TIERRAS AMIGAS...VALDUVIECO. (León)
Relato, por Toño Morala.
...¡¡Ay Dora...ay Dora mía!!! Así termina Nana (Arseliana Aláez,) una canción de cuando era moza. Amaro Aláez tiene esa mirada limpia y de respeto inmenso. Dionisio Mata tiene la memoria intacta de las cosas. Hermógenes Aláez, hermano de Amaro, la formación del hombre trabajador y luchador. Entre los cuatro, casi cuatro siglos de vida, y escrita queda la historia sencilla y humilde y llena de dignidad. Valduvieco es un pueblo sereno y lleno de buena gente; pertenece al Ayuntamiento de Gradefes (León) y se llega desde el Puente de Villarente por Villafañe hasta Mellanzos y se gira a la izquierda. Dicen que las vacas eran de trabajo y si apenas daban leche para el ternero; sopas de ajo y la parva y a navegar por los campos en silencio, enganchados todos al arado romano de punta. Los cornales bien prietos unciendo las vacas al yugo. Trigo, garbanzos, titos, centeno, yeros, tochos...acarrear con las pernillas altas en el carro, que esperan las gavillas en las morenas y el trillo en la era. Antes se había segado a hoz, y más tarde a guadaña. La madre llega a los campos tan pronto andando como en burra, y lleva los garbanzos con tocino y a veces un trozo de chorizo. La siesta...y otra vez para la era, que hay que seguir trabajando para separar la paja del grano. Primero aparvar para aventar con horcas de seis guinchos, la vienda, el viendo solo tiene cuatro. En las trojas se almacena el grano para el ganado; con la escriña se alimenta a mano. Llega Diciembre... hay concejo; quince días de podeja y hacha; así están los montes de cuidados. Se reparten las suertes de la leña de roble en la Cota, Valdevegas, Vallin del Agua, Valdeñadales, Las Barrosas, La Laguna del Fresno. En Pozo Vallina Carbonero se hicieron algunas carboneras de carbón vegetal, y se bañaban las ovejas después de la esquila allá por principios de Junio. Y por la noche que no falten los frejoles, que hay que comer para tan duro trabajo. Son las tres de la mañana y por el camino van los hombres y las mujeres a acarrear...que pronto llega el día y hay que espabilar. Ya se pasan las mujeres el Recentadero, que hay que amasar pan; y en el campo se bebe de las fuentes...la que más cerca está...tan pronto la de los peces o el barrero, la de las doncellas...todas bellas. Tocan a muerto...el día del entierro hay que hacer bacalao con arroz y poco más, que eran tiempos de vacas flacas y mucho que trabajar. Y así se escribe la vida entre alegrías, sonrisas, y llenas de vida, hombres y mujeres de Valduvieco, tierra amiga.
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