DE PAZ Y OTRAS VERDADES
Desde el rincón más tierno de tu pensamiento
buscaremos Paz para los dos,
tú y yo seremos cómplices en este tajo
de ansiedades,
tú y yo hemos solicitado
la anulación de los conflictos,
sabemos tú y yo de las fauces malditas
que emplean la guerras
y no son válidas excusas para nosotros,
ni limpias soluciones ni necesarias consecuencias,
todo en las guerras está maldito, inútil.
La Paz que pedimos es un derecho constituido,
un estado de felicidad,
la Paz es una constante actitud de vida,
es una apuesta tuya y mía y de todos los humanos
que se restriegan el dolor
cansados de lágrimas
después de cada puesta en escena
del último combate.
Necesitamos, tú y yo, los apuntes de geografía,
los saldos de afectos,
las persianas rotas,
el cántaro vacío,
la luna a medio mecer, nuestra ración de abrazos,
el corazón en llamas,
la sonrisa puesta,
el fragor de los románticos,
mas tú y yo, amigo, no precisamos el odio,
no somos de la discordia ni del hambre,
no apostamos por la muerte impuesta,
nosotros somos adictos a la Paz,
en todas las horas, en todos los pupitres
y en nuestros sentimientos.
Tú y yo, hermano, con la grandeza de la Paz en el alma.
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