Nos hicieron falta
meses, semanas, días...
Ni siquiera horas
para desdibujar la vida,
por lo menos, la mía.
Me sucediste,
y sigues haciéndolo
a cada segundo
aunque no estemos juntos
cada vez que me cruzo
con tu recuerdo.
Aunque con prudencia,
me gusta ver
cómo asomas tu corazón al mío.
Cómo vas desgranando
poco a poco tus miradas,
el stress, alguna que otra lágrima
y éste sabernos el uno del otro
cuando nos hablamos en silencio.
Gracias por abrazarme con
ese anhelo de hombre
y niño perdido.
Por resurgir(nos)
mostrándonos cual somos
sin límites, y sin sabotear
la sencillez en el cuerpo a cuerpo
aceptando que somos destino.
y sigues haciéndolo
a cada segundo
aunque no estemos juntos
cada vez que me cruzo
con tu recuerdo.
Aunque con prudencia,
me gusta ver
cómo asomas tu corazón al mío.
Cómo vas desgranando
poco a poco tus miradas,
el stress, alguna que otra lágrima
y éste sabernos el uno del otro
cuando nos hablamos en silencio.
Gracias por abrazarme con
ese anhelo de hombre
y niño perdido.
Por resurgir(nos)
mostrándonos cual somos
sin límites, y sin sabotear
la sencillez en el cuerpo a cuerpo
aceptando que somos destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario