viernes, 23 de junio de 2017

Margaret Atwood




UN ASUNTO DE MUJERES

La mujer del aparato con púas,
agujereado como un colador, que le aprisiona
la cintura y el espacio entre las piernas
es la Prueba A.

La mujer de negro que mira a través
de una celosía y tiene una estaca
de madera de diez centímetros metida
entre las piernas para que no la puedan violar,
es la Prueba B.

La Prueba C es la muchacha
que las matronas arrastran al monte
y obligan a cantar mientras sajan la carne
de entre sus piernas, luego atan sus muslos,
hasta que le salen costras y la creen curada.
Ahora puede casarse.
Para cada nacimiento la abrirán
en canal, luego la coserán.

A los hombres les gustan las mujeres bien apretadas.
Las que mueren son enterradas con cuidado.

La siguiente prueba yace sobre su espalda,
mientras ochenta hombres cada noche
se mueven a través de ella, diez cada hora.
Mira al techo, escucha
cómo la puerta se abre y se cierra.
Un timbre sigue sonando.
Nadie sabe cómo llegó hasta aquí.

Verás que lo que tienen en común
está entre las piernas. ¿Por esto
se lucha en las guerras?
Territorio enemigo, tierra de
nadie, que se penetra furtivamente,
cercada, poseída, pero nunca con certeza;
escenario de estas incursiones desesperadas
a medianoche, capturas
y crímenes viscosos, guantes de médicos
grasientos de sangre, carne inerte, fuente
del inquietante poder que posees.

Este lugar no es un museo.
¿Quién inventó la palabra amor?

Fotografía de Dorothy Shoes

No hay comentarios:

Publicar un comentario