LA FELICIDAD
La felicidad
no es una marca
ni una oferta
en la planta baja
de un centro comercial.
Allí, no cabe el cielo
ni la lluvia , ni el mar,
no hay pájaros
y el silencio
se confunde con el ruido.
Las virtudes de esta sociedad
del insomnio
me hacen emigrar
hacia las nubes.
Desde el rojo acantilado
de la locura
desnudo la luz
para inhalar bajo mi almohada
las flores que perfuman
mi existencia.
Violines sin música
ni la lluvia , ni el mar,
no hay pájaros
y el silencio
se confunde con el ruido.
Las virtudes de esta sociedad
del insomnio
me hacen emigrar
hacia las nubes.
Desde el rojo acantilado
de la locura
desnudo la luz
para inhalar bajo mi almohada
las flores que perfuman
mi existencia.
Violines sin música
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