sábado, 6 de julio de 2019

Teresa Antares





Las palabras caen sobre mí,
dentro de mis ojos,
en la holgura de mi alma,
mientras tú agrupas de lo imposible
lo dulce en tres golpes de voz.

Ahora soy un caballo galopando sobre las dunas,
y la inmensidad del amor es mi propia sombra
respirando entre los eucaliptos.


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