Se me nubla la sed
Conmueves mi cuerpo,
extenuando el sentimiento
en la yema de mis dedos:
voy a amarte con el anhelo
del tacto.
Todas las acciones confluyen
en tus labios.
Se me nubla la sed.
Me acerco más,
aunque puedan acusarme
por allanamiento del aire.
Pero tengo miedo.
Quizá mañana no estés.
Y se me queden
todos los besos quietos
en la garganta,
como un árbol lejos del mar,
sin brisa que agite el dolor
de sus ramas.
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