viernes, 23 de febrero de 2018

Laura Gutiérrez Cortés




Si es cierto, echo de menos algún pétalo en caída libre, para el día de los enamorados, pero esos que de forma natural se desprenden de su flor, con la caricia del viento.
Nunca me gustaron las rosas sesgadas de su tallo, como ofrenda a un amor eterno, pues nunca creí en las flores muertas, ni en el amor imperdurable atravès de una misma vida.
¿ Acaso nosotros no tenemos principio y fin?

Es cierto que quizás soñé demasiado, y jugué a empujar columpios vacíos, porque era complicado imaginarlos cubiertos de pájaros y mariposas.
¡A propósito!
Eso de las mariposas en el estómago, nunca fue un síntoma de amor para mi, pero si un temblor cimbreante de la piel, cada vez, que te acercabas y te sigues acercando a mi cintura.

¿ Para qué matar una flor?
¿Si tus besos me devuelven a la vida?



Laura Gutiérrez Cortés( r.d.a)



No hay comentarios:

Publicar un comentario