TU AUSENCIA ES DE COLOR GRIS
Abandonar el tiempo y no llegar nunca a la prisión del alma, mientras me dices que tu ausencia es de color gris, sin tránsito al lienzo de la melancolía.
Decidí abandonar los días que se me escapan y llegar como si nada donde todo es transitorio, y lleno de rincones colmados de crítica insaciable y almas temerosas.
Aquél día, me oculté tras la columna, para oír cómo rezabas tus versos, para sentir tus espacios en blanco, tus paradas, tu respiración y esa ansiedad que no importaba durante el sueño de oírte.
Abrazaste mi boca a oscuras, al asalto, y tus labios, en los que ya no respiro, han logrado que nuestra distancia invoque a la incontenible luna, que ya no está.
Hoy no presto atención a tu lejanía, porque ya no hay sentido de lo amado y porque todo lo extravío.
Te seguiré oyendo siempre, porque salpicarme de tus versos, de tus palabras y de tu saliva, me aparta de la condena eterna de mirarte y de seguir persiguiendo todos los sueños que claudican en mí.
Foto: Dara Scully
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