TARDE DE AGOSTO
Cae la tarde de agosto.
Han pasado los años.
Y aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Son distintas las gaviotas que revolotean a mi lado
y han cambiado algunas caras.
Pero aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Siguen las barcas encalladas en la arena
y el faro en su serenidad divisa la lejanía.
Sobre las rocas del espigón las olas rompen su canción
[eterna
y el sol se refleja sobre los tejados del puerto.
Y es que aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
El cielo de añil corona el rostro de la tierra.
Mi corazón latente respira..., respira...,
un aroma a sal y a conchas profundas.
Cae la tarde de agosto sobre el paisaje dispuesto a soñar.
Han pasado los años.
Y aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Ana Herrera. Bajo un cielo añil
Mujer en la playa. José Jurado Vicente.
Cae la tarde de agosto.
Han pasado los años.
Y aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Son distintas las gaviotas que revolotean a mi lado
y han cambiado algunas caras.
Pero aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Siguen las barcas encalladas en la arena
y el faro en su serenidad divisa la lejanía.
Sobre las rocas del espigón las olas rompen su canción
[eterna
y el sol se refleja sobre los tejados del puerto.
Y es que aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
El cielo de añil corona el rostro de la tierra.
Mi corazón latente respira..., respira...,
un aroma a sal y a conchas profundas.
Cae la tarde de agosto sobre el paisaje dispuesto a soñar.
Han pasado los años.
Y aún contemplo el mismo MAR y la misma orilla.
Ana Herrera. Bajo un cielo añil
Mujer en la playa. José Jurado Vicente.
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