Isabel Rezmo
Hoy no te paraste.
Hoy seguiste calle abajo sin el resorte de volverte.
Seguiste como el cuerpo que se orienta en el vacío, que
poco a poco muere entre las pisadas. Como una sombra
de mimbre, como los cuerpos desnudos, como el
descaro del argumento malsano.
Dejaste que una parte de mi rompiera, presionara mi
carne, mi piel, mansamente.
Me quedé anclada en el resorte de tu mirada perdida.
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