AZULDEMAR
viernes, 2 de febrero de 2018
Teresa Antares
Simplemente,
abrieron sus dedos como alas;
lejos de pensar en el vuelo.
Y fue la caricia.
Comentar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario