Cuando paseo contigo por la calle
y tú me coges de la vida por la mano,
yo sonrío atolondrada
como niña de colegio en su recreo.
Cuando me llevas a un hermoso restaurante,
y yo siento mi silla en tu cara,
no te dejo que mires a otro sitio;
sólo mi cara de adolescente enamorada
Cuando me regalas la tarde
y bajas el sol hasta mis nalgas
(antes de que el fuego queme mis rodillas),
yo duermo la siesta de adulto entre tus ojos.
Después, cuando la noche aprieta mi ombligo
y tú me compras un regalo;
yo me tumbo en la esquina de tu boca
para morir de vieja entre tus besos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario