrellas
albergando mis sueños.




Del libro : Viaje inesperado.
Colección : Poesía en la distancia

Benita María Paredes Rivas.



La luna se fundió en la negra noche de mi piel.
Y en un trozo de cielo te regalo mis sueños,
pergamino de plegarias.
Me rompo en mil segmentos,
que se transforman en palomas blancas
que vuelan buscando el horizonte,
Tu mirada.




Del libro : Viaje inesperado
Colección : Poesía en la distancia.

• María Gómez Martínez •



Nana palestina
Duerme, pequeño mío,
Ven a mis brazos,
Oye sólo mis palabras
Ven niñoamor,
que no hay nadie en la tierra de Dios
que no hay Dios en la tierra de nadie.

Del libro: Sin dejar Señales.
Colección: Poesía en la distancia.

• Itziar Mínguez Arnáiz •



Voy a cumplir una vieja deuda
Por fin
El hilo de tinta se extiende
Se encuentra a sí mismo
Se entretiene con el aire
Se enreda en el pensamiento
Se equivoca
Se rectifica
Se reivindica
El hilo de tinta se despereza
Se sabe único
Se siente poema
La pobre estilográfica
Abandonada en brazos del olvido
Por culpa de un adolescente pretencioso
Que no supo ser poeta
Se rebela
Y se queda en este mundo
Testigo y arma
Eso es todo lo que dejo


(La vida me persigue. Editorial Renacimiento).
Del libro : Al final poesía.
Colección. Poesía en la distancia

• Ignacio Chianale •



Pasos mágicos
Tomé esa pizca de oro que había en tus ojos
y dejé que lo fundiera mi sexo,
y por mil años lo pulí con el viento.
Tomé piedras de colores y recorrí los
campos reemplazando a las uvas,
y maduraron,
y se hicieron sacos colgantes
de néctar de risa.
De un millón de plumas hice mis alas.
La última era de la de un colibrí.
Me cubrí y sobrevolé las costas
buscando regalos para mi jardín.
Uno de ellos era un fruto suave
que hallé en las nubes rosas del atardecer.
También me traje mi flor negra,
que crecía en la roca
que con mas fiereza se opuso al mar.
Las mañanas de frío juntaba susurros
que almacenaba en la garúa.
Las tardes de sol juntaba sol,
como una vez me enseñó
al oído el caminar.
¡Pero un día un rayo desde el mas alto cielo
cayó y partió al mundo en dos!
Había acordado con luciérnagas
un entrenamiento….
ese evento no se me escapó.
Entonces me monté
en el marfil de un elefante
y me eché a andar por cien años más,
cogiendo estrellas con los dedos
y pasándolas por un ojal.


Del libro: Sin dejar señales.


Colección: Poesía en la distancia.

miércoles, 17 de marzo de 2021

Consuelo Jimenez



LIVIANA


La persiana recorta el horizonte,
justo en la medida que yo quiero.
Se trata de un inacabado perfecto,
que hace de la luz un misterio conocido.
Y así agoto los días
en el vientre de noches ansiosas,
pariendo trazos grises,
gris mío,
gris nube,
al que me entrego
suave y ligera, liviana.

martes, 16 de marzo de 2021

Narciso Raffo

 



RESTOS DEL NAUFRAGIO

Me limito a cerrar el círculo.
A ti, que eres nada, te corresponde
esta otra nada donde nado.
Porque escribir es medir una distancia.
Lanzar el mar a la botella.

Gracia Aguilar Almendros

 



Educación poética

A mis padres

Hay familias que bajan las persianas
si el aire huele a lluvia,
para que no se ensucien los cristales.

Si llovía en mi infancia
abríamos ventanas,
respirábamos hondo,
mirábamos los rayos,
la lluvia
nos empapaba.

Raquel Vázquez

 



EN CASO DE EMERGENCIA

Rompimos el lenguaje.
Vamos, dijiste; o yo traduje, eso no importa:

sólo importó aquel mirlo
que aguardaba en tu mano con las alas plegadas.

Pusiste esa sonrisa
boba que tanto me ha atraído siempre.

Ahora pude decírtelo.

La eternidad se demostró pequeña,
manejable: cabía
dentro de una modesta habitación de hotel.

Y estábamos allí para tocarla.

Raquel Vázquez

 



CÁMARA

Detrás de un maquillaje
de pájaros afónicos
cuánto nos hemos soñado, tú y yo,
quebrados cómplices, testigos mudos
de cómo se desangra este silencio.
Apenas quedarán unas manos manchadas
por la caja de música
que en la niebla ninguno de los dos acertó a abrir.
Y el diafragma se cierra
y se encuentran nuestros ojos,
pero esta luz ya duerme en la humedad
y su página rota.
Con la mordaza sonreímos dolor.
El flash nos compadece, y de qué sirve.
No sé qué haremos con tanto recuerdo
muerto en líquido amniótico.

Laura Villanueva Guerrero ©



Me recuesto en la almohada
de tu sangre con la ilusión
de los primeros astros.
Voy a latir en tu boca,
nada frenará el impacto
de mi aliento en tu jugo
de dios noctámbulo,
compartiremos
la levedad de la saliva,
llenarás tus manos
de mis pertenencias,
pondrás nombre
al aroma de cada dedo,
volverás sobre mí
para indicarme el camino,
vendrá el Mar Muerto
para que flotemos
en el silencio de sal,
harán una pausa
mis cincos sentidos.
Te miraré - el hallazgo
de la música - tu voz
sonando en la crecida
del mundo
(el río, la nube, el viento).
Después se quejará
la noche. Cuando te
duermas y el vacío
corra a sus anchas

Aurelio Gonzalez Ovies



A veces esta casa me entristece
cuando cae la noche.
Tus vestidos colgados en la percha,
esta silla con restos de tu cuerpo,
nuestra cama...
No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento
de estar amando en balde
o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.
Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,
de escribirnos las fechas
detrás de esos momentos en que somos felices,
de regalarnos libros.
Mismamente este cuarto me llena de abandono
cuando antes de dormir me das un beso
y me quedo mirando tus ojos que se apagan,
tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,
tu colección de botes de perfume.
Mismamente esta hora se me queda tan larga
cuando el tiempo es tan corto,
que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:
tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,
tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.

Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "