LUGAR COMÚN
Tengo un beso guardado en la palma de mi mano,
en mis ojos un árbol que desapareció.
Una casa, una higuera allá en el infinito
hoy son huecos desiertos que están llenos de mí.
Al final de la vida volvemos al principio:
mi madre recordaba la fruta de su tierra,
los regalos de un chico,
golosinas de amor.
Cosas lejanas que no vuelven nunca,
ni tampoco se van.