miércoles, 29 de julio de 2020

Alfonsina Storni





Tú me quieres blanca


Tú me quieres alba,me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada .
Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca

(Dios te lo perdone),

me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.


martes, 28 de julio de 2020

Carmen Maroto


Dijo NO -o no pudo
decir No-
y la calle
escucha el chasquido
de su carne desvalida.
Ellos, los infames,
ejercen
su miseria
sin reparar
en el espanto.


Tomás Soler Borja. Acróbata


EN LA NIEBLA.


Adentrarse en la niebla
con una sola piel,
sin más abrigo que la palabra.
Y confirmar lo ya sabido.
Que el frío viene de dentro:
inviernos sin sol,
hielos antiguos
que se resisten a ser agua
río abajo.
Quién podrá con eso.
Tal vez el tiempo
y sus hierros al rojo.
Tal vez
el fuego y su mirada.


lunes, 27 de julio de 2020

Marta Pumarega Rubio


PROHIBIDO LLORAR


Prohibido llorar en las estaciones del metro.
Prohibido llorar en lugares públicos.
Prohibido llorar en la parada del autobús.
Prohibido llorar en los grandes almacenes.
Se permite llorar en la casa de la viuda.
Se permite llorar en los aeropuertos.
Se permite llorar en la sala de espera de cualquier hospital.
Prohibido morirse de pena por las calles.
Prohibido morirse de pena en los bares repletos.
Prohibido morirse de pena delante de desconocidos.
Prohibido morirse de pena mientras suena la música.
Se permite morir de tristeza
delante del penúltimo vaso de whisky,
a puerta cerrada,
mientras se derrite el hielo,
a solas en el bar.
Se permite estar triste con la verja cerrada.
Se permite estar triste de puertas para dentro.
Se permite estar triste sin inquilinos en la casa.
Se permite estar triste con las luces apagadas.
Nunca si te mira un niño,
nunca en el ascensor con los vecinos,
nunca en las fiestas de empresa,
nunca en el cumpleaños de un anciano,
nunca en las reuniones de la comunidad,
nunca en los espectáculos de magia.
Se permite llorar sin consuelo
mirando el patio desnudo de la infancia,
debajo de la lluvia y sin paraguas,
sólo en los próximos entierros,
sólo en las estaciones de largo recorrido.
Sólo sola, sólo a solas.



Antónimo de cobijo

domingo, 26 de julio de 2020

Carmen Martagón ©


No somos la mitad de nada. Observa la luna: ofrece una cara, que parece menguar. Ella siempre completa, única, plena.
Mitades
Te enseñaron que eres solo una mitad
a la búsqueda incesante de la parte que encaje,
el jugo que espera otro jugo, la piel que anhela otra piel,
la nata sobre las nueces,
las olas y la arena, la luna y el mar.
Te dijeron que el destino traería esa parte necesaria, para caminar con rumbo.
te contaron que las almas se buscan, por los siglos de los siglos,
que eres ser incompleto sin esa otra mitad.
Te contaron un cuento de medias verdades, medios amores, medias personas,
vidas a medias.
No necesitas nadie que vista azul y rojo y te eleve a las nubes,
no precisas una prueba del zapato que dicen de cristal,
no te falta mitad alguna, eres un ser completo.
Otros seres completos podrán abrazar tus días,
otros seres completos podrán velar tus noches y compartir tus sueños.
En esa rueda intensa donde envuelves la vida,
encajarás tu cuerpo con los que te rodean,
buscarás acomodo donde no hay solución,
te sentarás despacio en terrenos baldíos,
o en preciosas llanuras, serenas frente al mar.
Nadie vendrá a salvarte de ningún naufragio,
aprende a nadar en calma o a dejarte llevar por la tormenta.


Luis Cernuda


Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.

El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.

En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.


Antonio Orihuela





Cómo se puede pensar en comer bien
si todo está en manos de los transgénicos,
en un vaso de agua si no es de botella,
un pájaro si no es viviendo en una jaula,
un perfume que no venga en un frasco.

Cómo se puede pensar en hablar
si todas las palabras son de la publicidad.

Cómo se puede pensar en mirar las flores
si están todas debajo del asfalto.

Cómo se puede pensar en viajar
si vivimos dentro de un atasco.

Cómo se puede confiar en los sueños
si los sueños hace tiempo que dejaron de pertenecernos.

Cómo se puede pensar en guiarnos por las señales
si las señales son del poder.

Cómo se puede pensar en términos de apoyo mutuo
si todo exhibe un precio.

Cómo se puede pensar en ser uno mismo
si nadie sabe quién se aloja debajo de cada máscara.

