A veces ocurre
que los sueños llevan flores
y las palabras sobran
si la vida me invita
a las orillas suaves de la paz.
Los árboles pacíficos
se vuelven frondosos,
los senderos limpios
se llenan de miradas
que depuran el aire.
Y me viene el olor
de la emoción
del alma en los labios,
del concierto lírico
de la libertad,
en este caminar torpe
de mis pasos.
Del libro: Violines sin música.
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