viernes, 5 de octubre de 2018

Ana García Briones









 A veces ocurre
 que los sueños llevan flores
 y las palabras sobran
 si la vida me invita
 a las orillas suaves de la paz.

 Los árboles pacíficos
 se vuelven frondosos,
 los senderos limpios
 se llenan de miradas
 que depuran el aire.

Y me viene el olor
de la  emoción
del alma en los labios,
del  concierto lírico
de la libertad,
en este caminar torpe
de mis pasos.


Del libro: Violines sin música.



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