Cómo se puede pensar en ir cuando nos llevan,
en elegir cuando nos imponen,
en hacer cuando nos mandan.

Cómo se puede pensar en el futuro si es de los bancos,
en el presente si es de los políticos,
en el pasado si es de los criminales.

Cómo se puede pensar en la justicia
si la balanza está cargada del lado del Imperio.

Cómo se puede pensar en disfrutar de paz
cuando caen tres cada segundo.

Cómo se puede siquiera pensar en Arte
si faltan brazos para enterrar a los muertos.

Cómo se puede pensar en admirar las estrellas
si la contaminación lumínica no nos las deja ver.

Cómo se puede pensar en filosofar
si se trabaja once horas al día.

Cómo se puede pensar en meditar
si no hay orilla limpia ni sombra de pino
que nos cobije.

Cómo se puede pensar en apagar la luz
si hay televisión las veinticuatro horas del día.

Cómo se puede pensar en ropa vieja
si es la semana fantástica.

Cómo se puede pensar en ser feliz cuando el Capital trabaja, incesante,
para provocar deseos insatisfechos.

Cómo puede uno pensar en autocontención,
sobriedad y austeridad,
cuando todo es despilfarro.

Cómo se puede pensar en madurar
si el estruendo de los motores lo impide.

Cómo se puede pensar en la meta
si avanzamos por un callejón sin salida.

Cómo se puede pensar en pensar
si no tenemos tiempo para pensar.

Cómo puede uno regresar a sí mismo
cuando el sí mismo
es un cuarto vacío de una pensión abandonada.



Cómo se puede pensar en algo si somos nada.


sábado, 25 de julio de 2020

Rafael Cadenas


Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.


Ana Pérez Cañamares


Los viejos que van en zapatillas por la calle
como si el mundo fuera un pasillo
y todos los caminos, el camino de la alcoba al baño.

Nos miran sin entender para qué o quién nos vestimos
por qué nos acicalamos para ir al matadero.


Gloria Fuertes






"Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.

Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte:
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima nada más que tu nombre."


viernes, 24 de julio de 2020

Marta Pumarega Rubio




A veces me hago poco
y como los presos descuento días,
tacho lunes y meses enteros.

Dibujo salidas, puertas y ventanas,
resto importancias,
me visto de trabajo,
de la saliva para poner sellos,
de bandera sin tierra,
de mujer sin techo.

A veces me hago poco
y, como quien se muere,
me quedo sin palabras.




Marta Pumarega Rubio
Antónimo de cobijo

Lola Fontecha.


Aceptar la marcha, inspira versos...
Y ahora tomo tus palabras
y las meto en el vagón de cola del tren que marcha,
para que a partir de ese momento
se pierda en contenido,
bajándose en la siguiente estación.

Ahora,
me dedico a diagnosticar la enfermedad objeto de tal condescendencia,
y a solas conmigo misma,
sigo preguntándome porque me hieres sin motivo.

Y rebusco en los cajones,
para encontrar algún vestigio que indique cómo y cuándo,
el jardín se mudó al desierto de tu olvido.

Y después de ahora,
dejaré de hacerlo,
porque no puedo seguir con esto
y entonces..,
será el momento justo de sentir
que por fin te has ido.

El frío de Lola Fontecha.

Mario Benedetti




El mar

¿Qué es en definitiva el mar?
¿Por qué seduce? ¿Por qué tienta?
suele invadirnos como un dogma
y nos obliga a ser orilla.

Nadar es una forma de abrazarlo
de pedirle otra vez revelaciones
pero los golpes de agua no son magia
hay olas tenebrosas que anegan la osadía
y neblinas que todo lo confunden
.
El mar es una alianza o un sarcófago
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía.

El mar no se avergüenza de sus náufragos
carece totalmente de conciencia
y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida
y cuenta historias de final oscuro.


jueves, 23 de julio de 2020

José Luis Tobalina Cuerda





LAS ALAS DEL ÁNGEL

El viaje a través de un cuerpo es el más hermoso viaje.
Regreso a ti desde una ciudad de aceras oxidadas,
desde la lluvia y sus charcos, 
desde la ventana que apaga las sombras al cerrarse,
desde el muro metálico de los bares.
Regreso porque eres libre en tu palabra y me convocas.
Regreso para que me dejes volar sobre tu cuerpo,
para espantar los fantasmas del miedo resguardados en tus
senos,
para rendirme a tu boca y sus secretos,
para quedar atrapado, cierto y exacto,
entre las alas del ángel que te ha crecido en el alma.




Mario Benedetti






De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que esta ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme la cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe que consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedras
abriré la ventana.