martes, 27 de agosto de 2024

William Butler Yeats

 


"El vino entra en la boca
Y el amor entra en los ojos;
Esto es todo lo que en verdad conocemos
Antes de envejecer y morir.
Así llevo el vaso a mi boca,
Y te miro y suspiro".

lunes, 26 de agosto de 2024

Lucia Dominguez Lopez



Desnuda te digo:
ven,
vivamos a lo salvaje
como animales
sin domesticar
sin olvidar los instintos,
comiéndonos con las manos...

• Rosario Troncoso González •



Cien musas diminutas
A lápiz crecían versos orgánicos,
sin otro ritmo que el de los latidos.
Dueñas absolutas de cada poema
cien musas diminutas,
bellas hadas púberes, invitadas
a la hora del café,
ensayaban bailes en servilletas.
Aún hay restos de azúcar,
entre sílaba y sílaba.

martes, 13 de agosto de 2024

Alfonsina Storni



Tú me quieres blanca
Tú me quieres alba
,me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada .
Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

**********************************

martes, 6 de agosto de 2024

Patricia Benito





 A TIRO

Alejo mi cuerpo del tuyo,
aunque mi alma siga en él.
Aunque se adhiera
a tu ser,
a tu recuerdo,
aunque se imante a tus huesos.

Intento atraer mi mente hacia otro lugar:
más calmado, más iluminado,
más alejado de ti.

Por inercia te olvidará,
no queda otra.
Tus rincones no son habitables:
son oscuros y húmedos,
agrestes y escarpados;
en ellos siempre se está a tiro.

No hay quien se sienta segura
en este amor
que abre la ventana solo a ratos,
airea la alcoba y la tristeza,
y vuelve a expulsarme de allí.


*****************************

Natalia Belleq



Me encuentro desnuda
en el campo de batalla
no tengo escudo ni armas,
visualizo al enemigo a lo lejos
no corro, no huyo, solo retrocedo.
Viene a toda prisa
con su mejor artillería.
necesito armarme,
ya tengo el valor, tengo el coraje.
Tengo la fuerza y las ganas,
he librado mil batallas,
siento que hay heridas
que aún no están curadas.
No he de tocar las hogueras
con las que ya me quemé,
solo he de saber cómo y cuantos vienen
no necesito saber el porqué.

******************************

jueves, 1 de agosto de 2024

Lucía Fernandez Nuñez



 Hay un llanto

que se ahoga

bajo la piel
que te cubre....
Es ese llanto huérfano
de abrazo y de fe,
que ni siquiera
tiene abismo
en el que dejarse caer.
Esculpida la sonrisa
sobre tu silencio
de mármol
nadie percibe
como te desangras
a la caída del sol.
La agonía muerde sin piedad,
golpea la impotencia
en la boca del estómago...
y vomitas el desprecio
que, sin merecer, tragaste.
Y aún así,
no eres despojo para cuervos,
porque todavía tus ojos
saben de amor y lealtad.


Rota. Lucía.

*********************

Marcos Ana



Oídme amigos. He visto
con los ojos soñolientos
algo que quiero contaros.
Es la madrugada. Un preso
enfrente de mí despierta.
Se incorpora sobre un codo.
Lía un cigarro. Se sienta.
Mientras fuma tiene ausente
la mirada, como dormida la frente
(Sueña el viento en la ventana)
Tira el cigarro. Se inclina.
Saca un pedazo de pan,
se lo come lentamente
y después… rompe a llorar.
(Quizás no tenga importancia…
Yo os lo cuento)
Ya sabéis que a mi las losas
me han gastado hasta los huesos
del corazón,
pero ver llorar a un hombre
es algo, siempre, tremendo.
Y este preso no es un árbol
que se ha roto. Sigue ileso.
Pero de pronto ha venido
todo lo “suyo” a su encuentro
en esta noche tranquila…
Con su dolor en mi pecho
le miro. No puede verme.
Sus ojos están muy lejos.
Sus ojos cerca, llorando
tan suave, tan hondamente
que apenas si mueve el aire
y el silencio.
Un “alerta” le estremece.
(Por el patio
se oye cruzar el relevo)

***************************************

Carmen García Ariza



No pertenezco a ningún lugar
ningún sitio me hace suya
ni del viento
ni del suelo
un árbol sin raíces
no soy simiente
ni me alimenta la tierra
soy una refugiada en la desidia
en el pasar lento de los segundos
y la absurda existencia de lo inútil
quedé ciega
y no me impregna la belleza
ni la piel ni el pelo
seco como un desierto sin arena
quedó lejos el mar
y me perdí en lo perfectamente pueril
en la cadencia del lento devenir
en el vacío de abismos
en los que ni siquiera
una se estrella contra suelo
No pertenezco a nada
soy un paria
desertora
nómada
refugiada
sin espacio
ni cielo
ni constelación
que señale estela que perseguir
No pertenezco a nadie
ni de la muerte
ni de la vida
ni mía
***********************
soy.