Tres Poemas de Balances Parciales- Felipe Zapico
La noche inmensa
testifica
intactas en mi alma vacía
y si declino la caricia
robada
olvidando las por mi pedidas
establezco el punto de unión
entre mi locura
y mi mente podrida.
Una mañana fui dios
desperdigando
a la noche.
Tentado por tu cuerpo grosero
encontré la perdición
la recta final
del caos controlado.
Es ahora cuando el deseo
es inocuo,
la churrería empieza a oler
a frito,
los mariquitas corren presurosos
a casa de su madre
y las niñas desvirgadas
se enamoran
de una polla envenenada
y la luna imperceptible
no testifica
sino
la presencia de esos viejos
cogidos de la mano.
La noche inmensa
testifica
olor de mujeres frondosas
ausentesintactas en mi alma vacía
y si declino la caricia
robada
olvidando las por mi pedidas
establezco el punto de unión
entre mi locura
y mi mente podrida.
Una mañana fui dios
caústico
abruptodesperdigando
a la noche.
Tentado por tu cuerpo grosero
encontré la perdición
la recta final
del caos controlado.
Es ahora cuando el deseo
es inocuo,
la churrería empieza a oler
a frito,
los mariquitas corren presurosos
a casa de su madre
y las niñas desvirgadas
se enamoran
de una polla envenenada
y la luna imperceptible
no testifica
sino
la presencia de esos viejos
cogidos de la mano.
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