Ya iba siendo hora de volver
La poeta camina por la calle,
las bolsas, el paraguas,
y los pies empapados dentro de los zapatos.
Ella no hace las guerras,
ni se inventa las crisis,
ni reparte paciencia en la cola del paro.
Ni siquiera ella puede
ser voz de los que sufren.
Solo para un momento
y escribe algunos versos aunque la lluvia arrecie.
Que inútil ser poeta
- decía en Orihuela
la amiga de la madre
de aquel joven cabrero-.
las bolsas, el paraguas,
y los pies empapados dentro de los zapatos.
Ella no hace las guerras,
ni se inventa las crisis,
ni reparte paciencia en la cola del paro.
Ni siquiera ella puede
ser voz de los que sufren.
Solo para un momento
y escribe algunos versos aunque la lluvia arrecie.
Que inútil ser poeta
- decía en Orihuela
la amiga de la madre
de aquel joven cabrero-.
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